Las empresas recortan su inversión más de lo esperado en el primer trimestre ante la falta de estabilidad

La inversión empresarial no solo sigue sin remontar, sino que de hecho se está comportando peor de lo esperado. En el primer trimestre del año solo un 15,1 % de las empresas aumentaron su inversión, según datos del Banco de España, mientras casi nueve de cada diez la mantuvieron o la recortaron. La cifra de inversiones es cinco puntos porcentuales inferior a la registrada en el último trimestre de 2023.

La cuantía, recogida en la Encuesta a las empresas españolas sobre la evolución de su actividad: primer trimestre de 2024, es además peor de lo que esperaban las empresas españolas hace tres meses para este trimestre. Los sectores más afectados, manifiestan desde el Banco de España, son aquellos con más problemas de acceso a la financiación externa, como la construcción, y aquellos condicionados por las perspectivas de beneficios, como el primario y el transporte.

Javier Rivas, profesor de Matemáticas Financieras y Técnicas Cuantitativas en EAE Business School, vincula este dato, junto con el retroceso de la inversión extranjera, con «cierto bandazo» en las políticas económicas del Gobierno, «que no está aportando un marco muy estable». Resalta el experto que, a la espera de que María Jesús Montero presente en breve el proyecto de presupuestos, «hemos llegado hasta marzo sin que se hayan presentado».

Además de esta «falta de claridad a medio y largo plazo», Rivas resalta también la lentitud a la hora de ejecutar los fondos europeos NextGeneration. «La implantación se está viendo muy frenada por la burocracia», resalta el experto.

«Los inversores necesitan estabilidad»

«Nos enfrentamos a un contexto de cierta moderación de la economía y de incertidumbre que hace necesario promover un clima de seguridad jurídica, estabilidad regulatoria y predictibilidad que genere confianza y permita consolidar las decisiones de inversión para seguir avanzando en el proceso de mantenimiento y creación de empleo», avisaba recientemente la CEOE. Su presidente, Antonio Garamendi, adelantó hace unas semanas que la inversión ha caído casi un 25 % en España en 2023. «Los inversores necesitan estabilidad», reclamó en un acto en Pamplona.

Determina el crecimiento

Cabe recordar que la inversión es un determinante crucial del crecimiento económico a largo plazo, y su evolución da valiosas pistas sobre el rumbo futuro de la economía. Por otro lado, es volátil y puede verse condicionada por operaciones concretas, algo que sucede especialmente en el caso de las inversiones extranjeras.

La inversión extranjera también retrocedió en los nueve primeros meses 2023. Según los últimos datos publicados por la secretaría de Estado de Comercio, la inversión no ETVE –que da una imagen más precisa al excluir a las Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros– ha retrocedido un 23,3 %.

«La inversión extranjera lleva tiempo comportándose mal y, en general, tiene pinta de que seguirá bastante floja durante los próximos años», resalta Javier Rivas, de EAE Business School. Como recuerda, si España era a principios de los 2.000 la octava potencia mundial en PIB, ahora estamos en el puesto 15. «Parte de ello es por pura lógica demográfica, pero hay una importante falta de perspectivas para aquel que acomete una inversión», destaca Rivas.

La encuesta del Banco de España constata también un retroceso de la facturación empresarial en el primer trimestre, lo que, de confirmarse, supondrá el tercer trimestre consecutivo de retrocesos. El porcentaje de empresas encuestadas cuyas ventas han caído en este período es del 28,8 %, 4,4 puntos porcentuales más que en el trimestre anterior, mientras que el porcentaje de las que perciben aumentos en su facturación ha bajado al 22,2 %, 6 puntos porcentuales menos que hace tres meses. La perspectiva para el segundo trimestre, no obstante, apunta a una recuperación de la facturación.