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José María Rotellar

La persistente inflación

La mitad de los españoles tiene dificultades para llegar a fin de mes, mientras el Gobierno los sigue endeudando y asfixiando con impuestos

Actualizada 04:30

Hace unos días, el INE publicó el dato del indicador adelantado del IPC de noviembre y aunque la tasa interanual del IPC general disminuya tres décimas, la subyacente lo haga en siete e incluso la tasa mensual del índice general disminuya, los precios siguen muy elevados, donde realmente, más allá del dato mensual del IPC general, no descienden, sino que desaceleran su incremento, debido, principalmente, a un efecto estadístico, al partir de un nivel de comparación respecto al año pasado muy importante, pero que, en cualquier caso, siguen incrementando en tasa interanual. Es más, la inflación subyacente, la más estructural al no estar sometida a la mayor volatilidad de los precios de los alimentos no elaborados ni de los productos energéticos, crece mensualmente una décima y mantiene, como decía, un nivel de crecimiento muy potente.

Desde que gobierna el presidente Sánchez la inflación haya aumentado un 16,69 %

Todo ello hace que desde que gobierna el presidente Sánchez la inflación haya aumentado un 16,69 % y la subyacente un 14,80 %, con rúbricas de algunos alimentos disparadas.

Evolución del IPC y de la subyacente desde que gobierna Sánchez

Evolución del IPC y de la subyacente desde que gobierna Sánchez

En el indicador adelantado no se ofrece desagregación por rúbricas, pero hay que recordar que en octubre -último dato definitivo- el precio de los alimentos aumentó un 9,5 % interanual; la carne de cerdo, un 13,8 %; los aceites, un 48,1 %; la leche, un 10,4%; las legumbres, un 10,9%; las patatas, un 12 %; e pescado, un 6,9 %; el azúcar, un 12,3 %. Esto, y precios mayores, es algo que comprueba diariamente cualquier ciudadano que haga la compra. Por tanto, la inflación sigue siendo un grave problema, con fuerte resistencia a la baja en la subyacente en tasa interanual y con mantenimiento de una alta inflación en el IPC general en dicha comparación anual, pese a venir de niveles muy elevados.

Hay que recordar que en octubre el precio de los alimentos aumentó un 9,5 % interanual

De esta manera, los españoles sufren una pérdida de poder adquisitivo enorme, al menos por tres vías: la subida de los precios, con el de muchos alimentos a doble dígito, que hace que cada vez puedan comprar menos y que tengan que pagar mucho más por ello; el incremento de sus costes financieros, especialmente las familias con hipotecas a tipo variable y las empresas, que se asfixian con la financiación; y el incremento de impuestos, insaciable, tanto directos, como indirectos, como el impuesto al trabajo que, en la práctica, constituyen las cotizaciones a la Seguridad Social. Junto a ello, la desaceleración económica, que se intensifica debido, precisamente, a ese empeoramiento del poder adquisitivo, de las expectativas y de la merma de la aportación del sector exterior. Empobrecimiento que incrementa la subida de cuotas hipotecarias, que supone incrementos mensuales importantes, por encima de los 300 euros al mes en el mejor de los casos (que puede superar los 500 con facilidad).

La desaceleración económica se intensifica debido a ese empeoramiento del poder adquisitivo

Todo ello, merma renta disponible a los agentes económicos, que se empobrecen, especialmente las familias, afrontando, con los ahorros generados durante la pandemia ya gastados, un horizonte muy difícil, en el que la mitad de los españoles tiene dificultades para llegar a fin de mes, mientras el Gobierno los sigue endeudando y asfixiando con impuestos.

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