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Sánchez, durante su intervención en Davos.EFE

Foro de Davos  Sánchez se viste de gurú en Davos y carga contra los expertos de Silicon Valley en inteligencia artificial

El presidente dice que las políticas neoliberales no funcionan, y que su Gobierno ha demostrado que se puede crear riqueza y mejorar la vida de los trabajadores

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado su charla en el Foro Económico Mundial de Davos resaltando como siempre lo que él estima que va muy bien en la economía española. En su opinión, en los últimos años su Gobierno ha demostrado que «es posible crear riqueza y mejorar la vida de los trabajadores». Se refería, en este caso, a la subida de un 54 % del salario mínimo interprofesional (SMI) desde que está en el poder o a la creación, afirma, de dos millones de puestos de trabajo.

El presidente, seguramente, debía confiar que entre los 2.800 participantes del Foro había muchos que desconocían que nuestro país, desgraciadamente, dobla en tasa de paro a la media de la eurozona, o que entre ellos había muchos a los que les parece muy bien que suba el SMI, a pesar de que es vox populi que favorece el desempleo.

Más allá de la España de fábula que ha pintado a los asistentes, Sánchez ha planteado necesidades globales, como la gobernanza de la inteligencia artificial. El presidente ha señalado que la mayoría de los ciudadanos está preocupada con que esta tecnología pueda acabar con puestos de trabajo, pero afirma que a las mentes más brillantes les da igual: «En Silicon Valley están más pendientes de escalar en la lista Forbes que en las necesidades de las personas», ha afirmado.

Los terribles neoliberales y el maravilloso Estado

Sánchez ha cargado de ideología su discurso al insistir en que «las políticas neoliberales no funcionan», discrepar de quienes piensan que «el Estado es una entidad netamente extractiva que no genera valor» o renegar de quienes dicen que «la única misión de la empresa es aumentar los beneficios de sus accionistas». Como colofón ha afirmado que «debemos ser audaces y definir un nuevo paradigma de prosperidad. Una nueva ortodoxia económica y social que aproveche los conocimientos y las nuevas herramientas de que disponemos para conjugar el crecimiento económico con la sostenibilidad medioambiental y la prosperidad para todos», una frase absolutamente vacía.