Las aerolíneas anticipan billetes más caros por la sanción por cobrar el equipaje de mano

Las aerolíneas recurrirán la multa del ministerio de Consumo por cobrar por la facturación del equipaje de mano. La sanción, filtrada la semana pasada y que aún no es firme, encarecerá el precio de los billetes, según el presidente de la patronal del sector, la Asociación de Líneas Aéreas, Javier Gándara.

«Cerca de 50 millones de pasajeros en nuestro país tendrían que pagar por unos servicios que no utilizan, con el consiguiente impacto en nuestro país», ha asegurado Gándara, durante la celebración de la Asamblea General de ALA. Ha mostrado además su «perplejidad» porque las asociaciones de consumo hayan celebrado la multa, dado que el cobro del equipaje al margen del billete «ha permitido que viajar en avión hoy sea asequible para la mayoría».

«Nada es gratis en esta vida. Nuestra industria apenas genero un margen bruto de beneficio a nivel global del 3 %», ha apuntado Gándara, que ha puesto un ejemplo. «La primera vez que yo volé le costó a mis padres ir de Santiago de Compostela a Madrid unas 100.000 pesetas, 1.500 euros al cambio. Eso sí, incluía de forma gratuita la facturación de una maleta, que no usamos, un vaso de zumo y unos panchitos, que no consumimos, y elegir ventana o pasillo, lo cual era innecesario porque la ocupación era inferior al 50 %. Hoy volar de Santiago a Madrid cuesta menos que un taxi en algunas ocasiones. Eso es bueno para los consumidores», ha explicado.

Durante su asamblea, ALA ha abogado por convertir a España en un polo de producción de combustible sostenible, el denominado SAF, generado a partir de biomasa. Según sus estimaciones, emplearlo de forma masiva en aviación podría llegar a reducir las emisiones de CO2 del sector entre un 80 y un 100 %.

«El transporte aéreo es fundamental para la vertebración territorial», ha resaltado por su parte Rosario Sánchez, flamante secretaria de Estado de Turismo, que ha abogado por reafirmar a España «como destino turístico líder y ejemplo a seguir en la transformación hacia un modelo turístico sostenible, responsable y respetuoso».

En su asamblea ALA ha premiado a Raúl Medina, director general de Eurocontrol, la asociación que vela a nivel europeo por la seguridad aérea, por su trayectoria. Asimismo han participado, en una mesa redonda sobre descarbonización, Carlos Bertomeu, fundador y presidente de Air Nostrum; el fundador y presidente de Volotea, Carlos Muñoz; la presidenta y CEO de Vueling, Carolina Martinoli, y el consejero delegado de Binter, Juan Ramsdem.

Impuestos y prohibición de vuelos cortos

«La regulación nos obliga a nivel europeo a un incremento de SAF. Seria buenísimo poner incentivos. Los americanos lo han hecho para que se produzca SAF. En Europa en cambio hemos ido por el lado regulatorio», ha señalado Carlos Muñoz.

«Prohibir los vuelos cortos no me parece una buena medida», ha considerado por su parte Carlos Bertomeu, también presidente de la compañía ferroviaria iryo. «Es una medida radicalmente inútil. Estamos hablando de cinco rutas en España. El impacto del tren de alta velocidad en reducción de gases en aviación en los trayectos a Valencia o Sevilla ya se ha producido. En Valencia hemos pasado de más de un millón de pasajeros a 200.000, que son de conexión. El pasajero es inteligente», ha subrayado.

También ha asegurado que este tipo de vuelos apenas suponen el 4 % de las emisiones. «El efecto de la descarbonización del tren ya se ha producido. Mientras el tren no llegue al aeropuerto se seguirán utilizando. Si se prohíben, lo que pasará es que desde fuera verán que nos hemos pegado un tiro en el pie al desconectar del aeropuerto principal las conclusiones. En seguida vendrían a hacer vuelos Valencia - Francfort, o Valencia - París, o Sevilla - Fráncfort, para llevarse esos clientes. Y se contaminaría más».

Si se prohíben los vuelos cortos, vendrán de fuera a llevarse esas conexiones y se contaminará másCarlos BertomeuFundador y presidente de Air Nostrum e iryo

Bertomeu también ha cuestionado las medidas fiscales «si no son finalistas». "Los derechos de emisión (ETS) han llegado a los 100 y están en 75. En mi compañía están ya por encima de mi beneficio medio en 15 años. España se juega mucho en aviación y el 80 % de los turistas vienen en avión. Y tenemos islas. No deberían tomarse estas cosas a la ligera».

Sobre el sector sobrevuela además la imposición de nuevos impuestos. «Penaliza la demanda. La supresión de demanda supone perdida de valor económico y de conectividad. Ese no es el camino: mas impuestos supone quitar a las empresas la posibilidad de invertir en nuevas tecnologías», ha considerado Carolina Martinoli, de Vueling.

«Los perjudicados no somos nosotros, las aerolíneas, sino que pueden serlo los ciudadanos, al tener que pagar mucho más por viajar. La sociedad tiene que saber que esta es la situación», ha precisado por su parte Juan Ramsdem, de Binter.