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Imagen aérea de la instalación fotovoltaica flotante del Canal en TorrelagunaCanal de Isabel II

Energía

La revolución energética de los paneles solares flotantes: «Generamos energía para abastecer a 1.400 hogares»

El Canal de Isabel II estrena una de las plantas fotovoltaicas flotantes más grandes de España. Ofrece mejoras en la eficiencia, además de reducir la evaporación

Ni el propio Gustave Eiffel podría imaginar el futuro de aquella pequeña central hidroeléctrica de Torrelaguna (Madrid) que su equipo ayudó a levantar. Fue en 1912 –solo habían pasado 23 años desde que su proyecto estrella se vistiese de gala en la Expo de París de 1889– cuando dejó su sello a modo de rayo en las barandillas de la escalera que bajan a las históricas turbinas Pelton.

El Canal de Isabel II mantuvo ese equipamiento original en funcionamiento hasta 1992 cuando se rehabilitó la central y se instaló un nuevo grupo, aunque se mantuvo tanto el entorno ajardinado, como el edificio antiguo y las máquinas.

Imagen de las turbinas Pelton en la Central hidroeléctrica de TorrelagunaCR

Jesús Urbieta es Ingeniero Industrial y trabaja en el Canal de Isabel II desde hace 17 años. Dirige el Área de Tecnologías Industriales. Son días intensos porque los medios quieren saber más de este pequeño oasis energético en la sierra de Madrid. Todo nació en su cabeza hace unos años y decidió proponer la instalación de paneles fotovoltaicos flotantes en algunas instalaciones del Canal.

Paneles flotantes

Con un chaleco salvavidas y mucho cuidado, Jesús nos invita a pasear en medio de los 3.700 paneles flotantes del depósito inferior. «Desde hace más de un siglo, en esta infraestructura se genera energía hidroeléctrica aprovechando los 150 metros de desnivel que existen entre el canal del Villar y el arranque del Canal Bajo, que parte de este depósito», cuenta mientras paseamos por uno de los pasillos de mantenimiento de la infraestructura flotante con el agua bajo nuestros pies.

En este entorno de la sierra madrileña se encuentran los depósitos superior e inferior del nudo hidráulico de Calerizas, donde confluyen aguas derivadas del embalse de El Villar (río Lozoya a través del Canal de El Villar), y del embalse de El Vado (río Jarama, a través del Canal del Jarama).

Jesús Urbieta, delante de la instalación fotovoltaica flotante del Canal de Isabel IICR

«Estamos en una de las plantas fotovoltaicas flotantes más grandes de España y la primera de la Comunidad de Madrid», explica, aunque el gran orgullo de este ingeniero es que es «la primera en España hibridada con una central hidroeléctrica».

Autoconsumo

«La energía está destinada 100 % al autoconsumo del Canal de Isabel II para producir la misma energía que la que necesitamos para potabilizar y depurar el agua», comenta. El éxito ha llevado a la empresa madrileña a seguir explotando ésta energía y ya hay «otras 34 instalaciones que están en enmarcadas dentro del plan estratégico del Canal que tiene un horizonte temporal hasta 2030», explica. «De ellas 26 ya están ejecución y otras ocho en previsión. Además todas ellas están cofinanciadas por la Unión Europea. Es un autoconsumo con excedentes, pero sobre el que nos acogeremos para hacer autoconsumos a través de red y así asignarnos los mismos a otras instalaciones, por ejemplo, los podremos asignar a los bombeos que tenemos en la zona del barrio de Fuencarral».

Queremos producir la misma energía que necesitamos para depurar y potabilizar aguaJesús UrbietaResponsable de la planta fotovoltaica flotante

Había varios retos, uno de ellos era comprobar el rendimiento de los paneles solares. «Tienen la capacidad para abastecer la energía anual del equivalente a 1.400 hogares y son instalaciones más eficientes que las instaladas en suelo, pero para nosotros es más importante demostrar la compatibilidad de esta tecnología con la operación del ciclo integral del agua. Con esta planta queremos comprobar que estas instalaciones tienen efectos positivos sobre las masas de agua. Por ejemplo, se reduce la evaporación por tener menor radiación solar incidente y habrá menor proliferación de microbiología que depende de la fotosíntesis», comenta.

Más energía en verano

Urbieta da un detalle importante y es que «en verano generan más energía que las de unas placas sobre cubierta o suelo, la mayor radiación solar en España es en verano y coincide con la mayor temperatura, cualquier sistema eléctrico se comporta peor cuanto mayor temperatura tiene, por lo tanto, aquí se consigue que, estando más cerca del agua, se refrigere. Conseguimos que cuando hay mayor radiación solar, la temperatura del agua refresca el módulo y se consigue entre un 10 % y un 15 % más de energía».

Detalle de las 3.700 placas solares instaladas en la central de TorrelagunaCR

Otro de los retos es llevar este tipo de instalaciones a embalses. Urbieta desvela cómo ha trabajado el Canal para llegar a eso, «antes de hacerlo en un embalse lo hemos llevado a un entorno contenido y controlado como es un depósito. Aquí analizamos la evaporación, las afecciones a la fotosíntesis de las algas y hemos valorado el diseño, cómo afectan agentes externos como el viento o las olas, o los caudales de avenida porque tienes que asegurar el correcto amarre de la instalación calculando que será compatible este amarre con el cambio de nivel al que se somete el embalse».

Desafío acuático

El desafío es enorme y hay secretos importantes porque «la escalera de fuera es rígida y, lógicamente, la planta se mueve con el viento. Hay que dejar libertad de movimientos en el medio», comenta Jesús. A la hora de pensar en un embalse hay que tener en cuenta que «aquí apenas hay cinco metros de desnivel entre la máxima y la mínima capacidad, pero en un embalse puede ser 25 metros de oscilación. La longitud de los cabos que sujetan la plataforma tendrá que estirarse hasta esos 25 metros de variación en un embalse. El amarre tiene que estar muy estudiado porque el riesgo está en que la planta no soporte los esfuerzos y se desplace hacia los los elementos sensibles de una presa».

Detalle de la escalera donde se aprecia el rayo que dejó Eiffel en la central de TorrelagunaCR

Canal es la empresa con mayor potencia instalada en generación de energía eléctrica de la Comunidad de Madrid y cuenta con un total de 109,31 megavatios distribuidos en más de 40 instalaciones de todas las fases del ciclo integral del agua, lo que la convierte en el mayor productor eléctrico de su sector en Europa.

La guerra de Ucrania y la inflación alteraron los presupuestos y pusieron en peligro este milagro energético, pero casi dos millones y medio de euros después se puede hablar ya de una realidad.

Dentro de los objetivos que tiene Canal de Isabel II, uno de ellos es hacer energéticamente sostenible el ciclo integral del aguaJesús UrbietaResponsable de la planta fotovoltaica flotante

Antes de abandonar este enclave, Urbieta recuerda que «dentro de los objetivos que tiene Canal de Isabel II, uno de ellos es hacer energéticamente sostenible el ciclo integral del agua, y esta instalación es una de las muchas con las que contamos para que los madrileños disfruten de un agua gestionada con energía 100 % renovable».