Las cláusulas suelo colapsan los juzgados: «Pasamos juicios en tres minutos, es una vergüenza»
Un juez y tres funcionarios llevan siete años dando salida a las miles de demandas. Hay 40 millones de euros sin transferir a ciudadanos que han ganado sus juicios
Dos hostales hacen compañía al juzgado de primera instancia número 101 bis en la Gran Vía de Madrid. Un portal pequeño, escaleras de mármol que llevan al segundo piso donde, lo que algún día tuvo que ser una vivienda con techos altos, ahora acoge miles de expedientes de las cláusulas suelo y otras cláusulas abusivas en préstamos hipotecarios.
Un guardia de seguridad informa al ciudadano despistado. Le dice a quién hay que dirigirse y una amable funcionaria guía los pasos de este afectado hasta una habitación más grande donde hay varias mesas y muchos papeles. Solo va a identificarse porque así se lo han pedido, pero su juicio tardará tiempo en llegar. Y, si lo gana, el dinero que tengan que devolverle los bancos, aún más.
En España el Tribunal Supremo reconoció en mayo del 2013 la abusividad de las cláusulas suelo
En España el Tribunal Supremo reconoció en mayo del 2013 la abusividad de las cláusulas suelo y ordenó devolver los importes cobrados, pero solo los pagados a partir de esa fecha de 2013. En 2022, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) avaló la devolución íntegra a los consumidores de lo cobrado por los bancos en concepto de cláusulas suelo, incluso si habían cobrado ya una parte como señalaba la doctrina del Tribunal Supremo.
Cláusulas suelo
Eran otros tiempos cuando, en España, las cláusulas suelo establecían un límite mínimo al interés que se aplicaba en la cuota aunque el tipo de interés bajara. Era una cláusula que beneficiaba a la entidad bancaria y perjudicaba al particular que había solicitado el préstamo ya que cuando los tipos bajaran o el interés fuera negativo, la cláusula impedía que se trasladase a la cuota mensual.
En 2018 el juzgado 101 bis tenía 10 jueces y 25.000 denuncias de cláusulas suelo y gastos hipotecarios. Hoy esas cifras se han disparado después de la sentencia del TJUE y los abogados de los clientes afectados claman contra una organización deficiente que no da el servicio esperado de la Justicia española. Alicia es una de las abogadas que va por allí cada semana «a 20 euros de parking cada vez que tengo que hacer cualquier trámite porque me paso toda la mañana esperando en algo que tendría que hacer en 15 minutos», explica.
Pero lo más insólito que le ha pasado a esta abogada en 20 años de profesión es el juicio que tuvo que pasar hace unos días. «Estaba citada a las 9:25 y cuando llegué vi en la pantalla que había juicios cada minuto. A las 10:27 todavía estaban en los programados para las 9:07, a las 11:40 entraban las partes de las 9:18 y me extrañó mucho ver cómo salían indignados», comenta mientras el ticket de aparcamiento sumaba minutos en la misma medida que sus desesperación por un juicio que «había preparado durante una semana y el fin de semana hasta muy tarde porque necesitaba revisar jurisprudencia».
Estaba citada a las 9:25 y cuando llegué vi en la pantalla que había juicios cada minutoAbogada
Su turno llegó a las 13:20 y las 13:25 estaba fuera con todo el proceso visto para sentencia. «Nos metieron en un despacho pequeño, el juez nos pidió que nos ratificáramos y, cuando procedía a argumentar la defensa de mi cliente porque era un caso de gastos hipotecarios, el juez dijo que no había tiempo y que estaba visto para sentencia. No me dejó exponer aquello para lo que había estado trabajando todo el fin de semana y le acabe diciendo que si pasaba juicios 'como churros' a lo que me respondió con un escueto 'es lo que hay' mientras abría el siguiente expediente».
Colapso de la justicia
El colapso de la justicia española es histórico desde la pandemia, pero lo de este pequeño juzgado de Madrid al que también acude un procurador a depositar documentos que explica a El Debate, es especialmente sensible. «Hay muchas de denuncias contra los métodos de trabajo de este juzgado por falta de medios, se ponen en el Supremo y ahí se quedan porque nadie hace nada. Los abogados no pueden ejercer su trabajo y eso impide que se pueda defender con garantías a sus clientes», comenta.
Desde Adicae, Asociación para la Defensa de Consumidores y Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros, cuentan a El Debate que «existen demandas presentadas hace incluso 5 años, que todavía no se ha proveído. Esto implica que la tutela judicial es nula, ante una justicia inoperante».
La tutela judicial es nula, ante una justicia inoperanteAdicae
La ley está de parte de los afectados por las cláusulas suelo y los gastos hipotecarios porque «el 90 % de las sentencias son favorables y el dinero se devuelve, cantidades que van entre 1.000 y 3.000 euros», comenta Alicia, que revela otro problema que deja aún más en evidencia el grave problema. «Los bancos consignan el dinero en el juzgado para que se vaya pagando, pero no hay funcionarios suficientes y no hay forma de que hagan las transferencias a tiempo. Tengo dos clientes con sentencias favorables de septiembre de 2023 y me han dicho que hasta dentro de 10 meses no les llegará el dinero», detalla.
40 millones de euros
El bufete Arriaga Asociados ha puesto cifras a esta queja y asegura que el juzgado 101 bis «retiene indebidamente más de 40 millones de euros que ya han sido consignados a ciudadanos que previamente ganaron sus juicios» y añade que «se está presionando a los abogados para que reduzcan sus honorarios [...] de tal manera que defender a más afectados por gastos hipotecarios no resulte rentable para los abogados».
El 101 bis retiene indebidamente más de 40 millones de euros que ya han sido consignados a ciudadanosArriega Asociados
Los bancos tampoco lo ponen fácil en las vistas. Las sensaciones entre muchos abogados que pasan por el 101 bis es que la defensa de las entidades quiere embarrar todo lo posible el desembolso de las cantidades y los procesos judiciales. Álvaro es otro letrado de los que ha vivido los retrasos y los juicios exprés con la salvedad de que «el último lo pude haber evitado, pero el banco no quiso llegar a un acuerdo y evitar la condena en costas de mi cliente».
Adicae también insiste en esto: «Las entidades financieras han incentivado ese atasco en tanto que no se han mostrado propensos a alcanzar acuerdos previos que eviten tener que sumergir a los consumidores en dichos procesos que, además, buscan que sean largos y tediosos con el fin de agotar, de fatigar al usuario para tratar de lograr su rechazo. Incluso en algunos procesos el consumidor, debido a la edad, llega a fallecer sin ver una restitución efectiva de sus derechos».
Las entidades financieras han incentivado ese atascoAdicae
«Ni CaixaBank ni Kutxabank permiten a sus abogados pactos previos que eviten a sus propios clientes las condenas en costas», explican varios abogados a los que pone voz Álvaro.
Kutxabank va más allá en embarrar los procesos y ha enviado una carta a sus clientes explicando que ha decidido paralizar por el momento las devoluciones extrajudiciales a la espera de que el Tribunal Supremo interprete el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre cuándo acaba el tiempo para reclamarlos. En su misiva asegura que, una vez aclarado este punto, pagará de forma automática.
Condena en costas
«Me ha pasado con un cliente que tenía complicado sacar adelante la denuncia contra CaixaBank. Solicité a los abogados llegar un acuerdo, evitar el juicio y la condena en costas, de paso aliviábamos el juzgado y ellos no quedaban mal con su cliente. Me dijeron que las órdenes de CaixaBank eran no hacer ningún tipo de acuerdo, pasar los juicios y esperar la sentencia. No entiendo que quieran llegar hasta estos límites por apenas 400 euros», lamenta.
Me dijeron que las órdenes de CaixaBank eran no hacer ningún tipo de acuerdo, pasar los juicios y esperar la sentenciaAbogado
En 2024 el desfile de abogados por el 101 bis de Gran Vía es diario. Los funcionarios apenas pueden hacer el 1 % de su carga laboral cada día y el juez despacha los juicios en menos de tres minutos porque luego hay que dictar sentencias y leer mucho. La digitalización ha ayudado a aligerar el trabajo y a evitar que se pierdan expedientes, según se escucha decir a los empleados de estas dependencias, aunque en Adicae son más realistas: «Creemos que será positivo en la aceleración de estos procesos, pero es algo inútil si, a su vez, no se disponen de los medios necesarios. En el caso de Madrid la disponibilidad de esos medios brilla por su ausencia».
Pasará otra década hasta que el último afectado cobre el dinero de una sentencia que fue tan histórica como el modo de ejecutarla en España.