Fundado en 1910

Empleado de Zara diseñando una prenda

Shein vs. Zara: las cinco grandes diferencias de los gigantes del textil

Las estrategias de venta, la producción o el robo de derechos son algunos de los factores que influyen en el modelo de competencia de ambas empresas

El crecimiento de Shein en los últimos años es exponencial. La marca china de ropa ha puesto sobre la mesa una política de fabricación y venta de prendas de vestir que le permite rivalizar con otras grandes marcas europeas, entre ellas, Zara.

Se calcula que Shein alcanzó en 2022 un beneficio neto de 800 millones de dólares y una facturación de 23.000 millones. Cifras suficientes para pedir salir a la bolsa de Estados Unidos con un valor de unos 90.000 millones de euros, una cifra cercana a la de Inditex.

Zara es la octava firma más grande en capitalización bursátil de Europa

La empresa gallega ha conseguido consolidarse en el Ibex 35 y es la quinta firma europea del EuroStoxx50. También es la octava firma más grande en capitalización bursátil de Europa, con un valor de 118.250 millones de euros.

Low cost y fast fashion son dos palabras que Shein lleva grabadas en su modelo de negocio. En el caso de Zara, también tiene bajos precios y modelos que se renuevan permanentemente, pero nunca a la velocidad de la empresa china.

Prendas

Zara fue una de las primeras marcas de ropa que puso en práctica el fast fashion. Introducir muchas prendas en el mercado a gran velocidad para que los compradores estén permanentemente atentos a sus tiendas o a su web. Modelos nuevos que provoquen la necesidad de comprar cada pocas semanas.

Interior de una tienda de Zara

En un año Zara puso en sus tiendas 40.000 nuevos artículos que van desde prendas clásicas, a prendas de temporada, calzado o accesorios. Shein rompió todas las previsiones con 1,5 millones de productos, es decir, 37 veces más de los que consiguió ofrecer Zara. El fast fashion llevado al extremo.

Control de calidad

La demanda de prendas es algo que dominaba Zara hasta la llegada de Shein. La marca de Inditex tarda entre dos y tres semanas en probar una prenda y lanzarla en sus tiendas, mientras que Shein pulveriza todos los récords y esas 7.000 prendas diarias que fabrica apenas han pasado por un proceso previo de una semana de control de calidad.

Además de este proceso, Shein lleva al extremo la máxima del prêt-à-porter de probar y repetir y, cuando localiza que una prenda tiene éxito, aumenta la producción, con lo que también consigue reducir riesgos y tener su inventario controlado.

Países de producción

Otro de los puntos fuertes de Shein es la producción de su ropa. La sede está en Singapur, pero su gran centro de fabricación se localiza en Guangzhou (China), además de contar más de 6.000 proveedores por todo el país. Esto hace que la mano de obra de esos miles de productos diarios sea muy baja y, por tanto, se abaraten los precios.

En el caso de Inditex, los núcleos geográficos donde se fabrican sus prendas están en España, Portugal, Marruecos, Turquía, India, Bangladesh, Pakistán, Vietnam, China, Camboya, Argentina y Brasil.

Venta online

En la venta de sus productos es donde Shein ha mejorado todo lo que había en el mercado. Su aplicación es su escaparate, ya que no tiene tiendas físicas a excepción de algún espacio efímero que abre durante unos días en alguna ciudad. Es más, su web está orientada al móvil y tiene el mismo entorno para evitar problemas durante el proceso de compra.

Su app es muy sencilla y está orientada a facilitar la compra. Además, cuenta con modelos de inteligencia artificial y machine learning que puede bajar los precios y ofrecer descuentos en función de la demanda.

Web de Shein

Las devoluciones apenas son rentables ni para Shein ni para los consumidores, que se quedan con todo lo que compran porque los precios compensan.

En el caso de Zara, su modelo de venta es híbrido, con tiendas físicas que en los últimos años se han reconvertido a espacios más grandes y se han cerrado las pequeñas. Por otro lado, su app es más convencional que la de Shein aunque vuelve a ser otra arma trascendental para conquistar al cliente y que finalice el pedido sin problemas.

Robo de derechos

Las demandas a Shein por la copia de modelos no cesan desde sus inicios. Al principio, la empresa actuaba retirando los productos de su web, alegando que «no busca infringir los derechos de autor y que la responsabilidad recae en sus proveedores, a quienes exige el cumplimiento de las políticas de la empresa y la certificación de que sus productos no violan la propiedad intelectual de terceros».

El gigante del comercio electrónico de moda se enfrenta en Estados Unidos a una demanda colectiva por infracción de derechos de autor. En ella se alega que utiliza la técnica data scraping o raspado de datos y el seguimiento electrónico para identificar los diseños en los que se fijan los usuarios para desarrollar sus productos.

Zapato de Zara inspirado en Gucci

Este recorrido muestra que el proceso de Shein para conquistar el mercado mundial ha seguido los pasos de Inditex, pero multiplicando por mucho todos los procesos hasta el punto de asfixiar a la competencia. Muchas prendas en poco tiempo a precios bajos con una calidad decente es lo que hacía la empresa española. Shein ha copiado cada paso con la potencia económica de China detrás.