Fundado en 1910

Uno de los manifestantes frente a la emblemática Puerta de Brandeburgo de Berlín durante la protestaAFP

El campo alemán se echa a la calle: «Estamos hartos»

Miles de tractores bloquean Berlín por las políticas del Gobierno de Scholz y el recorte de los subsidios agrícolas

Una hilera de tractores verdes ha asediado la emblemática Puerta de Brandeburgo, en el centro de Berlín, como protesta a las políticas del Gobierno de coalición que dirige el canciller Olaf Scholz –formado por el Partido Socialdemócrata, Los Verdes y el Partido Democrático Libre– que van más allá de la subida del diésel agrícola.

Miles de tractoristas, camioneros y manifestantes a pie llegados de todas las zonas del país cerraron la capital germana tras una semana de intensas protestas contra los recortes a las ayudas al campo. La revuelta de los labradores alemanes ha puesto de manifiesto el descontento con el Ejecutivo. Indignación que se está extendiendo en el resto de Europa como ya ha podido verse en Francia, Polonia, Países Bajos y Rumanía.

«Sin agricultores no hay futuro»

Los tractores marcharon por las principales arterias de Berlín y se concentraron en la avenida del 17 de Junio, frente a la emblemática Puerta de Brandeburgo, con pancartas en las que se podía leer: «Estamos hartos» o «sin agricultores no hay futuro». El recorte inicial del tripartito izquierdista de Scholz consistía en dejar de subvencionar de golpe el diésel agrícola –vigente desde hace 70 años y que supone para las explotaciones un reembolso de 21,48 céntimos por litro–. Un impedimento más para el sector agroalimentario que ya tiene que lidiar con el aumento de los peajes y la subida de los precios de combustible y fertilizante. Además de suprimir la exención de pagar el impuesto de circulación de vehículos agrícolas y forestales.

El Gobierno decidió eliminar este subsidio como parte de un paquete de recortes para ahorrar unos 30.000 millones de euros de los presupuestos del año que viene, después de que una sentencia del Tribunal Constitucional obligase a revisar las cuentas de 2023 y de los años posteriores.

Tractoristas, camioneros y manifestantes protestan en la avenida 17 de Junio, en BerlínEFE

El ministro de Agricultura, Cem Özdemir, advertía en aquellas últimas semanas del año que las medidas del Gobierno «superaban el umbral de dolor» del sector agropecuario. Sin embargo, sus compañeros de gabinete avanzaron con los recortes, demostrando que el consenso al respecto era inexistente.

«Nuestro sector también está harto», aseguró Dirk Engelhardt, portavoz de la Asociación federal de transporte por carretera y logística (BLG). Los camioneros recuerdan a los ciudadanos que ellos transportan bienes para ellos, pero «no mucho tiempo si la situación sigue así».

Estas políticas forman parte de un marco más amplio destinado a adaptarse y alinearse con los objetivos medioambientales de la UE. Por otro lado están los grupos ecologistas, que abogan por una reforma en las políticas de subsidios agrícolas y sugieren que se vinculen a criterios ecológicos y sociales con el clima.

El resto de Europa

En Rumanía la tensión aumenta desde el pasado 10 de enero. Día en el que agricultores y camioneros iniciaron una serie de protestas en Bucarest y la situación amenaza con bloquear el país. El campo rumano protesta ante la falta de control en los flujos de grano procedente de Ucrania, los impuestos a los camioneros y la falta de protección del producto nacional frente a inversores extranjeros.

Por su parte, en Francia, las movilizaciones se siguen sucediendo desde el pasado jueves, en las que cientos de agricultores bloquearon la A64, que conecta Toulouse con Bayona. Cortes que se han ido extendiendo hasta esta semana. ¿El motivo? Más de lo mismo. El encarecimiento de la energía, la caída de los ingresos y las normas europeas en materia ambiental. Una serie de medidas que generan ansiedad entre los agricultores debido al aumento de los costes y la viabilidad financiera.