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La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño

Italia no apoyará la candidatura de Calviño al Banco Europeo de Inversiones

Italia es una de las tres grandes naciones del BEI, junto a Francia y Alemania, y su apoyo es decisivo

El Gobierno italiano no apoyará la candidatura de Nadia Calviño al Banco Europeo de Inversiones (BEI), lo que complica los planes de la vicepresidenta española.

Italia ha decidido apoyar a Margrethe Vestager, lo cual pone en jaque la candidatura de Calviño, hasta ahora considerada favorita para el puesto.

Italia se inclinará hacia Vestager si su candidato actual, el exministro Daniele Franco, no resulta exitoso.

De momento, el ministerio italiano de Finanzas mantiene una postura ambigua, insistiendo en que continúan apoyando a Franco. Este juego diplomático ocurre de cara a una reunión en Bruselas de los ministros de Finanzas de la Unión Europea. Aunque el tema principal será el futuro de las reglas fiscales de la Unión, se espera que también aborden la cuestión del BEI.

Vincent van Peteghem, ministro belga de Finanzas y actual presidente del consejo de gobernadores del BEI, ha aumentado la presión sobre los grandes accionistas, especialmente Francia y Alemania. En la reunión de noviembre, Van Peteghem expresó la necesidad de que los accionistas aclaren su posición, una declaración que apunta indirectamente a países como Francia y Alemania, así como a Italia.

Otros fuertes apoyos

En este contexto, la postura de Alemania ha sido ambigua. Aunque el canciller alemán, Olaf Scholz, mostró su apoyo a Calviño durante un encuentro de socialistas europeos en Málaga, el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, ha presionado para apoyar a Vestager, quien recientemente fue ovacionada en un congreso de Los Verdes, parte de la coalición de gobierno en Alemania.

Por otro lado, Francia se ha mantenido en silencio, sin revelar sus preferencias. Como la decisión de Italia equilibra la balanza, posición de Bruno Le Maire, ministro de Finanzas francés, será decisiva en este proceso y supondrá el desempate.

La importancia de los países grandes en esta elección es clave, ya que para ser elegido presidente del BEI, se necesita el apoyo de 18 países que representen al menos el 68 % del capital. Alemania, Francia e Italia son los tres grandes accionistas, cada uno con el 18.8 % del capital, seguidos por España, Países Bajos y Bélgica.

Además de Calviño, Vestager y Franco, otros candidatos como Teresa Czerwinska de Polonia y Thomas Ostros de Suecia, ambos vicepresidentes del BEI, están en la carrera. El papel de Polonia también será clave en el desenlace de esta elección.

El proceso se ha prolongado más de lo previsto, generando rumores en Bruselas sobre la posibilidad de que esta elección se mezcle con la elección de la sede de la Autoridad Europea de Lucha contra el Blanqueo de capitales (AMLA).

Sin embargo, Calviño ha insistido en separar ambos procesos. La sensación en Madrid es que tanto Calviño como el Gobierno español confiaban en tener la elección asegurada, especialmente después del apoyo expresado por Scholz en Málaga. Sin embargo, el cambio de dirección de Italia ha generado dudas sobre el futuro de Calviño y su posición dentro del Gobierno del PSOE.