Este es el motivo por el que tu pensión no contributiva puede bajar este 2024

Las pensiones no contributivas son una asignación económica para todas las personas que, pesar a cumplir con los requisitos necesarios para jubilarse o solicitar la invalidez, no tienen derecho a recibir una prestación pública. De hecho, el Gobierno pretende garantizar con ello un nivel mínimo de ingresos para las personas que no tienen un currículum solvente y no han cotizado el mínimo de años exigido por la Seguridad Social.

En este sentido, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) es el que se encarga de gestionar y financiar estos subsidios, que están diseñados para dar cobertura médico-sanitaria y cubrir las necesidades básicas de los trabajadores más vulnerables. Además, las pensiones no contributivas crecerán un 6,9% durante los próximos meses.

Según lo establecido en el Real Decreto Ley 2/2023, la subida de estos subsidios será progresiva hasta el año 2027, cuando los organismos competentes tienen previsto que la cuantía alcance el 75% del umbral de la pobreza. Por otro lado, los beneficiarios de estas prestaciones tienen que cumplir con una serie de requisitos, como disponer de residencia legal en España y demostrar que sus ingresos están por debajo del tope establecido.

El certificado de rentas

Los beneficiarios de las pensiones no contributivas por jubilación y de pensiones no contributivas de invalidez deberán presentar, antes del 31 de marzo de 2024, un certificado de rentas. Asimismo, este puede ser tramitado en la Sede Electrónica del Instituto de Mayores y Servicios Sociales y se deben indicar los ingresos del beneficiario y de su unidad de convivencia.

Gracias a esa información, el Imserso comunicará a la Seguridad Social las posibles variaciones en el nivel de rentas. En concreto, si el nivel subiese por ingresos diferentes a la pensión no contributiva, el importe de esta pensión bajará, mientras que si hubiesen bajado las otras rentas, la cuantía de la pensión no contributiva aumentará.

Este es uno de los pasos más importantes, ya que el incumplimiento de la obligación de presentar la declaración anual de rentas, en el plazo indicado, da lugar a la suspensión del pago de la pensión.

Finalmente, los pensionistas también deben comunicar al Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS), dentro de los 30 días siguientes a que se produzcan, todos los cambios de domicilio, el inicio de actividades laborales, así como los cambios en la situación económica o familiar.