Fundado en 1910

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos

El PIB per cápita solo ha aumentado un 0,3 % en España desde 2019 frente al 2 % en Europa, según el Banco de España

  • El regulador vincula el inesperado incremento del consumo público en 2023 con el alza del empleo público y alerta del pinchazo de los fondos UE

Entre 2019 y finales de 2023 el PIB per cápita en España se ha estancado, con un ligero alza del 0,3 %. Frente a ello, en la Eurozona se sitúa ya un 2 % por encima del nivel previo a la pandemia. Entre los motivos, el «reducido vigor de la productividad», como destaca el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, pero también las elevadas cifras de desempleo en las que permanece estancado nuestro país y el reducido tamaño de las empresas españolas.

«España lleva ya más de una década sin conseguir mantener una senda de convergencia sostenida en renta per cápita con el resto de nuestros socios europeos. Revertir estas tendencias requerirá ambición y grandes acuerdos políticos que permitan consolidar las reformas necesarias a lo largo del tiempo», avisa el gobernador.

En la segunda parte de su informe anual, publicada este martes, el regulador urge a abordar los retos estructurales que alejan a España de la convergencia en PIB per cápita. Entre ellos, el escaso dinamismo de la productividad y los elevados niveles de deuda y déficit públicos, la elevada tasa de desempleo estructural en un momento de envejecimiento de la población general, y las crecientes dificultades de acceso a la vivienda.

Además, aunque el Banco de España resalta que el crecimiento del PIB en el conjunto de 2023 fue «significativamente más vigoroso» que el correspondiente al conjunto de la UE, lo vincula con que el nivel del PIB español «se encontraba más alejado de sus niveles previos a la pandemia a finales de 2022» y a la menor dependencia energética del gas ruso. Igualmente también hace referencia al fuerte incremento del gasto público y de los hogares, junto con la evolución de las exportaciones.

«El elevado dinamismo del gasto de los hogares —apoyado por la fortaleza en la creación de empleo en un contexto de retrocesos en la productividad—, del consumo público y de la demanda externa fue el principal soporte del crecimiento del PIB, mientras que la inversión empresarial mostró una notable atonía», destaca en su presentación el gobernador Pablo Hernández de Cos. «Los elevados ritmos de avance de los servicios vinculados al turismo explicaron en torno a la mitad del crecimiento de 2023», añade.

Sobre el consumo público, el regulador resalta que creció un 3,8 %, 3,3 puntos por encima de lo que las previsiones estimaban en marzo que lo haría. «Los indicadores disponibles apuntan a que el empleo público podría haber explicado buena parte de esa sorpresa al alza en el caso de la remuneración, situándose en el cuarto trimestre de 2023 un 10,3 % por encima de los niveles previos a la pandemia según la EPA», añade el organismo.

11.000 millones más de recaudación por la inflación

Respecto al notable incremento de la recaudación fiscal entre 2019 y 2023, que ha pasado de 86.000 a 124.000 millones, el regulador cifra en 11.000 millones el impacto de la decisión del Gobierno de no deflactar los tramos de IRPF para compensar el impacto de la inflación. Se trata de casi el 30 % de los 38.000 millones adicionales obtenidos.

Desde 2019 la ratio de ingresos públicos sobre PIB se ha incrementado en 3,6 puntos, alcanzando el 42,8 %, con un incremento de 2,5 puntos de la recaudación por impuesto y cotizaciones sociales.

Inversión y fondos UE

El regulador insiste en la situación de «notable debilidad» de la inversión empresarial, que vincula con la «elevada incertidumbre sobre las condiciones económicas», con la subida de los tipos de interés y con el retraso en la ejecución de los proyectos financiados con fondos europeos. La consecuencia de esta incertidumbre, precisa el Banco de España, es que el PIB habría visto recortado su crecimiento en medio punto porcentual respecto a lo que los analistas estimaban en marzo de 2023.

En particular, los ingresos del Estado por ayudas a la inversión —un indicador aproximado del gasto en inversión procedente del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), principal componente de los fondos Next Generation— se habrían situado, en 2023, en un 0,6 % del PIB, frente al 1,0 % previsto. De ahí que reclame «una selección rigurosa» de los proyectos de inversión que se financian con cargo al programa». Igualmente, tras el naufragio de la reforma del subsidio por desempleo –tumbada por Podemos–, aboga por «una implementación ambiciosa del resto de reformas e hitos pendientes».

25 millones de inmigrantes más en 2053

El Banco de España dedica también un amplio capítulo al impacto de la inmigración. Desde 2002, han entrado en España más de 10 millones de extranjeros, lo que supone, en promedio, medio millón de entradas al año. En el período más reciente, y tras la caída registrada durante la pandemia, las llegadas de inmigrantes han recuperado un elevado dinamismo hasta situarse en torno a 1,1 millones en 2022, incluso por encima de las observadas en 2007.

«España se ha convertido en uno de los países de nuestro entorno con mayor incidencia de inmigración extranjera

«De esta manera, España se ha convertido en uno de los países de nuestro entorno con mayor incidencia de inmigración extranjera —aproximada mediante la tasa de entradas de extranjeros por cada mil habitantes—, incluso por delante de Alemania», constata el regulador.

Ahora bien, según sus estimaciones, para que la tasa de dependencia en 2053 permanezca en el 26,6 % actual se necesitaría un colectivo entre 16 y 66 años de 55.897.931. Teniendo en cuenta las jubilaciones, desde el Banco de España se estima que en 2053 se necesitarían 24,673 millones de inmigrantes más en edad de trabajar. «Esto no es una estimación del número de inmigrantes que deberían llegar a España (flujo), sino en cuanto debería haber aumentado el stock en esa fecha», precisan fuentes del regulador.