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José Manuel Cansino

La escasa remuneración de los profesionales sanitarios

Es difícil encontrar una explicación para que un servicio tan sensible se rija por tarifas que en algunos casos no se actualizan desde 2018

Para 2021 el gasto sanitario en España supuso el 10,9 % del PIB según el Ministerio de Sanidad, esto es, 131.984 millones de euros. El gasto anual por habitante fue, en promedio, 2.789 euros. El sistema de cuentas de salud del ministerio aún no ofrece datos para 2022 si bien hay argumentos para sostener, que el gasto sigue creciendo.

El monto total de este importante gasto dada la relevancia de su destino se reparte entre el de naturaleza pública –94.694 millones de euros– y privada –37.289 millones de euros–. Esta participación de los sectores público y privado en el ámbito de la salud los aboca a encontrar fórmulas de colaboración en cuya construcción aparecen dificultades de muy diversa índole. Hay un componente ideológico muy elevado en cómo debe articularse la colaboración, hay indudablemente una complejidad técnica muy alta que dificultad poner cifras a terapias muy diferentes que evolucionan tecnológicamente muy rápidas, hay grados de dificultad muy diversos para una misma patología y –evidentemente– hay un interés lucrativo y legítimo de las empresas y profesionales que participan en la cadena de valor del servicio de atención sanitaria.

La actual oleada de gripe ha servido de muestra nuevamente para observar la congestión de los servicios de urgencias

Pero la dificultad de articular las fórmulas de colaboración entre la sanidad privada y la pública no debe imponerse sobre la necesidad de hacerla efectiva. La actual oleada de gripe ha servido de muestra nuevamente para observar la congestión de los servicios de urgencias en centros públicos y privados.

Indudablemente hay falta de personal sanitario y no sólo porque el sistema sanitario no oferta puestos suficientes sino también por la tardía reacción del sistema de formación universitario y el escaso incentivo económico para muchos profesionales; principalmente los vinculados a centros privados que atienten a pacientes cuyo coste sufragan las mutuas profesionales, las compañías sanitarias privadas o, directamente, el bolsillo de los propios pacientes.

Hay siete enfermeros por cada 1.000 habitantes frente a la media europea, que está en 8,6

Efectivamente hay falta de profesionales. Si elegimos cuantificar esta carencia en el colectivo de la enfermería nos encontramos con que el Instituto Nacional de Estadística señala que hay actualmente 336.321 profesionales colegiados, esto es, siete enfermeros por cada 1.000 habitantes frente a la media europea que está en 8,6.

En el caso concreto de los profesionales de la salud que prestan sus servicios en centros privados concertados con mutualidades y con compañías de seguros privadas, hay un conflicto abierto desde hace años que no ha estallado aún por la falta de una acción colectiva de protesta dura de este colectivo que, paradójicamente, es de los pocos a los que se exige la colegiación profesional obligatoria. En definitiva, de los colegios profesionales regularmente han emanado acciones corporativas que –justificadas o no– han acabado imponiéndose. En este caso no ha sido así.

Un médico especialista recibe de una compañía privada 230 euros por realizar una intervención quirúrgica

Pero vayamos a los datos concretos. Un médico especialista recibe de una compañía privada 230 euros por realizar una intervención quirúrgica de reconstrucción del ligamento cruzado de rodilla. La tarifa corresponde a una de las más importantes compañías sanitarias privadas españolas y está actualizada a 2022 con el código 2207. Para esta misma intervención quirúrgica, la Junta de Andalucía fijó en la Orden de 23 de febrero de 2023 una tarifa máxima para los conciertos con centros hospitalarios privados de 3.064,15 euros.

Una y otra cifra responden a acuerdos diferentes; la primera lo es entre una compañía sanitaria privada y su cuadro médico y la otra es una referencia para hacer efectiva la atención de pacientes del sistema público en el ámbito privado a través del sistema de conciertos. En cualquier caso son cifras representativas que alertan de que el profesional de cuya pericia o impericia depende el éxito o fracaso de superar una patología recibe el 7,5 % de la cadena de valor. Naturalmente en ella han intervenido otros profesionales sanitarios y se han utilizado las infraestructuras de hospital privado, pero no deja de llamar la atención la escuálida remuneración para uno de los sectores profesionales que mayor formación acumula a lo largo de toda su carrera.

La web baremosmedicos.com ofrece una información objetiva y actualizada de esta parte de la problemática del sector sanitario español. Indudablemente hay muchas otras cuestiones que permanecen irresueltas pero es difícil encontrar una explicación para que un servicio tan sensible se rija por tarifas que en algunos casos no se actualizan desde 2018. Sin duda, los actores del sistema sanitario; autoridades, mutualidades, compañías y profesionales deben encontrar una solución. Las condicionales laborales de los países de nuestro entorno son muy diferentes y atractivas para los profesionales. Hay que afrontar esa realidad.

  • José Manuel Cansino es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, profesor de San Telmo Business School y académico de la Universidad Autónoma de Chile / @jmcansino