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Miles de empresas salieron de Cataluña espantadas por el separatismoPaula Andrade

De CaixaBank a Catalana Occidente: las más de 8.000 empresas que abandonaron Cataluña a las que persigue Junts

El Gobierno cede para que se cambie la ley que facilitó el cambio masivo de sedes tras el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 pero descarta establecer sanciones a las compañías que no retornen

Junts vuelve a poner a las empresas que se marcharon de Cataluña en el foco del huracán. La formación de Carles Puigdemont arrancó este miércoles a Pedro Sánchez una modificación de la ley de sociedades de capital e impulsar el retorno de las más de 8.000 compañías.

Aún no se conoce el detalle de lo pactado por Junts y PSOE, pero la modificación apunta a revertir las facilidades que en su día pusiera Luis de Guindos para que las empresas amenazadas por el proceso separatista pudieran trasladar su sede con agilidad.

Desde el Gobierno se ha trasladado que se tratará de «evitar la ingeniería fiscal (...) reforzando la legalidad vigente», impulsando «que una empresa esté instalada donde pague sus impuestos y desarrolle su actividad», en palabras de su portavoz, Pilar Alegría, secundadas por la vicepresidenta María Jesús Montero.

Rajoy impulsó un decreto que permitía que el cambio de sede social de grandes empresas de manera mucho más ágil

En su día, Mariano Rajoy impulsó un decreto que permitía que el cambio de sede social de grandes empresas de manera mucho más ágil. El ministro de Economía Luis de Guindos, modificó el texto en el que se fijaba que estos movimientos dependían de la decisión de los accionistas, y dio más poder al consejo de administración.

Junts quiere modificar el artículo 9 donde dice que las sociedades fijarán su domicilio dentro del territorio español en el lugar en que se encuentre «el centro de su efectiva administración y dirección, o en el que radique su principal establecimiento o explotación». También el 10 donde permiten fijar la sede tanto en el domicilio registral como en el real.

Sanciones

Ni el Gobierno ni Junts hablan de sanciones una vez cerrado el acuerdo. Aunque el partido de Puigdemont sí que pretendía imponer multas a las empresas que no regresaran a Cataluña, las voces críticas han sido mayoritarias desde todos los sectores.

Foment del Treball, la patronal de la gran empresa catalana presidida por Sánchez Llibre , comentó en un comunicado que Cataluña necesita «normalidad institucional y la creación de un clima económico favorable».

Multar a las empresas por no volver a Cataluña se llama comunismoAntonio GaramendiPresidente de la CEOE

Desde la CEOE, Antonio Garamendi fue mucho más duro y calificó las posibles multas a los empresarios de «comunismo».

Este viernes el nuevo ministro de Asuntos Económicos, Carlos Cuerpo, descartaba de plano las sanciones a las compañías que se nieguen a retornar. «No es que lo descarte yo, es que lo descarta la normativa europea», recalcaba en Radio Nacional.

Fuga de 2017

Miles de empresas decidieron salir a raíz de la crisis política e institucional que se desencadenó en Cataluña en octubre de 2017, entre las que se encontraban algunas tan simbólicas como CaixaBank, Banco Sabadell o Naturgy.

En el caso de la banca, CaixaBank trasladó su sede a Valencia; Banco Sabadell, a Alicante, y Naturgy, a Madrid. También Sabadell, en cuyo balance Cataluña representaba el 15 % del total.

algunas empresas que abandonaron cataluña

  • Endesa trasladó la sede de Barcelona al número 60 de la calle Ribera del Loira.
  • CaixaBank movió su sede social a Valencia, y la fundación Criteria Caixa a Palma de Mallorca
  • Gas Natural abandonó Cataluña y movió su sede social de Barcelona a Madrid «para mantener la operativa normal de la compañía y con el fin de proteger los intereses de la misma».
  • Naturgy movió su sede de la Plaza del Gas 1 de Barcelona a Madrid
  • Aguas de Barcelona trasladó «de forma temporal» su sede social de Barcelona a Madrid.
  • Allianz Seguros mudó su sede social y fiscal a Madrid para «velar por los intereses de clientes, empleados, mediadores y accionistas».
  • Divina Pastora decidió centralizar sus negocios en Valencia.
  • Catalana Occidente se trasladó al Paseo de la Castellana, en Madrid, para «preservar los intereses de sus clientes, trabajadores, mediadores y accionistas».
  • Colonial llevó sus sedes sociales de Barcelona a Madrid.
  • Abertis acordó mudar su sede de Barcelona a Madrid «con el fin de proteger los intereses generales».
  • Codorniú mudó su domicilio social desde Barcelona hacia La Rioja «ante la situación de incertidumbre política y jurídica».
  • El Grupo Planeta trasladó su sede de Barcelona a Madrid.
  • San Miguel, propiedad de Mahou, trasladó su domicilio social de Cataluña a Málaga.
  • MRW decidió cambiar su sede de L'Hospitalet de Llobregat a Valencia.
  • Bruixa d'Or trasladó la sede desde la localidad leridana hacia Navarra. «Lo hago porque quiero mucho a Cataluña, pero soy español», dijo su propietario.
  • Pastas Gallo mudó su domicilio social a Córdoba.
  • Donuts abandonó Cataluña y trasladó su sede al polígono industrial Las Mercedes de Madrid.
  • La filial española de la marca de neumáticos italiana Pirelli se mudó desde l'Hospitalet a Valencia.
  • Argal abandonó Cataluña para localizarse en Zaragoza.
  • Cellnex siguió el camino de su principal accionista, Abertis, y cambió su sede a Madrid. Su consejera independiente, Marieta del Rivero, anunció que era «una solución provisional».
  • Radio Taxi Barcelona abandonó Cataluña y situó su nueva sede en la calle Sofía de Madrid.

Abertis, Cellnex, Colonial, SegurCaixa, Applus+, Catalana Occidente, eDreams, Banco Mediolanum, la cooperativa Arquia Banca o Cementos Molins fueron otras de las empresas que decidieron mover su sede social fuera de Cataluña en aquellos momentos.

Un documento de la consultora Informa D&B puso cifras a este goteo de salidas y aseguró que las ventas de las 8.000 empresas superaban los 56.000 millones de euros, una cantidad que desapareció de Cataluña rumbo a Madrid, Valencia o Aragón.

Regreso

El Debate pudo contactar con directivos de algunas de las grandes empresas españolas que no descartan la posibilidad de regresar a Cataluña cuando se le expliquen las condiciones: «Ahora la posibilidad de volver no está en la agenda, pero tampoco se puede excluir». «Ojalá algún día dé igual que la sede social esté en Madrid, Barcelona o Valencia», añaden, como contó este periódico en noviembre.

El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, señaló en varias ocasiones que no se plantea abandonar su actual sede social en Alicante para volver a Cataluña. También han sido muy claras las frases de Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank. En octubre de 2017, recién trasladada su sede social a Valencia, decía que la decisión había sido puramente técnica, motivada por la «intranquilidad y los nervios» de sus clientes, y que «si el Consejo de Administración hubiera querido decir que el traslado iba a ser temporal, lo hubiera dicho».