Criteria estudia comprar Talgo de manera conjunta con los húngaros
El holding empresarial de La Caixa analiza los libros de la compañía ferroviaria, y tiene como línea roja que no haya conexión con dinero ruso en el consorcio magiar
Tal como adelantó El Debate que ocurriría, a finales de la semana pasada se produjo la reunión clave entre CriteriaCaixa y los principales interesados en la venta de Talgo. La reunión fue muy positiva, y de ella surgió la posibilidad de estudiar una oferta de compra conjunta entre CriteriaCaixa y el consorcio húngaro Ganz Mavag, que a día de hoy es el único que ha presentado una propuesta para hacerse con la compañía española.
La posibilidad ahorraría la necesidad de buscar un socio industrial, principal carencia que ya advertimos que tenía la propuesta de Criteria. Ese papel lo jugarían los húngaros, que tienen siete fábricas con las que ayudarían a Talgo a producir la cantidad récord de pedidos con la que se encuentran, y que no tienen capacidad para atender.
La empresa conjunta pasaría a producir 620 trenes anuales frente a los 300 que fabrica actualmente la empresa española, según informaba hace unos días Expansión. Con ello no haría falta que a la oferta de Criteria se sumaran la ferroviaria vasca CAF ni la suiza Stadler, que, por otra parte, no han manifestado en ningún momento tener interés en la operación.
La oferta conjunta de Criteria y Ganz Mavag sería, a priori, perfecta: garantizaría la españolidad, resolvería con rapidez los problemas de Talgo con la capacidad de producción y agrandaría el tamaño de una empresa española ya de por sí muy extendida. Talgo tiene oficinas en nueve países y su actividad se extiende a más de treinta países y a todos los continentes. El consorcio húngaro es especialmente fuerte en Europa Central, Europa del Este y recientemente acumula pedidos importantes, como el recibido desde Egipto de 1.300 trenes.
Los inconvenientes
Formulada la idea de compra conjunta, Criteria debe ahora analizar su viabilidad económica. El holding empresarial de La Caixa estudia los libros de Talgo, que, por otra parte, está atravesando un buen momento. Tras un año 2022 difícil, en el que sus ingresos cayeron un 15 % y su beneficio neto nada menos que un 94,8 %, está recuperando sus márgenes y se encuentra con una cartera histórica de pedidos. En 2023 rebasó los 4.000 millones de euros y su margen de ebitda ajustado se situó en el 12,5 %, algo por debajo de lo esperado por los analistas. Facturó 652 millones de euros, ganó 12 millones y su deuda aumentó hasta los 240 millones, entre otros motivos por el retraso en las entregas del AVE de España en 2024.
Criteria tendrá que analizar los números para ver si puede entrar en Talgo, algo que agradaría al Gobierno, que en principio no quiere a los húngaros. La posibilidad de oferta conjunta dependerá de que se confirme que no hay ninguna conexión entre el consorcio magiar y el dinero de Rusia. Esa es la gran línea roja.
Los húngaros defienden que ya no tienen conexiones con los rusos. Señalan que quien lidera la oferta de compra, el húngaro Andras Tombor, se deshizo hace tiempo de la empresa mixta que tuvo con ellos y con la que consiguió un contrato interesante en Egipto. Además, indican que la petrolera húngara MOL, una de las accionistas del consorcio, tiene congelados los ingresos que provienen de su participación en la petrolera rusa Baitex, donde posee un 51 % que le reportaría el equivalente a un 1 % de su beneficio operativo (ebitda), una cantidad que consideran irrisoria.
La Junta de Inversiones Exteriores, organismo de control de inversiones del Ministerio de Economía, analiza si es verdad que los húngaros no tienen conexión con el dinero ruso. En principio de aquí a julio debería publicar un informe con sus conclusiones. Con ellas el Consejo de Ministros decidiría si acepta o veta la oferta acogiéndose a la legislación antiopas y a la consideración de Talgo como empresa estratégica, pero antes a lo mejor puede llegarse a un acuerdo con Criteria si satisface a todos.
Fuentes cercanas al proceso indican que en el Gobierno hay división de opiniones en cuanto a la conveniencia de la oferta conjunta de Criteria con los húngaros. Quizá sería una salida airosa, teniendo en cuenta que Hungría forma parte de la Unión Europea y podría llevar a España a los tribunales europeos si el Gobierno veta la operación. El país magiar presidirá el Consejo Europeo en el segundo semestre de 2024.
Si el holding empresarial de La Caixa fuera finalmente adelante, sumaría otra compañía a las que últimamente están sonando para su cartera industrial, como Puig, a la vez que trabaja en la participación de las que ya se incluyen en ella y que no están exentas de movimientos, como Naturgy.