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Bizum

La Unión Europea obligará a sus bancos a implementar sistemas de pago instantáneo como Bizum

Como parte de la iniciativa, la UE aumentará las garantías y medidas de seguridad de los sistemas que ya existen

Los pagos en la Unión Europea están a punto de cambiar, siguiendo un camino trazado por España. La Unión Europea ha llegado a un consenso en el marco de la presidencia española para instaurar una normativa que obliga a todas las entidades bancarias a proporcionar servicios de pago inmediato, al estilo del sistema Bizum de España.

Este acuerdo busca ampliar las opciones de pago para consumidores y negocios, fomentando la eficiencia y la autonomía estratégica dentro del sector financiero europeo. En este sentido, el pacto incluye que, si se aplica algún coste a la transacción, esta no deberá ser superior a la que la entidad bancaria aplica sobre una transferencia estándar.

A su llegada a la reunión del Eurogrupo en el Consejo Europeo, Nadia Calviño celebró este acuerdo, como un «éxito» de la presidencia española, «muy importante para los ciudadanos».

El reglamento, que todavía necesita la aprobación definitiva tanto del Parlamento Europeo como de los gobiernos de los Estados miembros, promete una revolución en las transacciones diarias. Se espera que las nuevas normas se apliquen después de un periodo transitorio que varía entre uno y tres años y medio, dependiendo de si los países pertenecen o no a la zona euro.

El panorama actual muestra que solo el 11 % de las transferencias en Europa son instantáneas, una cifra que palidece en comparación con el 90% de países como Brasil o India. Además, el costo de estas operaciones es desorbitado en ciertos estados miembros, alcanzando en algunos casos hasta los 30 euros.

Con la implementación de este reglamento, se liberaría una cantidad significativa de capital que diariamente queda 'en tránsito' dentro del sistema financiero, sumando casi 200.000 millones de euros.

El reglamento establece dos puntos clave: en primer lugar, aquellas entidades que ya ofrecen transferencias estándar deberán ahora asegurar la disponibilidad de su versión instantánea para sus clientes.

En segundo lugar, dicta que el coste de los pagos instantáneos no debe ser superior al de las transferencias convencionales, con el objetivo a largo plazo de que estos no impliquen coste alguno.

Impulsar el nuevo sistema

Para reforzar la confianza en este nuevo sistema, se impondrán medidas de seguridad adicionales. Los proveedores de servicios de pago tendrán la obligación de comprobar que el número de cuenta bancaria (IBAN) y el nombre del beneficiario coinciden con los datos suministrados por el pagador.

Esto pretende prevenir posibles errores o fraudes antes de ejecutar el pago. En caso de discrepancia, el banco tendrá que informar al cliente, siendo responsable de compensar cualquier daño financiero si no cumple con esta obligación.

Como medida preventiva adicional contra el fraude, se permitirá a los usuarios establecer un límite máximo para las transferencias instantáneas, que podrán modificar antes de realizar la siguiente operación. Con estas salvaguardas, la UE da un paso adelante en la modernización y seguridad de su sistema de pagos.