Economía UE
La rentabilidad sobre fondos propios de la banca europea está por debajo del coste del capital
Al Banco Central Europeo le preocupa un posible efecto contagio tras el colapso de Silicon Valley Bank en Estados Unidos el pasado marzo
El presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo, Andrea Enria, ha pedido este martes que se preste atención al diseño de los impuestos sobre los beneficios extraordinarios de la banca para evitar que vayan en detrimento de la rentabilidad de las entidades y de sus posibilidades de reforzar capital.
En España, el acuerdo de investidura suscrito por PSOE y Sumar prevé revisar el impuesto a la banca con la intención de mantenerlo más allá de los dos años inicialmente previstos.
En la actualidad, este grava a un tipo del 4,8 % los ingresos por intereses y comisiones de los bancos en España que tuvieron más de 800 millones en ingresos por este concepto en 2019.
A esto se le suma el ‘impuesto a los ricos’, avalado por el Tribunal Constitucional con tan solo cuatro votos en contra.
En su última comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara antes de dejar el cargo a final de año, Enria añadió que este tipo de impuestos no ayudan a dar una imagen más atractiva a los bancos europeos y su valoración en el mercado, lo que puede tener repercusiones a la hora de captar capital.
Con relación a los impuestos introducidos en España a principios de este año o en Italia unos meses después, Enria ha pedido precaución a la hora de diseñarlo porque «muchas gravan los ingresos por intereses y no los beneficios, de modo que no tienen en cuenta otros elementos que afectan a la rentabilidad», como el aumento de los costes de personal por la inflación.
Evitar efecto contagio
No ha querido evitar opinar sobre la «percepción de que los bancos están obteniendo beneficios extraordinarios», ya que considera que las entidades no están ganando más de lo que les cuesta el capital por lo que «el mercado aún percibe que no son suficientemente rentables».
Como ejemplo, ha puesto el Silicon Valley Bank que entró en bancarrota afectado por la caída brusca de las valoraciones de las grandes empresas tecnológicas. «Me preocupa la cuestión de la valoración y atractivo de los bancos como inversiones», ha declarado.
La entidad entró en pérdidas e intentó buscar una inyección de capital por parte de sus accionistas, pero debido al bajo precio de los títulos, estos habrían visto «enormemente diluida» su inversión por lo que rechazaron la inyección y el banco entró en bancarrota en 24 horas.
Según datos del Banco Central Europeo, la rentabilidad sobre fondos propios (ROE) de la banca europea alcanzó el 10 % en la primera mitad de 2023, un nivel «récord desde el inicio de la unión bancaria», pero «todavía por debajo del coste del capital», que sigue por encima del 13 %.
El 20 de septiembre se aceptó la candidatura de la alemana Claudia Buch como máxima supervisora del BCE tras una dura comparecencia, en la que algunos plantearon objeciones sobre la legalidad de su nombramiento y sus cualificaciones. Buch ocupa hasta que se retire Andrea Enria una de las vicepresidencias del Deutsche Bank.