La UE no alcanza un acuerdo para prorrogar el uso del glifosato
Los Estados miembros debatirán de nuevo en noviembre la propuesta de la Comisión de ampliar 10 años más su utilización
Los Estados miembros siguen sin llegar a un acuerdo acerca de la renovación del uso del herbicida glifosato, cuya aprobación vence el 15 de diciembre. La Comisión Europea propuso ampliar 10 años más su utilización pero los países siguen sin dar el visto bueno. No será hasta noviembre cuando se vuelva a debatir sobre ello.
Los 27 votaron este viernes, en un Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos (Scopaff), la propuesta de la Comisión de renovar, por 10 años, el uso del glifosato, pero no se alcanzó la mayoría necesaria para aprobar o rechazar la propuesta, informó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
En consecuencia, la propuesta, que se basa en un dictamen emitido por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), se presentará al Comité de Apelación y se espera que debata y vote sobre la propuesta de la Comisión en la primera quincena de noviembre, precisó Bruselas.
El Ejecutivo que preside Ursula von der Leyen acució que «es necesario tomar una decisión sobre la renovación del glifosato antes del 14 de diciembre de 2023, ya que la aprobación actual expira el 15 de diciembre de 2023».
La Comisión está dispuesta a «agregar modificaciones» a su propuesta para intentar que la respalde una mayoría cualificada de países, dijo hoy en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea el portavoz para temas de Salud, Stefan de Keersmaecker.
El portavoz aclaró que si tampoco fuese posible lograr una mayoría cualificada a favor o en contra de la propuesta sería la propia Comisión la que «debe tomar una decisión basándose en los elementos de que dispone (...) estará en manos de la Comisión Europea».
Los productos que llevan esta sustancia química se utilizan principalmente en la agricultura y la horticultura contra la broza, que perjudica a los cultivos. Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó en 2015 sobre los riesgos cancerígenos del glifosato, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria y la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) aseguraron después tener evidencias científicas para clasificar el herbicida, el más utilizado del mundo, como no cancerígeno.
Así, tras dos años de polémicas, el herbicida glifosato de Monsanto recibió en 2017 el visto bueno para seguir siendo usado en la UE, aunque por un período más corto de lo normal, cinco años, en lugar del normal de 15, y el año pasado esa licencia fue renovada una vez más hasta el próximo 15 de diciembre a la espera de un informe de la EFSA.
Esa agencia europea concluyó el pasado julio que el nivel de riesgo no justifica la prohibición, siempre que el uso del pesticida se acompañe con medidas que los atenúen en la salud de los humanos, los animales y el medio ambiente, aunque el informe admitió que algunas cuestiones no pudieron ser evaluadas.
El director ejecutivo de la EFSA, Bernhard Url, reconoció que no disponen de «todos los datos» de esta sustancia que se comercializa desde hace cuarenta años, lo que «impide llegar a conclusiones sobre determinadas cosas».
Con ese informe en mano, el Ejecutivo comunitario propuso en septiembre pasado renovar la licencia del glifosato en la UE durante otra década, pero con «condiciones estrictas» con respecto, por ejemplo, a la protección de aguas subterráneas y de pequeños mamíferos. La propuesta de la Comisión es «fruto de una extensa investigación científica», en la que «se han evaluado 2.400 estudios», y la conclusión fue que «no existen riesgos importantes a tener en cuenta», afirmó hoy De Keersmaecker, que como curiosidad dijo que «el expediente sobre el glifosato contenía 180.000 páginas».
El pasado mes, un estudio encargado por el grupo de los Verdes en la Eurocámara y elaborado por la Red de Acción en Plaguicidas de Europa alertó de que aguas superficiales de una decena de Estados miembros de la UE están contaminadas con el herbicida glifosato.
Para elaborar el estudio, se tomaron muestras de aguas superficiales en 12 países de la UE (Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Francia, Alemania, Hungría, Países Bajos, Eslovenia, España, Polonia y Portugal), a finales de octubre de 2022, después de la temporada agrícola.
Aunque el uso de este herbicida está por ahora permitido en la UE, algunos países, como Bélgica, Austria, Francia y Alemania, han prohibido su uso a nivel individual.
En España, según Ecologistas en Acción, el 34,6 % de los puntos de muestreo de aguas superficiales en estaban contaminadas por el herbicida, en base a los datos de su informe 'Nadando en glifosato' publicado en 2022.