Italia se niega a rescatar a los bancos extranjeros en apuros y rechaza el Mecanismo de Estabilidad de la UE

El Parlamento italiano ha decidido no ratificar el tratado del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), una decisión que ha resultado irritante para las instituciones de la Unión Europea.

En la votación, 184 votos fueron en contra, provenientes de partidos como Fratelli d’Italia, Lega y el Movimiento 5 Estrellas. Por otro lado, hubo 44 abstenciones de Forza Italia, el partido de la Primera Ministra Giorgia Meloni. Los votos a favor incluyeron a miembros del Partido Democrático (PD), Italia Viva y Azione.

Matteo Salvini, vicepresidente y Ministro de Transporte, destacó la importancia de la decisión diciendo: «El Parlamento rechaza el MEDE. Los pensionistas y trabajadores italianos no arriesgarán pagar el rescate de bancos extranjeros. Y paciencia si se enojan a la izquierda. Una batalla de la Liga que se luchó durante años y finalmente se ganó. Adelante así, con la cabeza alta y sin miedo».

Fuentes de Palazzo Chigi, al hablar sobre la relevancia de la ratificación para Italia, señalaron: «Era una integración de interés relativo y actualidad para Italia, dado que como elemento principal preveía la extensión de salvaguardas a bancos sistémicos en dificultades, en un contexto en el que el sistema bancario italiano es de los más sólidos de Europa y Occidente».

Además, sugirieron que la decisión italiana podría ser ocasión para iniciar una reflexión en el foro europeo sobre nuevos y posibles cambios al tratado, más útiles para toda la zona euro.

Paolo Barelli, líder del grupo Forza Italia en la Cámara, destacó la unidad del gobierno y la votación diferenciada dentro de la coalición: «El gobierno está unido y fuerte. Forza Italia siempre ha mantenido que el MEDE es un instrumento que debe ser mejorado, pero que de todas formas no es una emergencia para el país».

Desde Fratelli d’Italia, Ylenja Lucaselli defendió la decisión del partido ante las críticas: «La propuesta de ratificar los cambios al MES fue presentada por las oposiciones. El tratado fue decidido por la oposición y no debe olvidarse. Este es el punto principal. (...) La verdadera división está entre las oposiciones, no en la mayoría. Hoy nos piden que compensemos lo que no pudieron hacer».

Europa, irritada

A nivel europeo, el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, manifestó su decepción: «He tomado nota del voto por parte del Parlamento italiano hoy en relación con la ratificación del Tratado del MEDE. Si bien respeto plenamente las deliberaciones parlamentarias, lamento el resultado».

Por su parte, Pierre Gramegna, director gerente del MEDE, enfatizó: «Sin la ratificación de todos los Estados miembros, el MEDE no será capaz de proporcionar la red de seguridad común al Fondo Único de Resolución de la Unión Bancaria, que beneficiaría a todos los países de la eurozona».

La decisión del Parlamento italiano, que rechazó la reforma del MEDE como el único país del bloque comunitario que aún no la ha ratificado, reveló posturas distintas dentro de la coalición de gobierno.

El Parlamento tenía hasta el 31 de diciembre para ratificar la reforma del MEDE, acordada a nivel europeo en 2020, para otorgar más poder al mecanismo en futuros rescates y en la vigilancia de los países.

Claves del mecanismo

El MEDE es una institución financiera internacional creada por los países de la zona euro para proporcionar asistencia financiera a los Estados miembros en dificultades económicas o en riesgo de inestabilidad financiera.

Establecido en 2012 como parte de la respuesta de la Unión Europea a la crisis de la deuda soberana, el MEDE tiene como objetivo preservar la estabilidad financiera en la eurozona mediante la concesión de préstamos condicionados y otros instrumentos de apoyo financiero, como líneas de crédito.

Funciona bajo ciertos criterios y condiciones estrictas, con el fin de asegurar que los países beneficiarios implementen reformas necesarias y mantengan la disciplina fiscal. Además, el MEDE tiene capacidad para recapitalizar bancos directamente, lo que es fundamental en el contexto de la Unión Bancaria Europea y la supervisión bancaria común en la eurozona. Su rol es crucial para fortalecer la resiliencia y estabilidad financiera de los países miembros del euro.