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El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, mira a un futuro marcado por el centenario de la compañíaLu Tolstova

La semana económica

Telefónica enfila su centenario con la novedad de no ser ya el líder y sin noticias de la SEPI ni los saudíes

La compañía de telecomunicaciones se plantea por primera vez comprar empresas y pide que se sea más benévolo con ella en la regulación al no ser ya la primera del mercado

Telefónica cumplirá cien años el próximo 19 de abril, y lo hará dando un paso simbólico: abandonará su histórica red de cobre con la que fue pionera en Europa. Con este hecho la compañía quiere trasladar que comienza una nueva era, que espera que sea mejor que la que está acabando. Siempre ha tratado de ser punta de lanza y ahora lo intentará de nuevo, aunque el negocio de las telecos esté pasando por momentos difíciles.

La emblemática empresa española de telecomunicaciones presentó el jueves unos resultados de cierre de 2023 que sus directivos consideraron buenos. Facturó 40.652 millones de euros, un 1,6 % más que en 2022, el volumen más alto desde 2020, y obtuvo un beneficio neto ordinario de 2.369 millones de euros, un 17,1 % más que en el año anterior. Sin embargo, la provisión del plan de reestructuración de Telefónica de España y el deterioro del fondo de comercio de Virgin Media O2 en Reino Unido hicieron que la compañía sufriera unas pérdidas de 892 millones de euros.

Este inconveniente se suma a otros que vienen planteándose desde hace un tiempo. La acción de Telefónica cerró el viernes en 3,74 euros, muy lejos de los 9,52 euros que valía a cierre de abril de 2016, el momento en el que José María Álvarez-Pallete fue nombrado presidente, y no digamos de los cerca de 25 euros que valía en febrero del año 2000.

El valor de Telefónica en Bolsa se ha desplomado desde el récord que registró en 2007 (106.396 millones de euros) a los 44.433 millones con los que cerró 2016, el año en que Pallete se estrenó como presidente, y los en torno a 21.500 millones que vale en la actualidad. Se acerca cada vez más a los 17.820 millones en los que fue valorada cuando salió a Bolsa en el año 1997, con la diferencia de que entonces era una empresa mucho más pequeña, menos internacionalizada y con servicios de telecomunicaciones más básicos. Pero no es un fenómeno solo de ella. La capitalización bursátil de sus competidoras Vodafone y Orange también está por debajo de los 30.000 millones.

Todas se encuentran, desde luego, a infinita distancia de lo que vale por ejemplo Inditex, en torno a 128.000 millones de euros. Esta baja valoración de Telefónica facilitó que en su accionariado entrara Saudi Telecom Company (STC), de cuyo incremento en la participación aún no se sabe nada. Los saudíes adquirieron en septiembre el 4,9 % de las acciones y quedó pendiente su solicitud al Gobierno para que pudieran hacerse con el otro 5 % que compraron a través de derivados financieros, de forma que sumarían casi el 10 %.

Pallete afirmó el jueves no saber nada del incremento de participación de STC, y tampoco le consta que la SEPI se haya movido para cumplir su anuncio de hacerse con hasta el 10 % de Telefónica.

Esta incertidumbre no conjuga nada bien con la que rodea a la de su continuidad en el cargo. Como ya contamos en otra semana económica, el incremento de la participación de la SEPI y su potencial conversión en el accionista principal de la compañía puede llevar aparejado el relevo de Pallete del que se lleva hablando desde hace un tiempo. Uno de sus posibles sucesores es Javier de Paz, el hombre de Zapatero en Telefónica. Quienes le conocen en la compañía indican que no sabe del negocio, no habla inglés ni tiene estudios pertinentes, pero es muy ambicioso y lleva más de siete años en el consejo de administración, tiempo suficiente para poder ser nombrado. Podría ser presidente y tener un consejero delegado que supiera del negocio. Vista la experiencia de Correos, todo es posible con Sánchez.

Si hay cambios, no parece que vayan a ocurrir pronto. Algunas fuentes indican que podrían ser en junio, coincidiendo con la junta de accionistas, una vez pasado el apogeo del centenario.

Ocurra lo que ocurra, el hecho es que Telefónica encarrila una nueva época con la novedad de no ser ya el líder de su mercado. La fusión de Orange con MásMóvil hace que pase a ser el segundo. Por esta razón esperan que se sea más benévolo con ellos en la regulación, de modo que, por ejemplo, puedan comprar empresas para seguir creciendo, algo que hasta ahora no habían podido plantearse.