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La ministra Ribera planea hacer de nuevo independiente la Comisión Nacional de la EnergíaLu Tolstova

La semana económica

Ribera estrecha el cerco sobre el sector energético

La ministra acelera para extraer la Comisión Nacional de la Energía de la CNMC y así poder colocar afines. A las empresas les parece bien que el ente vuelva a ser independiente.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, se vieron hace dos semanas para hablar sobre cómo podría acelerarse la salida de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) de la CNMC, según han informado a El Debate fuentes conocedoras de la reunión.

La CNE fue el regulador independiente del sistema energético español entre los años 1995 y 2013, el año en el que se integró en la CNMC. En estos diez últimos años se ha caracterizado por el rigor de sus informes técnicos, que a menudo han sacado los colores a Teresa Ribera. Ahora este ente y sus 120 empleados podrían salir de la CNMC, un lugar en el que habían ganado independencia.

Ribera vería con buenos ojos esta operación, y al parecer las empresas del sector tampoco lo ven como una mala idea, lo cual puede ser inquietante pensando por ejemplo en cuestiones como posibles acuerdos en relación con materias como la factura de la luz, u otros acuerdos bajo cuerda que ocurrían cuando la CNE era independiente y había un uso un tanto imprudente de las tasas de los operadores con las que se financiaban.

El nuevo ente, además, podría ser la ocasión de colocar cargos afines y aumentar el control sobre el sector energético. Sería muy extraño, por no decir escandaloso, que Ribera situara al frente a su marido, Mariano Bacigalupo, aunque no parece que vaya a ocurrir. Su puesto en la CNMV, adonde fue desde la CNMC, es por cuatro años (le quedan al menos dos) y con un buen sueldo: 141.910 euros, 18.000 euros más de lo que cobraba en la CNMC. Bacigalupo salió mal de la CNMC. Su empeño en defender sin pudor en el consejo asuntos relacionados con el Ministerio de su mujer provocó el rechazo incluso de los representantes de partidos de izquierda. Decía que no tenía por qué inhibirse.

Tras su salida, Ribera se quedó sin representante en la CNMC. Cani Fernández ha desempeñado su trabajo con mucha profesionalidad, y también Rocío Prieto, que como directora de Energía en la CNMC en los últimos años tiene bastantes papeletas para perder protagonismo cuando se produzca la exclusión, a pesar de su prestigio y su trabajo riguroso. No podrán despedirla porque su puesto es fijo.

Para ocupar su posición y liderar la nueva Comisión Nacional de la Energía se habla de María Jesús Martín, que la precedió en el cargo y es también una profesional rigurosa.

Con esta operación se cumpliría otro de los puntos que PSOE y Sumar llevan en su acuerdo de gobierno. Algunos expertos piensan que por un lado no tiene sentido que la CNE vuelva a funcionar por su cuenta cuando se integró en la CNMC hace solo diez años; por otro lado recalcan que lo tiene al ser la energía el único sector que tiende a tener monopolios naturales. No es algo que ocurra en Transportes o Telecomunicaciones, que cuentan con una integración más lógica en el regulador de la competencia.

Sánchez anunció en su discurso de investidura que el restablecimiento de la CNE será «clave para garantizar y mejorar el funcionamiento del sector energético y la diversificación de sus operadores». Habrá que ver si efectivamente sirve para lograrlo o para lo contrario.