Calderas de condensación y bombas de calor, ¿qué sistema es más barato?

La descarbonización de los sistemas de calefacción europeos pasa por decidir qué nuevo sistema elegir para reducir el consumo y, lo más importante, si la energía va a ser generada desde orígenes fósiles o por energías renovables.

La sustitución del parque actual de calderas por bombas de calor como solución para la descarbonización residencial «no será posible en España», en palabras de Joan Batalla, presidente de Sedigas, por el tipo de edificación del país y, además, tendría un coste económico de 201.314 millones de euros.

Bombas de calor

• Principio de funcionamiento: son sistemas de calefacción que transfieren calor de un lugar a otro, en lugar de generar calor directamente. Utilizan un refrigerante para absorber calor del aire exterior o del suelo y luego lo distribuyen en el interior de la vivienda.
• Coste: requiere realizar una gran inversión. La bomba de calor (4.600 euros), equipo integrador (500 euros), sistema de regulación (250 euros), depósito (1.000 euros), instalación hidráulica (1.950 euros), suelo radiante (5.500 euros), mano de obra (4.200 euros). En total, unos 18.000 euros con ayudas pública de hasta 5.000 euros.
• Usos: pueden utilizarse tanto para calefacción como para refrigeración, ya que pueden invertir su ciclo de funcionamiento.
• Espacio: requiere espacio en la vivienda. La unidad exterior y la interior son grandes y no son fácilmente en muchas viviendas por su tamaño. En cocinas de 50 o 75 metros cuadrados no sería posible instalar la unidad interior de aerotermia. En cocinas de 105 metros cuadrados en adelante sí que sería posible.
• Exterior: la unidad exterior de la bomba de calor presenta problemas de instalación en fachadas, patios interiores porque la cercanía de equipos elevaría las temperaturas y en tejados de comunidades porque la pérdida de eficiencia con los pisos más bajos.

Calderas de condensación

• Principio de funcionamiento: son sistemas de calefacción que queman combustibles, como gas natural o propano, para generar calor. La diferencia principal con las calderas convencionales es que aprovechan el calor latente en los gases de escape, lo que las hace más eficientes.
• Eficiencia: son altamente eficientes, ya que aprovechan el calor que se perdería en una caldera convencional. Esto las hace adecuadas para climas más fríos donde se necesita una gran cantidad de calor.
• Usos: diseñadas principalmente para calefacción, y suelen combinarse con sistemas de agua caliente sanitaria para suministrar agua caliente en viviendas.
• Fuente de energía: los gases renovables pueden utilizar la red de gas actual y permiten la descarbonización del 100 % de la demanda en países como España con calderas de condensación.

Gasto

Según datos de Saunier Duval, el consumo anual de una bomba de calor con demanda total de aire acondicionado y calefacción sería de unos 500 euros, aunque son datos relativos que dependen de precio de la energía y los metros de la vivienda.

En el caso de las calderas de condensación se puede ajustar más el ahorro. En la web de Junkers detallan que «las calderas de condensación ahorran hasta un 15-20 % sobre el suministro de agua caliente a 80°C, y entre el 20 y el 30 % a 60°C. En edificios con calefacción por radiadores tradicionales, pueden conseguir un ahorro de energía que supera el 25 %».