La aberrante situación de las pymes en España: la recaudación del Impuesto de Sociedades por los suelos
La situación para nuestro país es aberrante con 1,9 millones de empresas con cero trabajadores
La recaudación del Impuesto de sociedades tiene mucho que ver con el ciclo económico de un país y del tratamiento que los gobiernos dan a las empresas.
El tejido empresarial español está tremendamente atomizado. Para que nos hagamos una idea, según Statista, en el año 2022 tenemos solo 179 empresas con más de 5.000 trabajadores, con más de 1.000 y menos de 5.000 hay 896 y con más de 100 trabajadores hasta 1.000 hay 11.300, mientras que entre 0 y 10 trabajadores hay 3.283.111 y entre 10 y 100 hay 135.175 empresas.
Tenemos en el 2022 casi 3,5 millones de pequeñas empresas, unas 150.000 medianas y no llega a 1.000 empresas grandes.
Esto que quieres decir, que el 95 % de nuestro tejido empresarial son solo pequeñas y muy pequeñas empresas, que en momentos de crisis caen y desaparecen, porque no tienen una estructura adecuada para poder sobrevivir.
Nadie se ha preocupado en generar planes para hacer crecer estas pequeñas y microempresas
Nadie, en ningunos de los gobiernos desde la Constitución del 78, se ha preocupado en generar planes para hacer crecer estas pequeñas y microempresas, para que en lugar de tener menos de 10 trabajadores diesen el salto a tener entre 10 y 50 y que a su vez se preparasen, para seguir creciendo.
El único y último político que habló de este tema fue Albert Rivera, que tenía muy clara que la estrategia del país pasaba por hacer crecer a las pymes para tenerlas fuertes en los momentos de crisis.
La situación para nuestro país es aberrante con 1,9 millones de empresas con cero trabajadores. Esto significa autónomos auto empleados que nacen y desaparecen como la espuma, al menor contratiempo caen, pero hay 0,9 millones de empresas con 1 o 2 trabajadores a los que les pasa los mismo, son autónomos que han conseguido un mayor número de contratos, que incorporan a sus equipos 1 o 2 empleados y de nuevo ante una situación de caída de ventas mueren por incapacidad de aguantar.
La situación para nuestro país es aberrante con 1,9 millones de empresas con cero trabajadores
Si les interesa este tema, no importa la ciudad, dense un paseo y vean cuantos locales para pequeños comercios hay cerrados en los lugares en los que habitan y se darán cuenta de que hay muchos, y ese es el indicativo de que antes había negocios que generaban empleo y pagaban alquileres e impuestos y ahora no.
Todo esto sirve de introducción para explicarles que ha pasado con el impuesto de sociedades en nuestro país, con los datos que ha publicado el Ministerio de Hacienda.
La serie publicada empieza en 1986, con 3.350 millones de euros (convertidos de pesetas a euros) cuando estaba en el gobierno Felipe González y en 1995, cuando deja su puesto, la recaudación ha crecido un 141 % hasta llegar a los 8.079 millones de recaudación.
Con la llegada de José M.ª Aznar, la recaudación se acelera, la economía va, aquí si, como una moto y la recaudación se va hasta los 23.258 millones que suponen un crecimiento de un 188%.
La llegada de José Luis Rodríguez Zapatero y debido a la inercia, nacional e internacional, de la economía, permite seguir recaudando cifras muy importantes que llegan a su máximo histórico en 2007 con una recaudación de 47.451 millones, cifra que después de 16 años ni nos hemos vuelto a acercar.
Eso sí, llega la crisis del 2008 y la recaudación ese año cae hasta los 29.413 millones y vuelve a caer en el 2009 a los 21.833 millones y sigue despeñándose hasta los 17.373 millones, aunque se recupera ligeramente en 2011 con una recaudación de 17.984 millones, momento en Zapatero se va.
Lo que sucede en estos 3 años es histórico en este país, desaparecen más de 700.000 pequeñas y medianas empresas.
Rajoy sube la recaudación un 36 % sobre la cifra que deja Zapatero
Tal es así que un depredador de impuestos a los empresarios, que no cree en ellos como buen socialista y que desprecia la economía capitalista resulta que su recaudación en este impuesto se ha reducido en un 23 % frente a la cifra de como la dejó Aznar.
Esto no pasa porque Zapatero bajase el impuesto de sociedades, esto pasa por la crisis económica y la muerte de cientos de miles de empresas que desaparecen para siempre en España, porque nadie, absolutamente nadie, trató de parar esta sangría.
Llega Mariano Rajoy y, a pesar de que la crisis dura hasta el 2013, la gran sangría está hecha y la recaudación sufre vaivenes, bajando en el 2013 y en el 2014, con respecto al 2012 y termina la recaudación del año completo en 2017 con 24.511 millones que es muy parecida a la del 2003 que dejó Aznar.
Rajoy sube la recaudación un 36 % sobre la cifra que deja Zapatero y en 2017 ya tenemos una historia de 13 años perdidos en ingresos por recaudación del impuesto de sociedades.
Nuestro tejido empresarial no se ha recuperado de la crisis financiera
Y llega Pedro Sánchez, del que es conocido su afán de atacar a las grandes empresas, con impuestos especiales y de ser el animal más voraz existente en el planeta en cuanto a recaudación fiscal.
Así y todo en 2019 tiene una ligera caída en los ingresos, que en el 2020 se acentúan por la pandemia y volvemos a cifras del 2010, pero desde entonces no para de crecer, pero a pesar de todo, según mis estimaciones, este año llegará a 35.419 millones de impuestos de sociedades. Recordemos que en estas cifras están incluidos los datos de lo que recauda el Gobierno Vasco.
Esta cifra estimada nos dice que Sánchez crece un 45 % sobre la cifra que dejó Rajoy, pero que está muy lejos de los 47.451 millones del 2007.
Esto significa, ni más ni menos, que nuestro tejido empresarial, no se ha recuperado de la crisis financiera, que nuestras pequeñas y microempresas ante cualquier soplido negativo de la economía se mueren, que no pueden crecer en un mundo lleno de obstáculos y que así tardaremos todavía muchos años en volver a recuperar la cifra del 2007.
¿Necesitaremos dos generaciones completas para volver a la casilla de salida? De momento una generación la hemos perdido y hemos empezado con la segunda.