El culebrón judicial del posible comprador de Talgo, un magnate húngaro que estuvo perseguido por la Interpol
Fue absuelto de la acusación de un supuesto soborno en Croacia
La posible oferta húngara para comprar Talgo se ha presentado como venida de una compañía de ferrocarriles, DJJ, pero detrás de esta firma hay un grupo empresarial mucho más potente.
El principal propietario de DJJ es Ganz-MaVag Invest, y el único propietario de esta es Magyar Vagon Investment Management, como ya adelantamos en este artículo el pasado sábado. Esta última pertenece a partes iguales a dos empresas de inversión: Magyar Vagon Invest y Solva Industrial Investments. Ambas están en manos de fondos de capital privado.
«Esta forma de empresa se utiliza en Hungría para ocultar a los propietarios privados finales, por lo que no los conocemos exactamente, pero según las suposiciones de la prensa, Zsolt Hernádi, el presidente de MOL (empresa húngara de petróleo y gas), puede ser el interesado en comprar», indican nuestras fuentes en Hungría.
¿Y quién es Zsolt Hernádi? Aunque no se encuentra entre los húngaros más ricos, fue considerado el año pasado como el séptimo personaje más influyente del país. Es el presidente de la petrolera húngara MOL, y en la prensa del país se le sitúa como cercano al primer ministro, Viktor Orbán.
En los círculos de negocios se le vincula con Solva Industrial Investments, propietaria al 50 % de Magyar Vagon Investment, como se contaba anteriormente.
Seguido por la Interpol
Hernádi se incorporó a MOL en el año 1999. Bajo su mandato la compañía ha pasado de ser una empresa meramente húngara a una firma internacional de gas y petróleo que ha multiplicado su facturación por siete y su valor en bolsa por cinco en veinte años. El año 2022, último ejercicio del que se conocen las cuentas completas, lo cerró con una facturación de 26.331 millones de dólares (24.443 millones de euros) y un beneficio operativo (ebitda) de 4.601 millones de dólares (4.271 millones de euros).
Esta trayectoria de éxito se ha visto empañada por una acusación de soborno que se inició en Croacia. Como relató la prensa húngara, la policía croata emitió una orden de arresto en 2013 contra Hernádi. Sospechaba que había sobornado al ex primer ministro croata, Ivo Sanader, con 10 millones de euros para obtener una participación mayoritaria en la empresa petrolera croata INA. Como consecuencia, el nombre de Hernádi quedó inscrito en los registros de la Organización Internacional de Policía Criminal: la Interpol. Estar en esta lista implicaba que cualquier país miembro de Interpol tenía la obligación de detenerlo si estaba dentro de sus fronteras y devolverlo al país donde lo reclamaban: Croacia.
Afortunadamente para Hernádi, la situación se ha vuelto en su favor, aunque ha tenido que vivir un auténtico culebrón. Tras la primera orden de arresto en 2013, fue absuelto por el Tribunal de Apelaciones de Budapest en noviembre de 2014. Su nombre fue eliminado ese año de la lista de Interpol una vez que su caso fue revisado por la Comisión de Archivos de la organización, pero volvió a ser incluido en febrero de 2015.
Su nombre fue eliminado en 2013 de la lista de la Interpol pero volvió a ser incluido en febrero de 2015
A principios de enero de 2015, Austria y Alemania suspendieron la orden de arresto contra Hernádi, pero Croacia siguió su persecución. En diciembre de 2019, el tribunal del condado de Zagreb condenó a dos años de cárcel a Hernádi y a seis a Sanader por corrupción. Hernádi y MOL siempre han negado que hayan sobornado a ningún político, pero el tribunal supremo croata confirmó la sentencia en 2021.
MOL posee poco menos de la mitad de las acciones de INA, la petrolera croata, pero interviene en su gestión. MOL lleva mucho tiempo en desacuerdo con el gobierno croata, el otro gran accionista de INA. El gobierno croata ha manifestado a INA su interés en comprar la participación de MOL.
En el largo historial de desencuentros entre MOL y los croatas, el último capítulo lo ha protagonizado el fallo del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). MOL inició un caso de arbitraje en este organismo ubicado en Washington en 2013, y en febrero de 2023 le dio la razón. MOL alegaba que Croacia había incumplido sus obligaciones contractuales.
Finalmente el CIADI ha fallado a favor de MOL, que recibirá una compensación de entre 250 y 300 millones de dólares por parte de Croacia. Es menos de los 1.000 millones que reclamaba, pero al menos es una cantidad, y además el Tribunal ha desestimado las acusaciones de corrupción croatas, de modo que ha recuperado su honor.