Una fiscalidad confiscatoria
Aluvión de consultas para mudarse al extranjero tras el aval del Constitucional al impuesto a los ricos
Los despachos constatan un aumento del interés pero dudan de que se acabe materializando en un volumen alto de traslados
El reciente aval del Tribunal Constitucional a la tasa de solidaridad a las grandes fortunas ha vuelto a despertar el interés entre los altos patrimonios españoles por informarse sobre cómo cambiar de residencia y fijarla en países extranjeros con condiciones fiscales más ventajosas. Así lo confirman casi media docena de despachos consultados por El Debate, que recalcan, no obstante, que creen que pocos finalmente acabarán dando el salto.
El tributo fue recurrido por los gobiernos autonómicos de Madrid, Andalucía y Galicia. La mayoría del TC, capitaneada por la ponente progresista María Luisa Balaguer, les dio carpetazo argumentando que dicho impuesto no supone una invasión por parte del Estado de las competencias autonómicas en materia fiscal. Como consecuencia, varias regiones han puesto en marcha la reactivación del impuesto de patrimonio, para evitar que la recaudación vaya al Gobierno central.
«Preguntan para informarse, pero no acaban de dar el paso a trasladarse», explica a El Debate Rubén Gimeno, director del servicio de estudios del Registro de Economistas Asesores Fiscales, Reaf. «Preguntan, pero no lo hacen», detallan desde una asesoría. «Lógicamente es algo que desincentiva la residencia en España, si bien hay opiniones e impactos diversos al respecto», apunta el CEO de un fondo de inversiones especializado en altos patrimonios.
Portugal intenta atraer patrimonio
Tras la decisión del Tribunal Constitucional, a principios de noviembre, Portugal ha puesto en marcha una prórroga de un año al régimen de residentes no habituales, la conocida popularmente como «golden visa», con condiciones fiscales muy ventajosas para quien traslade su residencia, como un tipo único del IRPF del 20 %. Se trata de una medida dirigida a actividades «de alto valor añadido», en particular científicos o investigadores, pero también asesores fiscales, profesionales liberales, administrativos o gerentes de empresas que creen puestos de trabajo.
Aún así, el principal país de interés para los ricos españoles es otro país vecino. «A mí me preguntan por Andorra. Pero no de hoy, desde hace años», comentan desde otra firma del sector. En el Principado no solo no hay impuesto de patrimonio o de sucesiones, sino que el IVA es del 4,5 % y no se paga IRPF hasta 24.000 euros. A partir de ese escalón, se tributa un 5 % hasta 40.000 euros y un 10 % a partir de esa cantidad. En España, a modo de comparativa, se paga un 37 % de 35.200 a 60.000 euros y un 45 % en adelante.
«A mí me preguntan por Andorra. Pero no de hoy, de hace años»
«Hubo preguntas y las ha vuelto a haber», comenta Alejandro Miguélez, coordinador del Grupo de Expertos en Derecho y Garantías de los Contribuyentes de Aedaf, la Asociación Española de Asesores Fiscales. Según detalla, ya se produjo un repunte importante cuando el tributo se implantó, a finales del año pasado. «Hay gente que se está desplazando ahora y también hay gente que ya se desplazó entonces», afirma.
El impuesto a las grandes fortunas recaudó623 millones de euros en 2023, un 60 % menos de lo que estimaba inicialmente Hacienda, en gran parte por un error de diseño del ministerio de María Jesús Montero, que no tuvo en cuenta el impacto de la bonificación al 100 % del impuesto de patrimonio en algunas autonomías. La inmensa mayoría de la recaudación, 555 millones de euros, se registró en Madrid, seguida de Andalucía, con 29,7 millones, y Galicia, con 9,8 millones recaudados.
«No hay dos casos iguales»
Entre los 5.000 grandes patrimonios expuestos al tributo hay quién tiene más sencillo el traslado de residencia. «No hay dos casos iguales», afirman los expertos. Y es que para poder efectuar un cambio de domicilio fiscal se deben cumplir dos requisitos. El primero, pasar más de 183 días al año fuera del país. Y el segundo, independiente del primero, que España no sea el núcleo principal de mis intereses económicos.
«Si tengo una cartera de valores, puedo llevármela a Milán y mudarme allí y ya está. Pero si soy director general de una empresa en Toledo y yo mi cónyuge tenemos todas las acciones, lo voy a tener complicado, por mucho que me compre un piso en París», ejemplifica Miguélez.
El experto, también of counsel del despacho Andersen, lanza un consejo para aquellos «afortunados» que tienen un patrimonio neto superior a los tres millones de euros a los que apunta el tributo. «Si te vas, vete de verdad y busca un buen asesoramiento», asegura. De lo contrario, el riesgo es exponerse a una fuerte multa de Hacienda. «Si mientes te puedes encontrar con una querella y con un problema fiscal gordo», recalca. «En estas cosas no se puede mentir».