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La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.Eduardo Parra - Europa Press

Dinamarca e Italia, últimos obstáculos para Calviño en su candidatura al BEI

Mientras que los daneses han manifestado su apoyo a la candidata Margrethe Vestager, los italianos respaldarían a su propio candidato, Daniele Franco, en vez de a Nadia Calviño

Parecía que estaba claro, pero no; aunque Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno desde julio de 2021 y ministra de Economía desde junio de 2018, parecía encarrilada como candidata estrella para la presidencia del Banco Europeo de Inversión, Dinamarca se ha interpuesto en su camino al reiterar su apoyo a su propia candidata, Margrethe Vestager.

La candidatura de Calviño había sido respaldada por el ministro de Finanzas belga, Vincent Van Peteghem, quien actualmente dirige el proceso de selección del nuevo presidente del BEI.

«Bélgica , que actualmente tiene un papel mediador, confía en que Calviño logre la presidencia y alcance un compromiso», había compartido un funcionario belga. Sin embargo, el apoyo de Bélgica a Calviño no garantiza su éxito.

El gran obstáculo parece ser Dinamarca quien, representada por su ministro de Industria, Morten Bødskov, ha reiterado su apoyo a Margrethe Vestager, una figura prominente en la política europea.

Bødskov declaró: «Dinamarca sigue apoyando a Margrethe Vestager para el cargo de nueva presidenta del BEI. El gobierno danés ha señalado, repetidamente, que queremos una rápida aclaración sobre el futuro presidente del BEI. Entendemos que Margrethe Vestager también ha pedido eso. Bélgica es responsable de organizar el proceso y ahora les hemos pedido aclaraciones.»

Apoyos inciertos

Sus palabras entorpecen el camino de Calviño y reflejan la profunda división entre los miembros de la UE en cuanto a quién debería liderar el BEI. Aunque Calviño ha obtenido el jugoso apoyo del canciller alemán, Olaf Scholz, este respaldo se ha manifestado con reservas y alguna que otra condición.

Por ejemplo, durante la reunión de los socialistas europeos en Málaga, Scholz expresó su apoyo a Calviño, pero su ministro de Economía, encargado de votar, parece preferir a Vestager.

La candidatura de Calviño también se ve afectada por la percepción de que el gesto de Van Peteghem era más un intento de desbloquear el proceso que una señal de apoyo decisivo. ¿El motivo? Calviño aún no cuenta con el apoyo garantizado de 18 países, el mínimo necesario. Además, al menos otros diez países, incluyendo Italia y Polonia, han criticado la maniobra de Bélgica.

Italia, en particular, tiene a su propio candidato, Daniele Franco. Pero si este falla, el gobierno de Meloni se decantará por la danesa Vestager, arrebatando a Calviño un respaldo clave.

Para ser elegida, Calviño necesita el apoyo de al menos 18 de los 27 miembros de la UE, representando al menos el 68% del capital del Banco. Frente este contexto, los apoyos que aún no se han manifestado, particularmente el de Francia, cobran un valor importante en el delicado equilibrio de poder en la UE.

Es Pedro Sánchez quien se enfrenta al desafío de negociar estos apoyos. Sobre la mesa está también la futura ubicación de la agencia antiblanqueo, a la que aspira Madrid. La propia Calviño ha asegurado no obstante que se trata de «dos procesos que no tienen relación» al ser preguntada sobre si se utilizará como moneda de cambio para asegurar su candidatura al BEI. Otras capitales, como París, también aspiran a acogerla.

Esta maniobra se produce tras la elección de Claudia Buch, de Alemania, para liderar el Mecanismo Único de Resolución (MUS), lo que dejó atrás a otra candidata española, Margarita Delgado.

La posibilidad de que Madrid ceda su candidatura a la sede de AMLA a Alemania, permitiendo a este país obtener tanto la presidencia del Mecanismo Único de Resolución como la Agencia Europea Antiblanqueo, podría resultar en que Alemania obtenga dos posiciones clave en la estructura financiera europea.

Además, hay preocupaciones en Madrid sobre el impacto de perder la sede de AMLA, ya que implicaría la pérdida de potenciales empleos y prestigio como centro financiero frente a ciudades como Fráncfort y París.