La reforma laboral ha multiplicado por seis los despidos por no superar el periodo de prueba
El porcentaje de contratos temporales se ha reducido considerablemente, pero también las extinciones de contrato sin coste para la empresa
Lejos de acabar con la precariedad, la reforma laboral de Yolanda Díaz ha provocado un espectacular aumento de las extinciones de contratos de los indefinidos, especialmente en aquellos casos que suponen un despido sin coste o con condiciones más ventajosas para la empresa.
Coincidiendo con el aniversario de la reforma, la ministra de Trabajo se felicitó de haber conseguido en un año «lo que no se había conseguido durante los 40 años anteriores». Y no le falta razón. Desde la entrada en vigor de la medida, nunca antes se habían registrado tantas extinciones de contratos indefinidos.
Esta reforma priorizaba la contratación indefinida, limitando la duración determinada bajo determinados supuestos como la sustitución de un trabajador por baja de larga duración o el cambio imprevisto en las circunstancias de producción, como es el caso de las campañas navideñas. Además, el fijo discontinuo pasaba a tener consideración de indefinido, incluida la indemnización por despido y su inclusión en dichas estadísticas.
Como cabía esperar, y fomentado por el incremento de las sanciones y el fortalecimiento de la inspección, el porcentaje de contratos temporales se ha reducido hasta el 13,5 %, cifras inéditas para este tipo de contratación. Sin embargo, si se comprueban las cifras de altas y bajas, la reforma laboral ha tenido un efecto perverso.
Desde comienzos del 2022, las altas y bajas de contratos indefinidos han registrado cifras de récord. En el caso del tiempo completo, las altas han crecido un 43 % y las bajas un 17 % entre el mes de enero de 2022 y el último dato de 2023, correspondiente a octubre. En el caso de los contratos a tiempo parcial, el incremento ha sido del 135 y 84 % respectivamente.
Pero el más llamativo es el dato relativo a los contratos fijos discontinuos: el aumento de altas ha sido del 455 % y el de bajas del 559 % en ese mismo periodo. ¿Cómo se explica eso? Los expertos ya advirtieron del «maquillaje» de cifras tras la entrada en vigor de la reforma laboral, pero las extinciones de contrato ofrecen una buena pista.
De las casi treinta causas de extinción de contrato, tres destacan por encima del resto: el pase a inactividad de fijos discontinuos, la no superación del proceso de prueba y las causas objetivas para la empresa, relacionadas con cuestiones de producción.
Entre el mes de octubre de 2019, previo a la pandemia, se extinguieron por no superar el periodo de prueba 438 contratos indefinidos; en el mismo periodo de 2023, esta cifra ascendió a 2.960, un 575 % más. En el caso de las causas objetivas y el pase a inactividad de fijos discontinuos, este porcentaje fue del 139 % y 388 % respectivamente.
Fuentes del sector explican que esto se debe a que los empresarios se han acogido a la figura del periodo de prueba, principalmente, para evitar el aumento de costes laborales. Sin embargo, el aumento del SMI, la reducción de la jornada laboral y, sobre todo, el endurecimiento de las condiciones del despido acabará provocando un aumento de las extinciones en 2024. Ya veremos entonces quién mantiene el empleo de calidad.