El método infalible para protegerte de fraudes online
Las tarjetas de débito que ofrecen opciones para evitar que los estafadores vacíen las cuentas corrientes
España ha sido sufrido el mayor volumen de ciberataques de toda su historia en 2023. Un 60 % de las empresas españolas denuncia haber sufrido algún ataque contra sus sistemas desde enero a octubre de 2023, según el informe 'Radiografía del Estado de la Ciberseguridad' elaborado por CyberSecurity World y Red Seguridad.
Las compras por internet siguen aumentando exponencialmente en España con una frecuencia media que de entre una vez a la semana y una vez al mes. Mientras que en 2008, cuando se empiezan a registrar datos, la frecuencia de compras por internet era del 9,6 %, en la actualidad se ha multiplicado por dos para alcanzar el 19,9 %, según el Instituto Nacional de Estadística. Esto significa que de cada cinco compras que se realizan cada día en nuestro país, una se hace a través de Internet.
Ciberdelitos
A la hora de realizar compras por internet hay dos recomendaciones básicas. Una es asegurarse de que la web y la pasarela de pago son seguras y no nos llevan a otros destinos donde puedan apropiarse de los datos. Para ello es importante cerciorarse de que las webs comiencen por https y buscar el símbolo del candado en el navegador.
También es recomendable no aceptar métodos de pago extraños que no sigan una lógica como transferencias bancarias o Bizum que no formen parte de la web de venta.
Tarjetas recargables
Una de las soluciones más útiles para evitar poner en peligro el dinero de una cuenta corriente asociado a una tarjeta de débito o descubrir una deuda por el uso indebido de una tarjeta de crédito, es utilizar una tarjeta de débito recargable.
Este tipo de tarjetas la ofrecen los bancos desde hace años. Se trata de una tarjeta que tiene el saldo que le transfiera el usuario desde otra cuenta y se usa puntualmente en una compra online o en tienda. Si alguna mafia se hace con la numeración e intenta hacer más compras con la tarjeta, no podrá gastar más que el saldo restante o, en el peor de los casos, el de la recarga si no se ha gastado todavía. En ningún momento se tendrá acceso a las cuentas corrientes ni a saldos a crédito.
Se trata de una tarjeta que tiene el saldo que le transfiera el usuario desde otra cuenta
Desde el Banco Sabadell, Jordi Pascual, director de e-commerce plantea desactivar la tarjeta después de una compra por Internet. «Para máxima seguridad, recomendamos que se active la opción de compra en línea solo cuando se quiera efectuar un pago. De esta manera, habrá un mayor control de las tarjetas porque el usuario decide cuándo se pueden hacer compras con ella».
10 características de una tarjeta prepago
- Se tienen que recargar anticipadamente con el importe necesario para poder usarlas en compras online o comercios físicos.
- Permiten hacer las mismas operaciones que las tarjetas de débito o de crédito como sacar de cajeros, transferencias, compras y pagos con el importe recargado previamente.
- Ayudan a organizar las finanzas y a tener mayor control sobre los gastos porque solo se puede gastar el dinero ingresado.
- El proceso de solicitud es rápido y se pueden contratar por internet o descargando la aplicación móvil de la entidad.
- Son más seguras que las tarjetas de débito y de crédito, ya que solo se puede usar el saldo que tenga en ese momento la tarjeta.
- Se pueden contratar sin vinculación a una entidad bancaria mediante bancos o entidades financieras online.
- Algunas tienen beneficios adicionales como seguros, devoluciones y promociones con comercios asociados.
- La gestión es 100 % online, desde la app o el ordenador se puede consultar su saldo, los movimientos de dinero y realizar las recargas.
- Las pueden usar los menores de edad para comenzar su vida financiera.
- Los requisitos de solicitud son básicos y se suele pedir poca documentación.