Reforma de hoteles y más oferta: así quieren relanzar Marina d'Or sus nuevos dueños tras invertir 40 millones
El objetivo es apostar por un modelo «más atractivo», que diversifique la oferta y la mejora de la experiencia del cliente hacia uno más internacional
El futuro de Marina d'Or se va conociendo una vez que el Grupo Fuertes y Magic Costa Blanca decidieran hacerse con la explotación hotelera. La imagen que tenía este complejo hotelero no era la más adecuada, pero el potencial es enorme teniendo en cuenta que ha tardado apenas unos años en liquidar su deuda y hasta dar ciertos beneficios en la venta, como es el caso de la Sareb, accionista del grupo.
El último anuncio oficial ha sido el una inversión de 40 millones de euros en reposicionar Marina d'Or. El objetivo de ambos grupos, que participan al 50 % en la propiedad del complejo turístico, es apostar por un modelo «más atractivo», que diversifique la oferta y la mejora de la experiencia del cliente, principalmente internacional, «para convertirse en uno de los principales complejos turísticos de Europa».
Marina d'Or se someterá en los próximos meses a la remodelación del conjunto de sus instalaciones
Marina d'Or se someterá en los próximos meses a la remodelación del conjunto de sus instalaciones con el fin de que pueda reabrir sus puertas durante el verano de 2024. Según el comunicado, «las líneas de actuación se centrarán en una reforma integral de los hoteles, con aproximadamente 1.400 habitaciones». El proyecto aspira a «relanzar el complejo turístico, impulsar el destino, fomentar el empleo y diversificar y potenciar la oferta para desestacionalizar el turismo», informan en un comunicado conjunto las dos empresas.
Permiso de la CNMC
La renovación se llevará a cabo teniendo en cuenta diferentes criterios de sostenibilidad «en una apuesta por un modelo de gestión hotelera eficiente, sostenible y comprometido tanto con el planeta como con la sociedad», han apuntado.
Grupo Fuertes y Magic Costa Blanca cerraron en noviembre la compra de Marina d'Or al fondo de inversión estadounidense Farallon Capital Management L.L.C, y tomaron posesión de las instalaciones.
Grupo Fuertes y Magic Costa Blanca cerraron la adquisición de Marina d'Or al fondo de inversión estadounidense Farallon Capital
Esta transacción para el sector turístico y hotelero en España fue autorizada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y contó con el asesoramiento de Garrigues, Rosillo Rein, PwC y Almar en la parte compradora integrada por Grupo Fuertes y Magic Costa Blanca, mientras que Farallon Capital Management L.L.C. tuvo el asesoramiento financiero e inmobiliario de Colliers y Deloitte y Pérez-Llorca como asesor legal.
La gestión hotelera la ha asumido la cadena hotelera Magic Costa Blanca con el apoyo en la gestión empresarial de Grupo Fuertes.
Litigio con Marruecos
El pasado 17 de septiembre el complejo turístico cerró de manera inesperada todos sus hoteles y su balneario, una cancelación de reservas que notificó a todos sus clientes por teléfono o correo electrónico, en lo que suponía un adelanto del fin de temporada de la llamada 'Ciudad de Vacaciones'. Días después se confirmó la noticia de la compra del complejo por parte del Grupo Fuertes y Magic Costa Blanca al fondo americano.
Comervi sigue adelante en su litigio con el Reino de Marruecos, al que exige 400 millones de euros por dos proyectos fallidos en Rabat y Tánger
Mientras, la Comercializadora Mediterránea de Viviendas S.L. (Comervi) sigue adelante en su litigio con el Reino de Marruecos, al que exige 400 millones de euros por dos proyectos fallidos en Rabat y Tánger.
Durante el boom del ladrillo en España y con la ‘ciudad de vacaciones’ a pleno rendimiento en Oropesa del Mar (Castellón), Comervi participó en un concurso que puso en marcha Marruecos para descongestionar los núcleos urbanos de Tánger y Rabat con dos nuevas ciudades satélites.
Comervi empezó a sufrir la inacción del Gobierno de Marruecos en estos terrenos. El Tribunal de Cuentas marroquí elaboró un informe en 2014 donde se explicó el bloqueo administrativo por conflictos internos entre las autoridades de aquel país que paralizaron el proyecto.
Empezaron así años de conversaciones que no fructificaron. La empresa española dio por perdida su inversión que se tradujo en edificios aislados sin servicios básicos y rodeados de mercadillos en Tamesna como se puede ver en las fotos que acompañan a esta información, mientras que en Tánger no se pudieron empezar las obras.
Comervi ha tratado de negociar con el Gobierno marroquí una salida a sus inversiones en sin éxito
Comervi explicó que «La controversia lleva arrastrándose años sin solución. Antes de presentar la solicitud de arbitraje, Comervi ha tratado de negociar con el Gobierno marroquí una salida a sus inversiones en sin éxito. Todas las negociaciones con el Gobierno marroquí han sido inútiles y frustradas por las propias autoridades marroquíes involucradas».