Doce claves para invertir en 2024
Del oro a la renta fija o variable, los expertos esperan buenas oportunidades para el año próximo
La economía española cerrará 2023 con un crecimiento del 2,5 %, mientras que en 2024 se moderará hasta el 1,4 %. Así lo estima Deutsche Bank, que destaca pese a todo que la economía española se comportará mejor que el conjunto de la zona euro. Todo ello en un escenario en el que los tipos de interés se mantendrán estables e incluso podrían empezar a bajar a partir de la segunda mitad del año, según estimaba recientemente Ibercaja Gestión.
«Aunque la economía mundial pueda debilitarse ligeramente a corto plazo, se espera que la inflación se mantenga firme debido a una serie de factores, como la continua rigidez de los mercados laborales», asegura Rosa Duce, Chief Investment officer de Deutsche Bank en España Así las cosas, «los tipos de interés se mantendrán altos a ambos lados del Atlántico y los bancos centrales iniciarían sus ciclos de recortes a lo largo de 2024».
La entidad espera una inflación todavía del 2,9 % en 2024 en la zona euro y que el BCE mantenga sin cambios sus tipos de interés durante el primer semestre de 2024. En Estados Unidos, según las previsiones, la inflación se situará en el 2,8 % (media anual) el próximo año, debido a una menor actividad y a un debilitamiento del mercado laboral.
En renta fija considera que la mejora prevista de las condiciones crediticias a finales de 2024 beneficiará al crédito IG (Investment Grade) en dólares, mientras que el entorno económico benigno favorecerá al crédito IG (Investment Grade) denominado en euros, según ha explicado Deutsche Bank en un comunicado. Aunque los niveles de rentabilidad seguirán siendo elevados en los bonos High Yield en dólares, los posibles problemas de refinanciación de los emisores de menor calificación reducirán su atractivo en 2024. Asimismo, se espera un estrechamiento de los diferenciales en los bonos soberanos y corporativos emergentes.
En renta variable es probable que las bolsas sigan muy influidas por la evolución de la renta fija. En general, a largo plazo, la caída de los rendimientos de los bonos debería ser favorable, en particular para las empresas de pequeña capitalización, afectadas por el aumento de los costes de financiación. Los valores sustitutivos de los bonos, como las utilities, también deberían obtener mejores resultados, aunque probablemente, habrá que esperar a que los bancos centrales den más señales de que iniciarán el ciclo de rebajas de tipos.
Las doce claves de inversión para 2024 según deutsche bank
- (Geo)política - Juegos de poder. Los acontecimientos políticos internos influyen cada vez más en las agendas de la política exterior, y 2024 será el año electoral más importante de la historia.
- Economía – La inversión crea competitividad. En 2024 se espera un crecimiento moderado de las economías industrializadas. El reto a largo plazo sigue siendo la inversión para mejorar la competitividad económica y luchar contra el cambio climático.
- Inflación – Primera etapa superada. La inflación se está moderando, pero se mantendrá por encima de los objetivos de los bancos centrales en 2024. Llevará tiempo ganar esta batalla.
- Bonos - Los tipos reales importan. El aumento de los rendimientos ha vuelto a situar a los bonos en el centro de atención de los inversores y los bonos Investment Grade podrían ser la estrella. Se prefieren los bonos corporativos a los bonos del Estado debido a la recuperación de la rentabilidad y a los sólidos fundamentales.
- Divisas: Cuidado con lo que deseas. Probablemente no sea un gran año para los movimientos de las divisas, pero las razones subyacentes de su fortaleza seguirán siendo importantes: no siempre es beneficioso.
- Acciones - El crecimiento tiene un precio. Se espera un sólido crecimiento de los beneficios en todo el mundo en 2024. Sin embargo, las expectativas de tipos más altos durante más tiempo pueden frenar la expansión de las valoraciones.
- Sectores - Apostar por la tecnología. Los valores estadounidenses en crecimiento siguen siendo probablemente la mejor opción a largo plazo. Los valores financieros europeos y japoneses también podrían ser atractivos, así como los de consumo discrecional, industriales y energéticos.
- Materias primas - Las relaciones comerciales importan. Es probable que los precios del petróleo suban, a pesar de un crecimiento económico moderado. El impacto de la oferta y la demanda es más evidente en los metales industriales.
- Alternativos - Valor respaldado por los activos. Todavía hay muchas razones para que nos gusten los valores alternativos, que también pueden ser una buena fuente de diversificación de la cartera. Las infraestructuras tienen muchos méritos.
- ESG. La inversión ESG se ha generalizado, con implicaciones para el rendimiento. La transición energética puede marcar el camino hacia la inversión en la economía sostenible.
- Riesgos – El riesgo de reducir los riesgos. Las medidas para crear estabilidad pueden crear nuevos riesgos. Los tipos siguen en nuestro radar.
- Cartera - Optimismo equilibrado. La atención a largo plazo debe centrarse en el crecimiento. Reconsiderar los bonos, vigilar los riesgos de la renta variable y diversificar siempre.
«En términos de rentabilidad, la renta fija será un activo muy interesante en 2024 y en renta variable la atención seguirá centrada en las perspectivas de beneficios empresariales, que podrían aumentar en términos anuales en los próximos trimestres y, por lo tanto, a lo largo del próximo año», ha explicado Alejandro Vidal, responsable del equipo de Investment Managers de Deutsche Bank España. En esta línea, dado que es probable que la política monetaria de la Fed y del BCE se muevan al unísono, con rebajas en ambos casos de 75 puntos en el año, «prevemos que el EUR/USD se sitúe en 1,10 a finales de 2024», concluye.
A medida que los bancos centrales pasen de las subidas de tipos a los recortes, el oro debería beneficiarse en el mercado de materias primas. Igualmente, respecto a los precios del petróleo, se espera que los miembros de la OPEP continúen con sus recortes de producción a corto plazo y es probable que los precios suban modestamente, si bien los riesgos geopolíticos podrían desencadenar otros movimientos.