Declaración de la Renta 2023-2024: esta es la retención que hay que aplicarse en la nómina para que no salga a pagar

El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) constituye uno de los pilares fundamentales del sistema tributario español. Gravando los salarios y demás ingresos percibidos en forma de renta a lo largo del año natural, este impuesto no solo representa una fuente crucial de ingresos para el Estado, sino que también incide directamente en la economía de los contribuyentes.

Uno de los aspectos más relevantes del IRPF es la retención mínima que se aplica en determinadas situaciones y contratos laborales. Es importante comprender en qué consiste esta retención mínima y cómo afecta a los trabajadores sujetos a ella.

Es importante comprender en qué consiste esta retención mínima y cómo afecta a los trabajadores sujetos a ella

En primer lugar, es crucial tener en cuenta que las retenciones en el IRPF varían según diversos factores, como la cuantía de los ingresos, el tipo de contrato, su duración, así como la situación familiar y la existencia de discapacidad. Sin embargo, existe una retención mínima del IRPF que, en ningún caso, puede ser inferior al 2 %.

Esta retención mínima del 2 % se aplica en contratos de carácter temporal, en contratos de prácticas, así como en aquellos contratos que tienen una duración inferior al año. También se incluyen en esta categoría los convenios con becarios. Es importante destacar que, en caso de percibir ingresos de otro pagador además del principal, se recomienda solicitar un aumento en la retención mínima del IRPF para evitar posibles ajustes negativos en la declaración de la renta.

Menos impuestos

El objetivo principal de esta retención mínima es garantizar que los contribuyentes no paguen menos impuestos de los que les corresponde, evitando así deudas con Hacienda en el momento de la declaración de la renta. En este sentido, es fundamental entender cómo funcionan las retenciones del impuesto, que se rigen por tablas de tramos del IRPF establecidas anualmente por la Agencia Tributaria.

Además de la retención mínima del 2 %, existen otras retenciones aplicables a diferentes tipos de ingresos. Por ejemplo, los rendimientos de actividades económicas tributan al 15 %, salvo en el caso de nuevas altas como autónomos, que pueden tributar al 7 % durante los tres primeros años de actividad. Asimismo, los ingresos procedentes de dividendos, fondos de inversión, entre otros, se consideran ahorros y tributan al 19 %.

Además de la retención mínima del 2 %, existen otras retenciones aplicables a diferentes tipos de ingresos

Sin embargo, existen situaciones en las que no se aplica retención. Esto se determina en función de las circunstancias personales del contribuyente y debe comunicarse a las empresas a través del modelo 145 anualmente. Por ejemplo, aquellos contribuyentes que se encuentran solteros, viudos, divorciados o separados legalmente y cuyos ingresos no superan ciertos límites, pueden estar exentos de retención.