Por qué Madrid hizo bien al evitar endeudarse con el Estado como siempre ha querido la izquierda
Si el FLA se creó fue porque muchas comunidades no tenían acceso a los mercados y podían colapsar financieramente
La izquierda, en este caso los comunistas de Más Madrid, vuelven a insistir en que la Comunidad de Madrid debería renunciar a su autonomía financiera, dejar de financiarse en los mercados y acudir a los mecanismos extraordinarios de financiación, como son el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y el Fondo de Facilidad Financiera (FFF).
Estos mecanismos adicionales de financiación –que así también se llamaron–son, como su propio nombre indica, extraordinarios; es decir, que surgen para cubrir una necesidad urgente en un momento determinado, pero no nacieron con vocación de permanencia. El FLA es un mecanismo extraordinario y coyuntural, que no da una solución a largo plazo a la emisión de deuda regional –como se ve con la exigencia de Cataluña de que se le condone dicho endeudamiento–, mientras que la solvencia de la Comunidad de Madrid le permite tener penetración en los mercados y ser el segundo emisor público español, tras Tesoro y por delante del ICO, elemento que garantiza la liquidez de Madrid.
Si el FLA se creó fue porque muchas CCAA no tenían acceso a los mercados y podían colapsar financieramente. Dicha situación fue creada por la política económica errónea y nociva del Gobierno socialista, que dejó a España al borde del abismo económico y la prima de riesgo disparada, por no haber resuelto ninguna crisis, tras negarla durante años y dejar que el problema se pudriese y la desconfianza se apoderase de los mercados al mirar hacia la economía española.
Los socialistas obligaron a muchas comunidades a tener como deuda comercial, lo que tenía que se financiera
Uno de los motivos de la creación del FLA fue debido al agujero sin financiar de algunas CCAA, creado por el Gobierno socialista, al no permitir financiar los déficit excesivos del pasado. Obligaron a muchas CCAA a tener como deuda comercial lo que tenía que ser deuda financiera, con la consiguiente destrucción de actividad económica y de puestos de trabajo. Gran parte de ello, lo solventó el Gobierno del PP con el plan de pago a proveedores, pero el daño ya estaba hecho por los socialistas, que motivó que el mercado desconfiase de la deuda de algunas autonomías y no las financiase. Esto obligó a que la AGE tuviese que rescatar a dichas CCAA, financiándose por ellas.
Por tanto, ir al FLA no era ninguna decisión acertada pudiéndose financiar en los mercados, porque era un instrumento de asistencia financiera para quienes no podían emitir su deuda, caso que no es el de la Comunidad de Madrid.
Adicionalmente, pese a los esfuerzos del Gobierno de España, el FLA no podía cubrir toda la deuda de todas las CCAA, de manera que sólo cubría la mitad. La otra mitad, debían colocarla las CCAA en los mercados. Posteriormente, se amplió a la totalidad, pero en septiembre de 2012, mediante carta enviada por la Secretaría de Estado de AAPP a las CCAA, sólo se garantizaba la financiación de la mitad, lo cual constituía un problema, porque debido a la consideración del FLA como un instrumento de rescate por parte de mercados, analistas e inversores, esa otra mitad que había que colocar en los mercados, las CCAA del FLA o no podrían colocarla o tendrían que hacerlo a precios muy elevados (que la prudencia financiera tampoco les permitiría, pues sobrepasaban, con mucho, los 800 puntos básicos en el mercado secundario). Este hecho, dificultaba la liquidez de estas CCAA y retrasaba pagos a proveedores. Eso hacía que, en media, el abaratamiento del FLA por la mitad de la deuda fuese mucho menor que el encarecimiento de la otra mitad de la deuda que habría que colocar en el mercado directamente.
Durante los años más duros de la crisis, Madrid colocó su deuda al mismo precio que el FLA
Adicionalmente, y durante los años más duros de la crisis anterior, la Comunidad de Madrid colocó su deuda a prácticamente el mismo precio que el FLA, con lo que ni siquiera se ahorraría nada en el FLA por la mitad que este habría cubierto, ahorrándose muchos cientos de puntos básicos Madrid por la otra mitad, ya que de haber ido al FLA habría colocado a precios insostenibles.
Ese ahorro en intereses por no ir al FLA, supuso que la economía madrileña se ahorrase en los peores años de la anterior crisis, entre 2012 y 2014, 477 millones.
Además, Madrid al no ir al FLA:
- Demostró que el Estado de las Autonomías es viable. Una región puede gestionar bien y ser solvente, como Madrid, con la austeridad y eficiencia en el gasto, el cumplimiento permanente de la estabilidad presupuestaria, los impuestos bajos y la economía sin trabas.
- Dio solvencia al conjunto de la economía española.
- Abrió los mercados a otras CCAA.
- Permitió que la parte que le correspondía del FLA a la Comunidad de Madrid y a las CCAA que se financiaron en los mercados, pudiese ir a las que no podían acudir directamente a la emisión de deuda, lo que facilitó la financiación de la deuda de dichas autonomías que no tenían acceso al mercado y abarató la necesidad de créditos presupuestarios de la AGE para socorrer a dichas autonomías, abaratando el coste a todos los españoles.
- Atrajo, gracias a esa confianza, inversiones. Esas inversiones reactivaron la economía y generaron empleo, 392.000 nuevos puestos de trabajo en el IITR-2014, dentro del período antes descrito, el más duro de la anterior crisis.
- Hizo que la economía española ganase credibilidad, que la prima de riesgo bajase entonces de los 150 puntos, y que el bono español a 10 años pudiese llegar a estar más barato que nunca, antes de la distorsión de la cobertura de bonos del BCE.
- Todo ello, permitió que el conjunto de la economía española se financiase más barato, que España pudiese tener más liquidez y a mejor precio.
Por tanto, esa buena gestión de la Comunidad de Madrid es la que ha permitido que la economía española pudiese anticipar a 2014 el inicio de la recuperación de la anterior crisis.
Si Madrid hubiese ido al FLA, no se habría dado entonces una recuperación tan potente como la de 2014 y 2017
Si Madrid hubiese ido al FLA, como siempre ha querido la izquierda –y alguno de otro ámbito– no se habría dado entonces una recuperación tan potente como la que hubo entre 2014 y 2017, porque ese desistimiento habría provocado recelos superiores hacia la economía española, y ni habrían venido tantas inversiones, ni habríamos exportado tanto, ni se generaría tanta actividad ni tanto empleo, ni se habría generado tanta confianza, con lo que ni podría haberse financiado España ni tan abundantemente ni de la manera tan barata como entonces lo hizo gracias, entre otras cosas, a la gestión de Madrid, al demostrar que se puede gestionar bien una autonomía, y mostrar que, por tanto, no hay necesidad de ser rescatada si las cosas se hacen de manera prudente, diligente y eficiente.
Lo que hizo el MINHAP en el CPFF en el que abarató los intereses del FLA no es lograr que el FLA se financie mucho más barato que la Comunidad de Madrid, sino dar una subvención a las CCAA del FLA, al asumir gran parte de su coste.
Por tanto, no es que el FLA se financiase más barato de cómo lo hizo Madrid, sino que una medida discrecional, de subvención, asumió un coste en intereses, pero no que la gestión del FLA permitiese acceder en mejores condiciones al mercado.
Decir que el FLA se financió así de barato es absurdo. Sería tan absurdo como decir que el Tesoro se financió entonces más caro que las CCAA del FLA, concretamente 150 puntos básicos más caro, ya que el bono español a 10 años estaba a mediados de 2014 en el 2,50 % (el más bajo de la historia hasta ese momento) y el coste de la deuda del FLA se rebajó hasta el 1%, pero por subvención directa del Gobierno al asumir los intereses de esa deuda de esas CCAA en el equivalente a entre 160 y 350 puntos básicos, según los distintos tipos de deuda existente en el FLA, subvención de 409 millones en 2014 y de 1737 millones en 2015. Subvención, por cierto, que nunca estuvo prevista en el FLA (de hecho, tuvieron que cambiar la Ley del mismo para poder hacerlo) y que se hizo discrecionalmente y una vez que la Comunidad de Madrid colocó en los mercados, a los mejores precios y plazos, todo su endeudamiento de dicho año 2014.
No hubo ahorro por ir al FLA, sino necesidad de auxilio financiero
Por tanto, no hubo nunca ningún ahorro por ir al FLA, sino una necesidad de muchas CCAA de ser auxiliadas financieramente por la AGE porque estaban prácticamente quebradas, como Cataluña, que, en «agradecimiento», ahora exige que se le condone toda la deuda del FLA.
Es más, fue tan acertado el desempeño de la financiación de Madrid que hasta que empezó la barra libre por parte del BCE para respaldar los bonos soberanos, que abarató su coste, Madrid, pese a ser subsoberano, llegó a tener un coste medio de la deuda igual que el tesoro y una vida media algo superior.
De hecho, a cierre de 2019, el coste medio de la cartera de deuda de la Comunidad de Madrid fue el mismo que el del Tesoro (2,19 %), siendo la vida media de la cartera de deuda de la Comunidad de Madrid algo mayor que la del Tesoro (7,67 años Vs 7,55 años respectivamente), lo que colocó a Madrid en una mejor posición para mitigar posibles subidas de tipos a futuro.
Que ahora se haya abaratado el FLA fruto de la barra libre del BCE no quita para que, en su conjunto desde su creación en 2012, no ir al mismo fuese una buena decisión, que sigue siéndolo, no sólo para los madrileños, sino para el conjunto de los españoles, porque ello permite que se demuestre que se puede gestionar bien una comunidad autónoma, que se dote de solvencia a la economía española, y que se abarate el coste de financiación para todos los españoles, pues la buena gestión de Madrid contribuyó a mejorar la imagen de la economía española y, con ello, rebajar el coste de la financiación del Tesoro en los mercados. Que a nadie le quepa duda que sin la buena gestión de Madrid, y sin su decisión de actuar en los mercados directamente, gracias a la solvencia que su gestión le confiere, y no ir al FLA, la recuperación de la anterior crisis habría tardado mucho más en llegar.
Si ahora se ha podido llegar a otra situación más desahogada ha sido, en gran parte, a que Madrid no fue al FLA
Mirar con ojos de ahora lo acontecido en el momento de creación del FLA y en lo peor de la crisis no es realista. Si ahora se ha podido llegar a otra situación más desahogada ha sido, en gran parte, a que Madrid no fue al FLA y demostró solidez y buena gestión, que la mantuvieron en los mercados. Por otra parte, desde la pandemia, se pierde cualquier posible comparación, al respaldar el BCE los bonos nacionales. Por tanto, el único interés de los intervencionistas para que Madrid vaya al FLA es limitar su libertad y tratar de obligar a la región capitalina a que suba impuestos. Es un nuevo intento de algo que ya sucedió hace diez años.
Como decía Maura «todo, todo les parece bien a los que se consideran y se llaman demócratas y progresivos y europeizadores y dignificadores nacionales con tal de que favorezca a sus intereses de bandería». Ahí queda perfectamente retratado el intervencionismo, que en un siglo no ha evolucionado nada.
Desde luego, con la izquierda en la gestión de Madrid, la región madrileña no podría elegir entre FLA y no FLA, porque tendría que ser, desgraciadamente, rescatada, ya que el intervencionismo siempre genera hundimiento económico, recesión y paro masivo, además de insolvencia, que sólo puede anestesiar en el Gobierno de la nación con ingentes cantidades de dinero público que ahora habrán de cesar, al retornar las reglas fiscales, o que tendrán que incumplir y ser intervenidos.