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Fernando Rayón

Carlos Barrabés, el gran conseguidor tras los pasos de Begoña Gómez

El intermediario entre Globalia y Begoña no podía ser Aldama. Él estaba a lo suyo: a la pasta. Pero Barrabés era otra cosa

Ana Botín, Carlos Barrabés y Begoña Gómez

A medida que empezamos a conocer datos – informaciones casi siempre– sobre Víctor de Aldama, comisionista de la trama Koldo-PSOE; y a medida que supimos de las reuniones que este había tenido con la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, y el CEO de Globalia, Javier Hidalgo, mientras se negociaba el rescate multimillonario de la compañía por parte del Gobierno, creímos pensar que el presidente del Zamora C.F., o la versión en la que aparecía su hermano y familia, eran la clave de todo el entramado empresarial-comisionista-socialista de todo este tinglado. Pero eso solo era el aperitivo.

Porque la vida sigue, y aunque estemos en tri campaña electoral, las investigaciones periodísticas y de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil siguen avanzando. Siguen avanzando las investigaciones que llevó a cabo la Guardia Civil y, por ende, las que tampoco pudieron hacer por negarles el pertinente permiso.

Hemos conocido el importante papel que Begoña Gómez tuvo como conseguidora de fondos para empresas que colaboraban en sus másteres

Por otro lado, hemos conocido –solo un poco de momento gracias a las informaciones de tres contratos por parte de El Confidencial– el importante papel que Begoña Gómez tuvo como conseguidora de fondos para empresas que colaboraban en sus másteres. Puro agradecimiento. Pero Begoña tampoco era –quizá ahora ya lo sea– una experta en levantar fondos por muy esposa de Pedro Sánchez que fuera. Y una cosa era firmar una carta y otra saber a quién se la estaba firmando y el alcance final que tendría. Y es aquí donde surge un personaje clave, el empresario Juan Carlos Barrabés que, como ahora sabemos estuvo desde el principio junto a Begoña en todos sus pasos.

La aventura profesional de Carlos Barrabés arranca en 1995, cuando funda Barrabes.com, una de las primeras tiendas online de España. En ella vendía material deportivo pues sus padres tenían una tienda de ropa de montaña en Benasque (Huesca).

Pero la cadena de tiendas físicas y online, se quedó pequeña muy pronto y dio paso a una consultora tecnológica, una firma de desarrollo web y una incubadora de start-ups, entre otros negocios. Entró en 2013, por ejemplo, en el consejo de administración de Wayra, la filial de Telefónica; y a presentarse como experto en innovación y a promover proyectos sociales. Una buena carrera. Y muchos contactos.

La semana pasada supimos que Aldama y su Zamora C.F. tampoco podían ser la clave de este entramado político empresarial

La semana pasada supimos que Aldama y su Zamora C.F. tampoco podían ser la clave de este entramado político empresarial. La inspección fiscal –siempre reaparece María Jesús Montero en todas las salsas– alertó oficialmente de que el contacto de Begoña Gómez era un defraudador ya en 2015. Pero claro, Aldama no era novio de Ayuso. Eso por no hablar de las 68 cuentas bancarias que también ha descubierto la UCO vinculadas al asesor de Globalia. Por eso no: el intermediario entre Globalia y Begoña no podía ser Aldama. Él estaba a lo suyo: a la pasta. Pero Barrabés era otra cosa: no solo era el empresario que en 2019 había presentado a Javier Hidalgo a Begoña Gómez, sino que además fue el que diseñó el máster en Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense de Madrid que dirigió la mujer del presidente del Gobierno.

A muchos les han podido sorprender las cartas de recomendación de Begoña Gómez, que incluso adelantaba que trabajaría con Barrabés si éste ganaba la adjudicación, pero tanto o más escandalosa que esa intromisión política es la propia resolución pública de los contratos cuya puntuación venía avalada por juicios no objetivos de cargos del propio Gobierno. Barrabés ganó tres contratos a pesar de que su oferta no fue siempre la más barata como se empeña en decir la ministra portavoz, Pilar Alegría: «La más ventajosa». Pues no: que se lea los expedientes.

Tampoco las empresas de Barrabés contaban con un plan corporativo de igualdad como denunció una de las empresas competidoras tras la adjudicación: «El Plan de Igualdad de la entidad The Valley Digital Business School tiene vigencia desde el 12/01/2021, no cumpliendo por lo tanto el requisito en el momento de licitar. INNOVA NEXT, S.L.U. no cuenta con Plan de Igualdad registrado, no cumpliendo por lo tanto el requisito en el momento de licitar». Pero Red.es sentenció que no era obligatorio tal plan que paradójicamente exigía en sus pliegos como condición para ser adjudicatario. Y fin del concurso. Con esta omisión Barrabés se embolsó diez millones de fondos europeos en tres lotes.

Desde que la hija de Emilio Botín desembarcó en la presidencia de Banesto en 2002, Barrabés conectó con ella gracias a su experiencia en la venta online

Y como traca final, en esos concursos no solo ruborizan los piropos a las empresas del aragonés sino que además se deslizan verdaderas loas al trabajo que sus empresas hacen en favor de la educación, léase Begoña Gómez: «Involucran en su visión a asociaciones, instituciones y empresas tecnológicas. Plantean servicios informativos y charlas innovadoras identificando mentores y profesionales de referencia. Involucran también a Asociaciones e instituciones relevantes». ¿Se puede pedir más? Pues sí: se puede. Conexión directa con Ana Botín.

Desde que la hija de Emilio Botín desembarcó en la presidencia de Banesto en 2002, Barrabés conectó con ella gracias a su experiencia en la venta online. Un mundo que interesaba a la futura presidenta del Santander y en el que había tenido algún que otro tropezón. Barrabés se hizo cargo de casi todo: de los programas de formación, de la gestión de equipos y de la consultoría de negocio sin solución de continuidad. Y claro, el banco, que se afanaba en organizar todo tipo de actividades y cursos, tenía las cosas muy fáciles para que sus becarios ¡faltaría más! se apuntaran a los caros másteres que organizaba Begoña Gómez ya no en el Instituto de Empresa sino también en la Complutense, que para eso Botín colaboraba con la universidad.

Ya no es que Barrabés diseñara los cursos para Begoña, es que formaba parte del claustro propio junto a profesores como Jaime García Cantero, director de contenidos de Retina en El País; Alicia Muñoz Lombardía, vicesecretaria del consejo de Santander España, entre otros. Todo queda en familia. También Begoña es ya de la familia. Por eso no es de extrañar que Barrabés, que ya era consejero del banco, desde este año, haya pasado a serlo desde febrero como consejero independiente. Dicen que ahora solo se dedica a temas relacionados con la Fundación. Lo que Ana Botín le pida.