La factura de la luz encaja en 2024 la subida de tres impuestos y un nuevo cálculo de la tarifa regulada

El año 2024 se estrena con cambios importantes en la factura de la luz. Y es que subirá tanto el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) como el Impuesto Especial de la Electricidad (IEE), además del Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE), entre otras modificaciones de calado.

Así, el IVA del recibo pasa del 5 al 10 %, según aprobó el Ejecutivo en el Real Decreto ómnibus de final de año, en camino de recuperar el 21 % que lo gravaba hasta mediados de 2021. Dicho incremento supondrá un alza de unos dos euros al mes para una factura media, es decir, 24 euros al año, según Selectra, y de hasta 34,6 según la OCU.

Este recibo también sufrirá el incremento del 0,5 al 2,5 % del Impuesto Especial de la Electricidad. En el segundo trimestre, este pasará al 3,8 %. Este impuesto alcanzaba el 5,113 % en junio de 2021, según recuerdan desde Hacienda.

Igualmente sube el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE), suspendido en los últimos meses y que será del 3,5 % hasta marzo y del 5, 25 % desde junio.

Desde Hacienda encuadran estas medidas en la «normalización de los precios de mercado, que han experimentado rebajas sustanciales con respecto a los periodos de mayor tensión, como el récord de los precios del mercado mayorista de 2021 y la invasión rusa en Ucrania iniciada en febrero de 2022».

Nuevo cálculo del PVPC

Además, desde el 1 de enero está en vigor la nueva tarifa regulada de la luz. En adelante se aplicará la nueva fórmula de cálculo del Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), la tarifa a la que están acogidos casi nueve millones de españoles, que busca fundamentalmente reducir la volatilidad.

La principal diferencia es que el precio diario de la electricidad en el mercado mayorista, que hasta ahora suponía el 100 % de la factura, se reduce hasta el 75 % este año. En enero de 2025 caerá hasta el 60 %, y se quedará en el 45 % en 2026. En su lugar irá ganando peso una cesta referenciada al precio eléctrico en el mercado de futuros, lo que según los expertos redundará en una mayor estabilidad en la factura.

«Parte del precio de la luz procederá del mercado a plazos y no del mercado diario, moderando la exposición de los hogares y de las microempresas a la volatilidad», aseguran desde la patronal eléctrica Aelec. Los consumidores no tendrán que hacer nada. Serán las propias compañías eléctricas las que, en adelante, apliquen la nueva fórmula, aprobada el pasado julio.

Además de la fórmula de cálculo se verá modificado también los beneficiarios. Según Aelec, a partir de ahora solo podrán acogerse a ella las personas físicas y las microempresas de hasta diez empleados con una potencia igual o inferior a 10 kilovatios, cerrando la puerta a que puedan beneficiarse de ella compañías de tamaño medio como hasta ahora. Asimismo, la CNMC ha asegurado que también podrán acogerse a ella las comunidades de vecinos que no estén conectadas a una tensión superior a 1 kilovoltio.

La modificación nace a raíz del drástico incremento de la factura regulada a raíz de la guerra en Ucrania. De hecho ha motivado que esta modalidad de consumo, históricamente mas barata que el mercado libre, pierda más de tres millones de usuarios desde 2022. Ese año la factura eléctrica mensual alcanzó los 75,58 euros, si bien el importe ha caído hasta 44,97 en 2023.

Con la nueva factura los consumidores se beneficiarán, por tanto, de los precios más estables que ofrecen los mercados a plazo en caso de fenómenos climáticos como una fuerte sequía -que reduzca la producción hidroeléctrica- o una Filomena que dispare el consumo durante días puntuales.

De los precios a futuro, el 10 % corresponderá al producto mensual; el 36 %, al trimestral, y el 54 %, al anual. Según la OCU la modificación del cálculo tendrá un impacto mínimo en el precio medio de la factura que pagaremos, pero sí habrá menos alicientes para poner la lavadora o el lavavajillas por la noche.

«Los consumidores tendrán menos alicientes para cambiar sus hábitos y trasladar sus consumos a las horas valle. Todo va a depender de los peajes y cargos que se apliquen», afirman desde la OCU. Mientras, tanto desde Aelec como desde el Ministerio de Transición Ecológica se insiste en que «en ningún momento supondrá una alteración de las señales de precios que seguirán orientando la demanda hacia las horas de menor consumo».