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Análisis económicoJosé Ramón Riera

Otro dato del INE que muestra que nuestra economía no va bien

Hasta ahora la única buena noticia es que el turismo en enero empezó muy bien

el Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar, como todos los meses, el Índice de la cifra de negocios del mes de enero. De nuevo vuelve a ser otro indicador coyuntural que demuestra que nuestra economía no va bien, por mucho que las declaraciones del Gobierno sean que vamos como una moto.

Hace nada publicamos que las exportaciones llevaban nueve meses consecutivos en bajada, y que en enero las exportaciones seguían en la misma línea y, por lo tanto, se acumulaban ya 10 meses consecutivos bajando nuestras exportaciones.

También comentamos en otro artículo que la inversión extranjera había caído un 18 % con respecto a 2022, pero lo más duro para los que «cambian de opinión» en La Moncloa era que además esta cifra había descendido un 50 % respecto a cómo la había dejado el PP, y eso duele y escuece, más que cualquier otra cosa, porque cualquier cosa que parece, azul y es azul, se termina convirtiendo en un ataque de celos. Que los inversores internacionales prefieran a soso man por encima del guaperas actual, duele en lo más profundo de su entendimiento.

También hemos visto últimamente que el PIB español solo crece porque crece la deuda y el gasto público y que, por mucho que se quiera, eso es completamente insostenible. Vamos camino al trompazo integral.

Hasta ahora la única buena noticia es que el turismo en enero empezó muy bien, y la gran esperanza económica es que le callen la boca a Yoli, que no siga diciendo más tonterías como la de cerrar los restaurantes a la 1 de la madrugada, o que a la competidora en sandeces con Yoli, Ribera, no se le ocurra implantar el control del agua especialmente para los turistas porque eso es todavía peor que lo de cerrar a la 1 de la madrugada.

La competición por arruinar a este país a base de soltar lo primero que se te ocurre, que suele ser una tontería, es tan inmensa que creo que solo se salvan los ministros mudos de este Gobierno, que alguno hay.

Y ahora va el INE y nos publica el Índice de la cifra de negocios empresarial y nos dice que este se desploma un 3,2 % con respecto a enero de 2023, pero lo malo es que 3 de los 4 índices de los que se compone a su vez están en negativo.

Pero veamos los datos, para que así podamos entenderlo mejor:

El Índice General se descompone en el de las Industrias extractivas y manufactureras, el índice del suministro de energía y agua, el del Comercio al por mayor y al por menor y el de los servicios en general no financieros.

El primero de ellos, el que afecta a la industria, cae casi un 2 % al colocarse en 119,798, que significa que está solo un 20 % por encima de enero del 2015.

Pero el de suministro de energía se va a 95,719, casi un 4,3 % por debajo del de enero del 2015, y tiene en un año una bajada en la cifra de negocio de este indicador de un 32,3 %. Y seguimos subiendo IVA y castigando con impuestos especiales a las empresas energéticas.

El índice del comercio, tanto al por mayor como al por menor, nos da una bajada del 2 %, y solo se coloca en un 20,5 % por encima de hace 9 años, lo cual es muy, pero que muy preocupante, porque nos dice que el consumo privado se está parando.

Y sólo crecen los servicios no financieros, en los que está incluido el turismo, que crece un 5,9 %.

Que tres de los cuatro subíndices estén en negativo es sintomático de una parada de la economía y de que las cosas, por mucho que se quieran encubrir con gasto público y deuda, terminan por reventar la economía y por hacer difícil parar la inflación. Si no, que se lo pregunten a Jerome Powell, que sigue sin poder bajar los tipos de interés porque el gasto publico en obras de infraestructura sigue disparado, y va a seguir con la autorización del Congreso para armas para Ucrania que se acaban de autorizar.

No obstante entre la inflación americana y la nuestra hay una gran diferencia: pleno empleo en la de ellos y más de un 14 % de paro en nuestro caso con los fijos discontinuos que no trabajan y que nos costaron 2.080 millones de prestaciones en enero.

Por favor, si leen un libelo de los que publica La Moncloa, recuerden que es eso, un libelo.