Fundado en 1910

Una empleada trabaja en una oficina de la Agencia TributariaEP

Exige «equilibrio emocional»

Los inspectores de Hacienda denuncian irregularidades en la ley que permite ser directivo público sin ser funcionario

Denuncian la vulneración de la autonomía y el peligro de «politización»

«peligro de politización». Los inspectores de Hacienda advierten contra la nueva regulación que permitirá la concurrencia de personal no funcionario de carrera a los puestos de personal directivo público profesional de la Administración.

Como ya publicó El Debate, la nueva Orden publicada en el BOE explica que en las convocatorias se fijará una antigüedad mínima como personal funcionario de carrera del subgrupo A1.

No obstante, em aquellos casos en los que el personal directivo público pueda tener régimen jurídico de personal laboral, «no será preciso cumplir el requisito de ser personal funcionario de carrera del Estado, comunidades o entidades locales».

Esta medida ha caído como una bomba entre los inspectores de Hacienda, que recuerdan que la ley de creación de la AEAT ya otorga libertad para la elaboración y aprobación de su oferta de empleo público, así como para el régimen de acceso a los cuerpos, escalas y especialidades que se le adscriben, «autonomía que se vulnera por la normativa recientemente aprobada», como señala la IHE, principal asociación del Cuerpo Superior de Inspectores.

«En consecuencia, no es admisible que Función Pública, saltándose la jerarquía normativa, vulnere la autonomía de la AEAT en esta materia», añaden.

Además, denuncian, el Gobierno ha utilizado la figura del Real Decreto-Ley para la regulación del directivo público cuando «no solo no hay razones que justifiquen la extraordinaria y urgente necesidad para la publicación de una norma de este calado», sino que con ello «se impide el adecuado debate parlamentario».

Los inspectores también advierten que la figura del directivo público se ha regulado «sin cumplir los estándares mínimos de la OCDE» pues no solo deja fuera a quienes tienen la categoría de directores generales, secretarios de Estado o subsecretarios –que podrán seguir siendo nombrados a dedo–, sino que «amplia aún más el abanico de la politización de la Administración» al contemplar como directivos a personas que no pertenezcan a ningún cuerpo funcionarial, «algo inédito en nuestra Administración».

Arbitrariedad

Por último, la IHE critica el que el acceso a estos puestos se realice a través de entrevistas y un cuestionario de autoevaluación, «que dará lugar a la arbitrariedad en la selección de quien va a ocupar un puesto de responsabilidad».

«Se observa que España se aleja de la necesaria objetividad y preparación que deben tener nuestros funcionarios, pudiendo entrever ya que la reforma de la función pública va encaminada hacia una desprofesionalización y una absoluta falta de competencia que va a generar un retroceso en la prestación de los servicios públicos y una desconfianza en los ciudadanos de nuestras instituciones públicas», concluyen.

El Gobierno creará un directorio de candidatos y exigirá «equilibrio emocional»

La misma orden ministerial también establece la creación, por parte del Instituto Nacional de Administración Pública –dependiente del Ministerio de Transformación Digital–, de un directorio de candidatos a ocupar potencialmente puestos de personal directivo. La inscripción en este directorio tendrá carácter voluntario y no supondrá un requisito para la provisión. Asimismo, exigirá poseer la condición de personal empleado público y el cumplimiento de los requisitos.

​Entre las competencias reclamadas por la orden se valora, entre otras cosas, la capacidad para «manifestar equilibrio emocional ante situaciones de presión o dificultades», «tener habilidad para influir mediante la comunicación y las relaciones interpersonales en el equipo, en los pares y en los niveles superiores» o «priorizar el interés general en la toma de decisiones y centrar las mismas en la ciudadanía y el servicio público».