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Fernando Rayón
Fernando RayónMucha tela

La ronda de Moncloa, Nadia e Indra, y Sánchez batiendo récords de gasto en armamento

Batallas con el empresariado y batallas en propio Gobierno. Y es que en las cosas de la economía lo de cambiar de opinión resulta que cuesta mucho dinero

Actualizada 09:02

Calviño

CalviñoPaula Andrade

Últimamente JP Morgan es la pimienta de todas las salsas. Lo mismo se encarga de vender el 30 % de Planeta que de aflorar el 10,5 % del capital de Indra (unos 267 millones más o menos).

Si la semana pasada contábamos que Indra estaba en máximos históricos en la bolsa, esta semana ya se ha salido con un rebote del 3 % el lunes –la mayor subida del Ibex 35– y todo a la espera de los movimientos que conocimos los días siguientes y de la reunión de su consejo de administración.

JP Morgan lo mismo se encarga de vender el 30 % de Planeta que de aflorar el 10,5 % del capital de Indra

Que el banco americano comunicara el miércoles su participación del 10,585 % en la compañía puntera de defensa presidida por Marc Murta tampoco ha sido casual. Con la operación, JP Morgan se convertía en el segundo accionista de Indra, solo por detrás de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), y por delante de los Escribano, Ángel y Javier, los amigos del Presidente del Gobierno, que la semana pasada alcanzaron el 8% del capital. Pero, como al final todo se sabe, descubrimos que los Escribano compraban con pólvora del rey (la de los Jipi) en una inversión que va a ser muy rentable para los dos. Pero, pero, por esta operación –y algunas más– el empresariado español se mosqueó y comenzaron las llamadas desde el viernes a Nadia Calviño.

Contaba Jesús Cacho el pasado fin de semana una llamada de Javier Solana a Isidre para comer. El ex ministro le adelantaba al banquero que quería trasladarle una propuesta «que no podría rechazar». Y aunque El Padrino sea ya un clásico con telarañas, Fainé se dio cuenta enseguida de que en Moncloa querían algo. No tuvo que esperar mucho.

Y aunque El Padrino sea ya un clásico con telarañas, Fainé se dio cuenta enseguida de que en Moncloa querían algo

Efectivamente, el martes pasado, el presidente de Criteria y de la Fundación La Caixa era recibido en Moncloa a petición del Presidente del Gobierno. Iba a pecho descubierto. Bueno… un decir. Para entonces ya sabía que también desfilarían por el palacio algunos de sus compis de campanillas. Tanta compra y venta; tanto movimiento en empresas hasta entonces tildadas de estratégicas les tenía sorprendidos y descolocados. Y lo del ERE de Telefónica fue ya el remate.

Tanto que Nadia Calviño se fajó con Pedro Sánchez para que –de martes a jueves– mantuviera reuniones con los empresarios para tranquilizarlos y «poner las cosas en su sitio». Acompañaba al Presidente del Gobierno y a su Vicepresidenta Primera Manuel de la Rocha, Jefe de Asuntos Económicos del Gabinete de la Presidencia. Tomen nota por si a Nadia le salen las cuentas francesas y por fin se va al Banco Europeo de Inversiones. Pero vamos con las reuniones.

Nadia Calviño se fajó con Pedro Sánchez para que mantuviera reuniones con los empresarios para tranquilizarlos

En ellas salió de todo. Que por qué JP Morgan había financiado con 200 millones a los Escribano; que a qué venía ahora que esta banca americana comprara otro 2,5 % en Indra; que los Escribano vendían tanques a Arabia Saudí y que los árabes habían entrado en Telefónica de mala manera… los negocios de Indra.

No era para menos. Mientras las empresas españolas -léase Ferrovial, ACS, Endesa y otras- vendían sus joyas de la corona para hacer caja, resulta que, en esta misma semana, a Indra le caía del cielo -nunca mejor dicho- el contrato de un sistema digital para la torre control del aeropuerto de Vancouver (Canadá); y otro contrato del Ministerio de Defensa español. Por cierto que este último, negociado sin publicidad, solo podía ser ejecutado -según Defensa- por la compañía presidida por Marc Murtra por la ausencia de «competencia por razones técnicas». Olé.

El reproche más repetido fue sobre el acuerdo firmado entre el PSC y Junts

También alguno más de los invitados se refirió a los ínclitos Escribano Mechanical & Engineering. A los más de 50 millones de euros en contratos que han recibido desde 2021 (desde que está Pedro Sánchez) por no citar aquel otro de Sanidad de 36 millones de euros para respiradores, algo que nunca más volvieron a fabricar.

Pero hubo más reproches entre los empresarios. El más repetido fue sobre el acuerdo firmado entre el PSC y Junts para que las empresas volvieran a Cataluña. No es que nadie dijera en Moncloa que están pensando en volver. Es que no les gustó siquiera que socialistas y nacionalistas se comprometieran en el asunto. Pero es un hecho que Junts lo pidió, Esquerra también, y a Félix Bolaños todo le parecía estupendo: como si había que hacerse del Barça.

A Yolanda Díaz le dio un ataque de cuernos y decidió subir el subsidio del paro y disparar el número de beneficiarios

También recuerdo que dijimos que este nuevo gobierno, con tantos ministros y tan poca cabeza, iba a tener problemas desde el primer día. Y aunque no soy profeta, estaban en Moncloa apagando el fuego de los empresarios cuando a Yolanda Díaz -que estaba al loro de las visitas- le dio un ataque de cuernos y decidió subir el subsidio del paro y disparar el número de beneficiarios. Economía y Trabajo llevan más de un año negociando un acuerdo que podría afectar a 710.662 personas. Pero eso de deslocalizarla en las entrevistas con los empresarios no le gustó. ¡Con las fotos tan estupendas que se hacía con ellos!

Pues bien, Yolanda y su equipo dijeron que lo que Calviño había puesto encima de la mesa eran recortes, y que ella «no lo pensaba tolerar». Vamos, que no ha querido ni esperar a que Nadia se fuera a Europa. Toda una declaración de intenciones porque quizá también sabe quién ha ganado hasta ahora en estas guerras. Pero sin duda un síntoma de lo que nos espera.

Yolanda y su equipo dijeron que lo que Calviño había puesto encima de la mesa eran recortes

Batallas con el empresariado y batallas en propio Gobierno. Y es que en las cosas de la economía lo de cambiar de opinión resulta que cuesta mucho dinero. Y eso duele aunque no sea tuyo. Esto Sánchez ya lo sabe. Y quizá por eso, ha pensado que 2024 va a ser fundamental para el Gobierno en materia de defensa. Él, que se presentaba como gran pacificador, va a pasar a la historia como el Presidente que más dinero ha destinado a armamento. Y ahí ha metido a todos sus amigos. Y en Indra todos felices. Incluyendo a Josep Oughourlian, el dueño de Prisa, que lo tendrá que contar.

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