El fin del mundo falsamente pacífico también afecta a su bolsillo
La importancia de la calidad de la información tomada en cuenta para saber si se está pagando o no un sobreprecio por una materia prima es determinante
La prima de riesgo es la vía a través de la cual los conflictos geopolíticos impactan en la actividad económica. Es un sobreprecio que responde tanto al impacto de un conflicto en el tráfico comercial como a la manera en que la información sobre la magnitud del conflicto se divulga. Con frecuencia la comunicación del alcance de los ataques o choques entre las partes tiene una magnitud sobredimensionada que luego se corrige. Con la prima de riesgo ocurre algo parecido. Algunos ejemplos recientes nos ayudan a ponderar algo que, desgraciadamente, se ha convertido en suceso frecuente.
El 26 de septiembre de 2022 un sabotaje de los gasoductos submarinos Nord Stream 1 y 2 que transportaban gas natural desde Rusia hasta Alemania a través del Mar Báltico provocó una subida del precio del Gas Natural en el mercado de futuros holandés de unos 15 puntos, elevando el precio del megavatio por hora entre 30 y 40 euros. Pues bien, en el momento de esos sabotajes, los gasoductos no estaban transportando cantidad alguna de gas. Con posterioridad el mercado corrigió este repunte pero mientras tanto hubo quien cerró contratos de suministro a precios injustificadamente elevados.
El siguiente caso reciente está relacionado con la multinacional estadounidense Chevron –empresa originariamente petrolera creada en 1911 en California tras la disolución del trust de la Standard Oil–. Durante el verano pasado, los anuncios de huelgas en la planta gasística de Chevron en Australia provocaban aumentos del entorno del 17 % de su precio a pesar de que la capacidad de producción mundial de esta planta sólo representaba el 5 %.
Tras el ataque terrorista de Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023, la prima de riesgo del barril de petróleo fue de 5 dólares por barril. Posteriormente fue bajando hasta repuntar de nuevo en diciembre hasta una banda de entre 5 a 8 dólares como consecuencia de los ataques de los rebeldes hutíes a los barcos que se adentraban en el Mar Rojo. Algo parecido ocurrió con el precio del gas a pesar de que la cantidad de gas natural que Israel inyecta a Europa a través de Egipto representa apenas el 1 o 2 % del consumo total europeo de este combustible.
Los hutíes nunca tuvieron entre sus objetivos terroristas a los buques tanqueros repletos de petróleo procedente de Oriente
Llama la atención el escaso impacto que en esta ocasión tuvo el conflicto bélico en la prima de riesgo del petróleo. La explicación hay que buscarla en que los hutíes nunca tuvieron entre sus objetivos terroristas a los buques tanqueros repletos de petróleo procedente de Oriente. Sí en cambio estaban entre sus objetivos el resto de tráfico de mercancías hasta el punto de obligar a las navieras a desviar sus rutas desde la travesía del Canal de Suez al cabo de Buena Esperanza. En este caso, los precios de los contenedores sí ha tenido una subida más importante y sostenida en el tiempo que los valores de las primas de riesgo del gas y del petróleo.
La importancia de la calidad de la información tomada en cuenta para saber si se está pagando o no un sobreprecio por una materia prima es determinante. Especialmente esto es así desde que se aceleró la «financierización» de las materias primas; esto es, hasta que una buena parte de su comercio se hace como si de productos financieros se tratase.
En el «trading» o comercio de materias primas participan cientos de miles de personas diariamente debido a la existencia de innumerables instrumentos financieros que permiten operar con ellas sin llegar jamás a poseerlas ni tener intención alguna de hacerlo. Todo ello es posible cuando se participa en alguno o varios de los siguientes instrumentos financieros; contratos de futuros, contratos por diferencia (los populares CFDs), las participaciones en fondos de inversión o los contratos de opciones, por no alargar la lista. Naturalmente no todos los perfiles inversores pueden acceder a estos instrumentos financieros pero casi.
El círculo de inestabilidad geopolítica –información– prima de riesgo se cierra cuando se tiene en cuenta que una parte significativa de las principales fuentes de noticias son también quienes manejan la información económica y publican los precios de las materias primas vigentes en cada momento.
Efectivamente parece que asistimos al fin de un periodo en el que creímos vivir en un mundo falsamente pacífico. Una vez agitada la geopolítica mundial los países pugnan por garantizar sus abastecimientos críticos y los especuladores por obtener beneficios del riesgo de desabastecimiento. En mitad de uno y otro comportamiento está la prima de riesgo a través de la cual la geopolítica se mete en nuestros bolsillos.
- José Manuel Cansino es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, profesor de San Telmo Business School y académico de la Universidad Autónoma de Chile / @jmcansino