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El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar PuenteEuropa Press / Álvaro Ballesteros

De Ouigo a Milei, los «incendios» de Óscar Puente saltan el charco y no se libran gobiernos, empresas ni particulares

Antes de acusar al presidente de Argentina, Javier Milei, de «ingerir sustancias», Puente dirigía sus ataques contra Ouigo, Feijóo o García-Gallardo

Óscar Puente abre una brecha con Argentina. Una más en una trayectoria salpicada de salidas de tono de las que no se libran ni gobiernos, ni empresas, ni particulares. En otras ocasiones se ha dirigido también contra medios y políticos como Alberto Núñez Feijóo o el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo.

Antes de acusar al presidente de Argentina, Javier Milei, de «ingerir sustancias», lo que ha generado una durísima respuesta del Gobierno argentino, Puente dirigía sus ataques contra Ouigo, a la que llegó a amenazar con una denuncia en la CNMC.

A la compañía gala, filial de la estatal francesa SNCF, Puente la acusa de cometer prácticas «profundamente desleales», que están dañando la cuenta de resultados de Renfe, incapaz de competir por precio ni siquiera a través de la filial low-cost Avlo. La respuesta francesa fue bajar los precios en su nueva ruta entre Madrid y Valladolid, a tan solo un euro por trayecto.

Núcleo duro

El ministro está considerado uno de los integrantes del núcleo duro de Sánchez. Su peso no ha parado de crecer desde que ya en septiembre pasado el presidente sorprendiera al situarlo como el responsable de responder a Feijóo en su sesión de investidura.

Cuando Sánchez oficializó, el pasado lunes, que su meditación sobre si debería dejar el Gobierno no había sido más que un amago, el propio Puente respondió en X con «Siuuuu», el mensaje con el que Cristiano Ronaldo celebraba sus goles hace una década.

Es en la red social, anteriormente conocida como Twitter, en la que Puente se siente más cómodo para soltar sus incendiarios mensajes, de los que no se salvan ni el ciudadano medio. «Pues nada maestro, ponte a estudiar», espetó el ministro a un ciudadano que le pedía, «por favor», poder ir de Ferrol a Oviedo «sin tardar ocho horas y media».

«No es ministro de Universidades porque no quiere», cuestionaba a Feijóo tras proponer el líder del PP una EBAU común en las regiones gobernadas por los populares. «No tuvo escrúpulos para ser amigo de un narcotraficante durante ocho años», le soltó en otra ocasión. «Hacéis política infantil y desleal», cuestionó al eurodiputado y exministro Juan Ignacio Zoido.

«No tengo por qué cortarme. Lo hago especialmente en las redes sociales, empleo un punto de agresividad; en las redes se juega duro y, si no juegas duro, pasas desapercibido y eres irrelevante», defendía Puente en un coloquio, según Efe. Toda una filosofía expresiva que ha llevado a España a afrontar un serio choque diplomático con Argentina, un «pueblo hermano», como se ha apresurado a apuntar el ministerio español de Exteriores tras el duro mensaje de Milei, tratando de cerrar la herida abierta por las palabras de Puente.