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Marina d'Or fue un icono vacacional de los años 90 y 2000

Marina d'Or fue un icono vacacional de los años 90 y 2000Paula Andrade

La maniobra de la Sareb para ganar dinero con la venta de Marina d'Or

La reciente transferencia de hoteles y parques de ocio de la reconocida ciudad de vacaciones Marina d'Or al Grupo Fuertes, ha marcado uno de los movimientos más significativos en el sector turístico español este año. Entre los actores principales de esta operación, ha pasado desapercibida la participación destacada de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), entidad controlada por el Estado.

Según publica El Economista, fuentes de la propia Sareb han confirmado su intervención en la venta al Grupo Fuertes y Magic Costa Blanca. El organismo estatal adquirió aproximadamente el 2,3 % de las acciones de Hoteles Marina d'Or a finales del año pasado. Para ello utilizó una estrategia que consistió en capitalizar la deuda previamente contraída con la empresa turística, transformándola así en participaciones accionarias.

Esta táctica no es ajena al fondo Farallon, que también implementó un enfoque similar

Es importante destacar que esta táctica no es ajena al fondo Farallon, que también implementó un enfoque similar para convertir la deuda adquirida del grupo en el control mayoritario de la compañía. En 2020, el fondo norteamericano asumió el control y la gestión de la empresa al adquirir la mayoría de la deuda financiera, que anteriormente formaba parte del conglomerado inmobiliario y hotelero fundado por Jesús Ger, el alma mater de Marina d'Or.

Banco malo

La conexión entre el «banco malo» y la ciudad de vacaciones en Castellón se estableció hace más de una década. Sareb se convirtió en uno de los principales acreedores del grupo liderado por Ger, al absorber los créditos heredados de entidades como Bancaja, Banco de Valencia y Caixa Galicia. Durante el concurso de acreedores de la división inmobiliaria de Marina d'Or, rebautizada como Comervi, Sareb protagonizó un enfrentamiento legal que obstaculizó el acuerdo de acreedores varios meses.

Pufo en Marruecos

La CNMC estudia desde hace meses la compra de Marina d’Or por parte de Grupo Fuertes. Mientras, la Comercializadora Mediterránea de Viviendas S.L. (Comervi) sigue adelante en su litigio con el Reino de Marruecos, al que exige 400 millones de euros por dos proyectos fallidos en Rabat y Tánger.

Durante el boom del ladrillo en España y con la ‘ciudad de vacaciones’ a pleno rendimiento en Oropesa del Mar (Castellón), Comervi participó en un concurso que puso en marcha Marruecos para descongestionar los núcleos urbanos de Tánger y Rabat con dos nuevas ciudades satélites.

Nueva Ciudad de Tamesna

Nueva Ciudad de Tamesna

Comervi empezó a sufrir la inacción del Gobierno de Marruecos en estos terrenos. El Tribunal de Cuentas marroquí elaboró un informe en 2014 donde se explicó el bloqueo administrativo por conflictos internos entre las autoridades de aquel país que paralizaron el proyecto.

Empezaron así años de conversaciones que no fructificaron. La empresa española dio por perdida su inversión que se tradujo en edificios aislados sin servicios básicos y rodeados de mercadillos en Tamesna como se puede ver en las fotos que acompañan a esta información, mientras que en Tánger no se pudieron empezar las obras.

Nueva Ciudad de Tamesna

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Comervi explicó que «La controversia lleva arrastrándose años sin solución. Antes de presentar la solicitud de arbitraje, Comervi ha tratado de negociar con el Gobierno marroquí una salida a sus inversiones en sin éxito. Todas las negociaciones con el Gobierno marroquí han sido inútiles y frustradas por las propias autoridades marroquíes involucradas».

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