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El ya exministro de la Seguridad Social, José Luis EscriváDiego Radamés / Europa Press

Los tres 'impuestazos' de la reforma de pensiones que van a disparar los costes laborales

El Mecanismo de Equidad Intergeneracional, el aumento de la bases de cotización y la cuota de solidaridad supondrán un gasto extra para empresas y trabajadores

Cuando el ya exministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, presentó la reforma de las pensiones, calificó de «ajuste modesto» el aumento de la carga tributaria incluido en la nueva norma. Lo cierto es que, para algunos sueldos, supone un aumento de hasta el 9 % de los costes laborales, todo un golpe a la competitividad de las empresas españolas.

Tiene mérito el nuevo titular de Transición Digital al incluir unos tributos puros y duros –que no ofrecen derechos– como si fueran contribuciones al sistema. Lo cierto es que la reforma incluye para todos los afiliados una aportación extra del 1,2 % a través del llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) que se asumirá entre la empresa (1 %) y el trabajador (0,2 %).

Este impuesto disfrazado de descuento iba a estar vigente hasta 2033, pero tras el rapapolvo de Bruselas el Gobierno lo extendió hasta 2050

Este impuesto disfrazado de descuento iba a estar vigente hasta 2033 pero, tras el rapapolvo de Bruselas, el Gobierno lo extendió, al menos, hasta 2050. Además, la reforma contempla su endurecimiento en 2025 si no se logran sacar adelante las medidas de ajuste necesarias. Es decir, ya sea por lo civil o lo criminal, trabajadores y empresas ya pueden esperar un nuevo estacazo dentro de dos años.

Luego está el incremento de cotización sobre la base máxima, cercana a los 54.000 euros. A partir de ese sueldo, aumentará otro 1,2 % por encima de la pensión máxima, por lo que no se puede considerar contributivo de ninguna manera. Además, a estos salarios se les aplicará la llamada cuota de solidaridad, que será de entre el 5,5 y el 7 % de la diferencia entre el total y la base máxima.

En esta tesitura, los costes laborales aumentarán un 7 % para sueldos por encima de la base máxima y hasta un 9 % a partir de los 65.000 euros. Con una competitividad por debajo de la media europea y la tasa de desempleo más alta de toda la Unión Europea, el Gobierno sigue exprimiendo a trabajadores y empresarios.