Los datos que frenan el triunfalismo económico del Gobierno

La economía española ha crecido un 2,5 % en 2023 según el Instituto Nacional de Estadística (INE), muy por encima del 0,5 % registrado de media en la Unión Europea el año pasado. El dato ha sido utilizado por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, para decir que «las cifras son claras e incontestables», «frente a las predicciones catastrofistas y los relatos sesgados». ¿Pero realmente es así?

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo Rafael Pampillón se centra en las cifras del cuarto trimestre para explicar que la realidad de nuestra economía no es tan buena: «La productividad se redujo en un 0,1 % respecto al tercer trimestre. La inversión en maquinaria y bienes de equipo se contrajo un 4,3 %», señala. ¿Por qué creció entonces el PIB? «Por la mayor fortaleza de las exportaciones de bienes y servicios (+2,7 %), por el aumento del consumo público (+1 %), del consumo privado (+0,2 %) provocado por el crecimiento de la población (fundamentalmente extranjera) y por el incremento del empleo (+0,7 %)», indica.

La productividad del trabajo y la renta per cápita se mantienen en niveles muy bajos

Como consecuencia, concluye el catedrático, «la productividad del trabajo y la renta per cápita españolas se mantienen en niveles muy bajos».

El economista Daniel Lacalle incide en la realidad de estos datos: «De los míseros 2,5 puntos porcentuales que ha crecido el PIB de España en cuatro años (2019-2023), 2,3 puntos son gasto público tirando de deuda. La formación bruta de capital (inversión) restó 0,7 puntos al crecimiento respecto a 2019, y el consumo privado recupera solo una décima».

Además, señala el economista, «la productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo registró este trimestre una tasa interanual del -1,8 %, y la productividad por hora efectivamente trabajada, del -0,8 %».

«Catastrofismos» y realidades

El director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Ángel de la Fuente, matiza, ante quienes cargan las tintas, que hemos vivido una época complicada con la pandemia y la invasión de Ucrania, aunque reconoce que la tendencia con el aumento del gasto y el incremento de los impuestos ha continuado cuando la situación ha mejorado. «La economía no pinta bien a corto y medio plazo, y las políticas que estamos adoptando, tampoco», señala.

Frente al actual mayor crecimiento del PIB en España respecto a la UE, el economista Lorenzo Bernaldo de Quirós recuerda que nuestra convergencia con Europa en renta per cápita aún sigue lejos (once puntos por debajo, según los datos publicados ayer por Eurostat, aunque ha mejorado en los tres últimos años). Países como Irlanda, Lituania o Polonia nos rebasan. «Empiezan a pasarnos países que partían de niveles infinitamente más bajos que el nuestro», apunta.

Sánchez sigue engordando la mochila

Como recordaba recientemente el Instituto Juan de Mariana, la evolución media del PIB español entre 2019 y 2023 ha sido de unos tímidos 2,3 puntos, un 50 % por debajo de la media europea. La brecha es aún mayor respecto a nuestra vecina Portugal, que ha crecido un 7,8 % en este periodo, o Irlanda, que lo ha hecho en un 35,4 %, países que también han sufrido la pandemia y los mismos acontecimientos que España en los últimos años.

El poder adquisitivo de las familias españolas ha caído 5,5 puntos respecto a la media europea en los últimos cinco años

El poder adquisitivo de las familias españolas tampoco muestra buenos datos. Medido a partir de la renta en paridad de poder de compra respecto a la media de los veintisiete países de la UE, cae un 5,5 % entre 2019 y 2023.

Mientras ocurre todo esto, la deuda pública sigue subiendo. En España lo ha hecho en 10,8 puntos entre 2019 y 2023, el triple que la media de la UE. Según los datos del Juan de Mariana, la deuda pública subió en España a un ritmo de 165 millones al día en 2023.