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Análisis económicoJosé Ramón Riera

'Trampas Montero' ataca de nuevo: superávit en las cuentas públicas de 8.031 millones

La vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha perdido toda la credibilidad técnica

Cuando un ministro de Hacienda se comporta como un vaquero del «Far West», lo mejor que puede hacer es irse a domar caballos o montar reses en los rodeos que todavía se celebran en muchas ciudades de los Estados Unidos.

Pero lo que un ministro de Hacienda, al menos de un país miembro de la Unión Europea, no puede permitirse es asemejarse a un vaquero, que hacía «trampas» jugando al póker, porque a partir de aquí la credibilidad de las cuentas públicas del país al que pertenece ese ministro, en este caso ministra, carecen de toda validez.

No será porque desde esta tribuna no lo haya dicho ya muchas veces, pero la ministra María Jesús Montero ha perdido toda la credibilidad técnica. Así que voy otra vez a demostrar que los resultados que ha publicado la Intervención General de la Administración del Estado están más cocinados que las encuestas del CIS que publica Tezanos.

Si los resultados que se han publicado en marzo fuesen mínimamente ciertos, este país a 31 de marzo de 2024 no hubiese tenido que endeudarse en 39.000 millones de euros, como ha publicado el Banco de España, no estaríamos en 1,613 billones de deuda y nuestra deuda sobre el PIB no hubiese pasado del 107,7 % al 108,8 %.

'Trampas' Montero ha hecho que la Contabilidad Nacional publique que el resultado del mes de marzo de 2024 tenga un superávit de 8.031 millones de euros, cuando el año pasado se atrevió a publicar otro que fue de 6.877 millones. Eso sí, en el segundo trimestre tuvo que publicar un déficit que casi produce infartos en Bruselas pues se fue al 8,8 % sobre el PIB y en un solo trimestre, el segundo, anunció que se había ido hasta los 32.240 millones.

Pero vean como, en lugar de jugando al póker, sino en la cocina de la Contabilidad Nacional, también se pueden hacer trampas, pero recuerden que en marzo de 2023, veníamos de un pedazo de trampa espectacular.

Los ingresos, a pesar de la subida de la recaudación del IRPF y del IVA en la parte que va a la Administración Central y a a las comunidades autónomas, se apunta una subida del 5,2 %, las cotizaciones sociales parece que empiezan a pararse y solo crecen un 4,9 %, la venta de servicios por parte de estas administraciones se ha parado y solo sube un 1,4 %, pero los otros ingresos, debido a la caída de los beneficios de los organismos autónomos, gestionados por amigos del presi, dan cada vez menos resultados y por transferencias tanto corrientes como de capital están de capa caída y han enviado 1.422 millones menos, que han provocado que los ingresos en marzo sólo crezcan un 2 %.

Así, a pesar de que solo se han podido contabilizar en ingresos 1.136 millones más que en marzo de 2023, los gastos contabilizados son menores que en el mismo del año pasado.

Son 18 millones de euros menos que en 2023, a pesar de que los gastos generales se disparan un 10,3 %, los salarios suben un 8,1 % en el mes y son 813 millones de euros más al mes, que multiplicados por 14 pagas ya suponen un incremento anual de 11.382 millones.

Los intereses suben un 9,8 %, pero veremos que esta cifra es mucho mayor en los próximos meses, cuando se vea que los intereses se están disparando a razón del doble.

Las prestaciones sociales crecen un 4,4 %, cuando las pensiones están en un 6,3 % de subida y son la partida más significativa.

Pero en plena carrera electoral, cuando sabemos que se está soltando dinero a espuertas, nos quieren hacer creer que las subvenciones han bajado un 25,5 % que los otros gastos corrientes bajan un 29,9 % y los otros gastos de capital se caen un 12,6 %.

Lo cierto es que yo no sé cuánto de verdad se ha gastado, pero que a estas cifras le faltan no menos de 8 a 10.000 millones, estoy casi seguro, pero nos volverá a pasar lo mismo que en el año pasado y que en cuando envíen los datos del segundo trimestre a Bruselas, y ya con el equipo nuevo montándose, a los funcionarios de la Comisión les va a dar un ataque de caspa.