Límites
Esta es la cantidad de dinero que puedes sacar del cajero de tu banco en un día
Sacar dinero en efectivo también tiene unas limitaciones que dependen principalmente de lo permitido por la entidad y la propia cuenta
En la actualidad, a pesar de que cada vez es más frecuente utilizar métodos digitales de pago y tarjetas, el dinero en efectivo continúa siendo una forma de pago común, especialmente cuando se trata de pequeñas cantidades. Asimismo, son muchas las personas que desean tener cierta cantidad de efectivo en la cartera para hacer frente a cualquier imprevisto.
En este sentido, contar con algo de efectivo puede ayudar a que caídas de red, como la ocurrida el pasado mes de diciembre, no afecten a tantos ciudadanos. Aun así, sacar dinero tiene unas limitaciones que dependen principalmente de lo permitido por la entidad y la propia cuenta.
La cantidad máxima que se puede retirar de dinero en efectivo de una sola vez, sin que la Agencia Tributaria pregunte, es de 3.000 euros. Al mismo tiempo, a partir de esta cantidad será necesario informar a la entidad para que pueda elaborar un justificante de retirada y uso de ese dinero.
Cuánto puedes sacar en efectivo, según el banco
Por otro lado, aunque los bancos también marcan sus propios límites de retirada diaria en los cajeros, suele ser frecuente que exista un límite por defecto de entre 600 y 1000 euros por tarjeta y día. Sin embargo, este se puede llegar a modificar a través de la aplicación del banco, sin superar el límite de retirada en efectivo que permita la entidad.
Según informa el portal HelpMyCash, las cantidades que se pueden retirar en función de cada uno de los bancos de nuestro país son los siguientes:
Límite de las entidades
- Bankinter: 1.000 euros.
- BBVA: 2.000 euros.
- CaixaBank: 1.200 euros por operación.
- ING: 2.500 euros.
- Sabadell: 600 euros.
- Banco Santander: 3.000 euros.
Finalmente, tal y como establece la Agencia Tributaria, no se pueden realizar operaciones en efectivo de más de 1.000 euros. De hecho, este motivo en Europa está generando cierta disparidad, ya que los países se dividen entre aquellos que no imponen límites y los más restrictivos (como es el caso de España).