El presidente de Correos se encomienda a KPMG para reconducir el desaguisado dejado por el amigo de Sánchez

Correos se encuentra en la UCI. El grupo acumula unas pérdidas millonarias y las previsiones para 2023 y 2024 apuntan a que se alcanzarán máximos negativos históricos. El nuevo presidente tiene muchos frentes abiertos, como volver a la senda de los beneficios y resolver «quiebra moral» dejada por Juan Manuel Serrano.

A su llegada a a la presidencia del ente público en diciembre del pasado año, Pedro Saura declaró no haber visto una situación semejante. Su predecesor, amigo íntimo de Pedro Sánchez, había acumulado pérdidas por valor de 725 millones de euros y provocado una ruptura total del diálogo social con la plantilla, según explican desde los sindicatos.

Tras los primeros beneficios en cuatro años de 2019, Correos ha encadenado pérdidas de 264,2, 105,6 y 217,2 millones en 2020, 2021 y 2022; y se espera que en 2023 y 2024 asciendan a 326 y 406 millones respectivamente.

Fuentes del grupo explican que Serrano abocó al grupo a una «esquizofrénica sucesión de iniciativas» que no paran de fracasar. En su momento quiso convertir Correos en la empresa líder de paquetería en Portugal y luego aseguró que desbancaría a Amazon con un Marketplace; sin embargo, ninguna de estas ideas estuvieron acompañadas de planes realistas de ejecución. «Se cansaba rápido» añaden, «y todos sus planes acaban dispersando a los trabajadores, ganando menos clientes y repartiendo menos».

De hecho, el número de envíos no ha dejado de caer, especialmente durante la pandemia, cuando los servicios de paquetería alcanzaron niveles de récord por las restricciones derivadas del coronavirus.

Por ello, Saura lleva meses trabajando con KPMG en la elaboración de un plan estratégico que impulse la transformación de la empresa y ya ha depurado a prácticamente toda la cúpula del grupo. Además, tiene que hacer frente a un nuevo modelo de costes, como le ha exigido la CNMC.

Competencia emitió recientemente una resolución en la que advertía que los precios con descuento que Correos ha estado ofreciendo a grandes clientes para sus envíos de correspondencia están por debajo de los costes reales de prestación de servicios. Ahora Saura necesita incluir un nuevo modelo «más adecuado» a la evolución de la demanda.

Ruptura social

Otro asunto es la fractura de la dirección con la plantilla. Saura se reunió con CCOO y UGT hace unas semanas para expresar su voluntad de restablecer el diálogo con los trabajadores, pero será complicado reconducir una situación ante la negativa de los sindicatos a aligerar una plantilla que casi alcanza los 50.000 efectivos.

El pasado año se incorporaron 7.757 personas en el marco de las tasas de reposición aprobadas por el Gobierno, pero los sindicatos han señalado que no son suficientes ya que en los últimos diez años se han perdido «más de 15.000 empleos» entre amortizaciones de plazas, jubilaciones y traslados a otras administraciones.