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Pisos en construcción en MadridEuropa Press

El gráfico del Banco de España que explica por qué cada vez es más difícil comprar una vivienda

El coste de adquirir una casa ha aumentado diez puntos más que el salario medio en la última década

El precio de los pisos sigue en una escalada que no cesa. El coste de adquirir una vivienda ha aumentado diez puntos más que el salario medio en la última década, según datos del portal inmobiliario Pisos.com, pasando de 1.658 euros el metro cuadrado en marzo de 2014 a 2.231 este año, un 34,56 % más.

«Hay un segmento concreto de la población española que se ha visto completamente expulsado del mercado de compraventa», apuntaba este jueves Ferrán Font, director del servicio de estudios de Pisos.com. El problema es que tampoco logran encontrar acomodo en un mercado de alquiler igualmente recalentado, que a su vez reduce «todavía más» el poder adquisitivo de las familias, añade Font.

Hace diez años el metro cuadrado solo superaba, de media, los 2.000 euros en tres autonomías: País Vasco, Baleares y Madrid. Hoy son ya seis las regiones que sobrepasan esta cifra, y de hecho, en Madrid y Baleares ya se han superado los 4.000 euros el metro cuadrado. Todo ello, mientras el salario medio anual en España solo se ha incrementado un 23,68 %, hasta los 22.781 euros.

Revalorización del 56 %

La tendencia creciente de los últimos años ha hecho que la vivienda acumule una revalorización nominal del 56 % desde principios de 2014, apenas un 2 % por debajo de los máximos de 2007, antes de la crisis inmobiliaria.

Además de la crisis inflacionaria que ha disparado los precios, los expertos coinciden en señalar que la vivienda, en particular, atraviesa un grave problema de falta de oferta. Un factor que también pone de manifiesto el Banco de España en su reciente informe anual, en el que cifra en 600.000 el déficit de viviendas para satisfacer el número de hogares de nueva creación en España, que ronda actualmente los 275.000 al año.

La escasez de visados de obra nueva está haciendo que los precios de los pisos de nueva construcción se hayan incrementado en el cuarto trimestre de 2024 un 7,5 %, el doble que en el caso de la vivienda usada. «Los precios medios de la vivienda nueva se situaban a finales de 2023, en términos reales, un 6 % por debajo de los niveles máximos de 2007. Por su parte, los precios reales medios de la vivienda de segunda mano eran alrededor de un 37 % inferiores al máximo alcanzado en aquel ejercicio», detalla el Banco de España.

En la actualidad existen 27 millones de viviendas en España, de las cuales 19,3 millones, el 72 %, son viviendas principales. Del resto, 7,5 son segundas residencias, alquileres turísticos o de temporada o están desocupadas. Pero el número de casas terminadas ha pasado de 650.000 anuales entre 2006 y 2008 a unas 90.000 actualmente, tras tocar suelo con 45.000 en 2016.

«El diferencial acumulado en 2022 y 2023 entre la creación neta de hogares y la producción de vivienda nueva alcanza unas 375.000 unidades. Además, en 2024 y 2025, las proyecciones de creación neta de hogares, junto con el volumen de viviendas actualmente iniciadas que se terminarán en este período, implicarían un déficit adicional superior a las 225.000 viviendas», subraya el regulador que dirige Pablo Hernández de Cos.

Falta suelo y mano de obra para construir suficientes viviendas

Entre las causas del «escaso dinamismo de la oferta», el regulador destaca la falta de suelo y de mano de obra para la construcción, pero también el aumento de los costes de producción y las dificultades para los desarrollos de suelo urbano. Además pone en relieve que, pese a la existencia de 400.000 casas vacías, estas no se adecúan a las necesidades de los nuevos hogares o están en un estado deplorable y requieran de rehabilitación.

«Buena parte de las mismas se concentran en las zonas con menor dinamismo demográfico. Por ejemplo, entre los municipios con menos de 10.000 habitantes, donde reside cerca del 20 % de la población, se localizan el 45 % de las viviendas vacías», afirma al respecto. «Si bien la movilización de estas viviendas podría contribuir a aumentar la oferta, entre ellas existe una proporción importante que se encuentran en mal estado, con pobre accesibilidad o con muy baja eficiencia energética, por lo que su movilización exigiría, con carácter previo, una rehabilitación», añade.