España encabeza el absentismo laboral en la UE ante la pasividad de Gobierno y sindicatos
Solo Francia muestra mayor porcentaje de bajas por incapacidad temporal de toda la Unión
Los empresarios llevan tiempo advirtiendo sobre los problemas que está provocando el absentismo laboral en nuestro país. En una década, esta tasa se ha doblado y ya ocupamos el segundo puesto solo por detrás de Francia.
Luis Méndez, de CEIM, señalaba hace unos días que «tenemos un problema estructural de control de bajas médicas». «Estamos intentando reducir la incapacidad temporal por enfermedad común, que el año pasado se disparó un 12 % respecto a 2022. No es posible entender que en 2023 la salud de los españoles haya empeorado tanto», añadía el director de Asuntos Laborales de la patronal madrileña. Solo unas semanas antes, el presidente de la CEOE en Tenerife hacía un llamamiento a «erradicar» este absentismo laboral «sin control ni justificación» que está afectando a la eficiencia y productividad de las empresas.
Ambos hacían referencia al último informe de las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social, un estudio que ha sentado como un tiro en la patronal ya que revela, entre otras cosas, que los más de cuatro millones de bajas laborales registradas en los nueve primeros meses del año, costaron a Estado y empresas más de 25.000 millones de euros en protección.
La situación, lejos de estar cerca de una solución, no ha dejado de agravarse, como se desprende del Estudio sobre incapacidad temporal y siniestralidad de Umivale Activa y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivia), que revela que España ya es el segundo país de la UE con mayor porcentaje de bajas por incapacidad laboral sobre el total, empatado con Portugal y solo por detrás de Francia.
El caso español es destacable ya que, en solo ocho años, ha experimentado un crecimiento de 2,1 puntos, doblando su tasa de hace ocho años. Solo Estonia y Letonia han tenido un incremento superior.
«El absentismo es un problema que repercute negativamente de modo directo en los trabajadores y las empresas concretamente afectadas, pero también en el conjunto de la sociedad. Buena prueba de ello es la carga creciente que el gasto en prestaciones de baja por IT supone para los países de la UE», señala el informe.
Las mayores tasas de absentismo se observan en País Vasco, Galicia, Asturias y Cantabria
España ha pasado entre 2014 y 2021 de ser el décimo país de la UE con mayor gasto en prestaciones por incapacidad temporal al cuarto, con un 1,4 % sobre el PIB, la mayor subida de toda la Unión.
A nivel nacional, en todas las comunidades se observan niveles superiores, con País Vasco (5,8 %), Galicia (5,5 %), y Asturias y Cantabria (5,1 %) a la cabeza, mientras que las menores tasas se observan en Madrid (3,2 %), Baleares (3,3), Aragón (3,4 %) y Castilla-La Mancha.
«Los informes de la OCDE llevan años mostrando la relación entre los niveles económicos, académicos, tamaños de empresa o tasa de desempleo en el absentismo», señala Javier Blasco, director del Adecco Institute, una institución también acostumbrada a tratar esta problemática.
Salud mental y autobajas
El Gobierno, que ha convertido el diálogo social en un monólogo sindical, no se ha mostrado muy receptivo a los ruegos de la patronal, que se propusieron hace unas semanas sentarse con UGT y CCOO para abordar el problema. De hecho, Yolanda Díaz aseguró en la presentación del Plan Integral de Impulso a la Economía Social 2024-2025 que el aumento de bajas por incapacidad temporal está relacionadas a la salud mental, consecuencia «de no tener tiempo y trabajar en condiciones que son absolutamente imposibles para las personas».
Mónica García, por su parte, quiso imponer en las comunidades unas bajas autojustificadas de tres días para evitar la saturación de los centros de salud, una medida que fue frenada rápidamente por el Ministerio de Seguridad Social de Elma Saiz al considerarla «compleja». En esta tesitura, la CEOE ya sabe a lo que atenerse.