Por qué Shakira tira la toalla allí donde ganó Xabi Alonso o cuándo hay que saber enfrentarse a Hacienda

Apenas unas semanas después de que el Constitucional ratificara la absolución a Xabi Alonso por fraude fiscal entre 2010 y 2012, Hacienda ha llegado a un acuerdo con Shakira, que pagará una multa millonaria a cambio de eludir la prisión. Se trata de las dos caras de la misma moneda y los expertos recomiendan tener todo muy atado en caso de atreverse a pleitear con la Agencia Tributaria, ya que el desgaste tanto económico como emocional puede llegar a ser desesperante.

La cantante colombiana pagará casi 8 millones de euros para evitar los tres años de cárcel que le había impuesto la audiencia de Barcelona, tras reconocer el fraude de 14,5 millones de euros a Hacienda entre los años 2012 y 2014.

«Tenía dos opciones: seguir peleando hasta el final, hipotecando mi tranquilidad y la de mis hijos, dejar de hacer canciones, álbumes y giras, sin poder disfrutar de mi carrera y las cosas que me gustan, o pactar, cerrar y dejar atrás este capítulo de mi vida mirando hacia adelante», señaló Shakira citada en el comunicado.

Hace cuatro semanas, en cambio, el Tribunal Constitucional se pronunciaba a favor de Xabi Alonso en la disputa que desde años mantiene con la Agencia Tributaria, que le acusaba de fraude fiscal por valor de dos millones de euros durante los años 2010, 2011 y 2012.

La lista de denunciados por Hacienda es interminable. Desde Lola Flores a Ibai Llanos, no hay prácticamente un personaje público que no haya pasado bajo la lupa del fisco y muy pocos han tenido los arrestos para hacerle frente.

«Lo más común es intentar llegar a un pacto ya que, cuando se ha llegado a juicio, Hacienda ha acabado perdiendo», explica Rubén de Gracia, CEO de Elitelia.com, una firma de consultoría fiscal especializada en grandes patrimonios.

La mayor parte de investigaciones de Hacienda contra los famosos se suelen centra en las sociedades de derechos de imagen o royalties, y las sociedades instrumentales. Las primeras son comúnmente utilizadas por los futbolistas y sirven para tributar parte de esos derechos en el extranjero, normalmente en países con una carga impositiva menor que la española. El problema es que a la Agencia Tributaria le resulta muy sencillo comprobar que los acusados -deportistas, en su gran mayoría- han estado el tiempo mínimo exigido por la ley en el país para que se le aplique la legislación.

En el caso de las sociedades instrumentales, gestionan el trabajo como autónomo y suelen ser las elegidas por actores, cantantes y miembros de la farándula en general. De esta manera dejan de pagar el 45 o 47 % de IRPF a pagar el 25 % de impuesto sociedades. Son estructuras completamente legales, siempre que haya «sustancia», como la definen en el mundillo fiscal, como empleados contratados o algún tipo de producción.

«Si los motivos son solo tributarios, acabas teniendo problemas», comenta De Gracia que reconoce que, aunque en caso de que hayas dudas siempre se tienen las de ganar, «si eres famoso vas a tener presión mediática, una investigación... Al final prefieren llegar a un acuerdo y eso Hacienda lo sabe», añade.

Los inspectores reciben un bonus del 25 % del sueldo por realizar las inspecciones, ganen o pierdan

A esto se le añade el 'exceso de celo' de los investigadores de la Agencia. Y es que los inspectores reciben un bonus del 25 % del sueldo por realizar estas inspecciones, ganen o pierdan, lo que suponen 200 millones de euros al contribuyente.

«Hacienda lo va a intentar, porque no pierde nada. Pero no siempre lo tienen tan bien montado. La clave es tener todo documentado y con una razón de ser. Si dejas miguitas de que estás haciendo cosas que no debes con la estructura que has creado, ahí tendrás problemas», afirma este experto de Elitelia.com.

Otro de los motivos por los que los famosos prefieren no pleitear es por el monto de las sanciones. En caso de ir a juicio y perder, la sanción puede llegar a ser del 50, el 100 o el 150 % de lo que Hacienda ha dejado de ingresar, mientras que los acuerdos -como en el caso de Shakira- suelen ser a medida: con una cantidad pactada a cambio de quitar la pena de cárcel. «Alonso, por ejemplo, llegó al Constitucional, pero no todo el mundo tiene las ganas, la certeza o el equipo para ir a por todas, así que prefieren pactar», concluye De Gracia.