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Los agricultores riojanos se manifiestan a las puertas del palacete de gobierno de La RiojaEFE

De los fitosanitarios al polémico cuaderno digital, 1.300 nuevas normas ahogan al campo cada año

El agrario es el sector más afectado por el exceso de regulación

«Pedimos la simplificación de la burocracia porque nos tiene asfixiados». La frase, pronunciada por el secretario general de la organización agraria COAG, Miguel Padilla, al inicio de las protestas, resume el sentir general del campo, que suma a los escasos márgenes y la situación derivada de la sequía los problemas con la Política Agraria Comunitaria (PAC) y la fuerte carga regulatoria que soporta.

De media, el sector agrario soportó 1.300 normas y regulaciones nuevas al año entre 1995 y el año 2000, según una reciente investigación de Juan S. Mora-Sanguinetti, economista del banco de España y de Francia. Siguen la construcción, con 1.200, y los servicios profesionales, con más de 800 nuevas regulaciones al año.

Un ejemplo es la modernización de regadíos. Según denunció este viernes la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), la futura Ley de Evaluación Ambiental impone una Evaluación Ambiental Ordinaria las obras de modernización de un regadío, «mientras que no se pide ni siquiera una Evaluación de Impacto Ambiental Simplificada para las obras de demolición (o puesta fuera de servicio) de presas con una capacidad inferior a los 10 hectómetros cúbicos».

«Excesivo rigor ambientalista»

Algo que los regantes vinculan también con el «excesivo rigor ambientalista» que ha contribuido al enfado del campo. De ahí que Bruselas haya tratado de aplacarlos, por ejemplo, retirando la regulación de uso de pesticidas, que buscaba minimizar el uso de productos químicos fitosanitarios.

Fuentes agrarias aseguraban que podría llegar a motivar la pérdida de hasta el 20 % de la producción agraria. «Sus políticas verdes ya están expulsándonos de nuestros campos y nuestras granjas, y aún así continúan legislando con nuevas trabas y limitaciones. Si reducen el número de fitosanitarios para cuidar las plantas ante plagas y enfermedades, produciremos menos alimentos y serán todavía más caros», llegó a afirmar el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.

Sus políticas verdes ya están expulsándonos de nuestros campos y nuestras granjas, y aún así continúan legislando con nuevas trabas y limitacionesCristóbal AguadoPresidente de AVA-ASAJA

Los agricultores también han situado en el foco de sus críticas al polémico Cuaderno Digital de Explotación Agrícola (CUE). Una herramienta cuya entrada en vigor progresiva viene obligada por la nueva PAC para el período 2023 - 2027. Implica «cambiar del soporte en papel del cuaderno de explotación tradicional a un soporte digital que permita al agricultor sacar mejor provecho de la información que genera y poder trasmitirla a las administraciones por métodos telemáticos», según el Ministerio de Agricultura.

La herramienta ha sido cuestionada por diversas asociaciones agrarias, que afirman que el campo no está preparado aún para su implantación, y el PP solicitó al Gobierno el aplazamiento de su entrada en vigor, según el plan de medidas urgentes presentado la semana pasada por Alberto Núñez-Feijóo.