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Sede del Banco de España.

Sede del Banco de España.Carlos Luján / Europa Press

El Banco de España eleva cuatro décimas la previsión de crecimiento en 2024 pero alerta de la debilidad de la inversión

El organismo mejora sus previsiones para 2024 gracias al comportamiento del turismo en el primer trimestre

El Banco de España ha presentado este martes su informe de proyecciones macroeconómicas en el que ha revisado al alza el crecimiento del PIB en el primer trimestre, aunque ha mantenido las previsiones para 2025 y 2026 por los problemas para contener los precios, que se están moderando menos de lo esperado. Además, el regulador ha advertido sobre la debilidad de la inversión en pleno despliegue de los fondos europeos.

De acuerdo con las nuevas previsiones, se espera un crecimiento del PIB del 2,3 % en 2024 -0,4 pp más que en las proyecciones de marzo-, del 1,9 % en 2025 y del 1,7 % en 2026. Por su parte, IPCA será del 3 %, 2 % y 1,8 % en esos años; mientras que la tasa subyacente se colocará en el 2,6 %, 2 % y 1,9 %. Parte del crecimiento en el primer trimestre se explica por el comportamiento de las exportaciones de servicios turísticos en ese periodo.

El Banco de España ha comentado, sin embargo, que el proceso de «desinflación» ha sido menos intenso por el repunto del precio del petróleo y la «resistencia a la baja» de los servicios. Así, el IPC de los alimentos disminuirá al 4,5 % en 2024 y al 2,5 % en 2025 y 2026, aunque no se destaca algún pico en el segundo trimestre por el fin de las rebajas del IVA.

Además, ha mejorado las estimaciones de déficit, pero advierte que no bajarán del 3 % y ha recordado que las nuevas reglas fiscales no están incorporadas a estas proyecciones, por lo que podrían incluso aumentar. La deuda pública también se ha revisado a la baja en 2024, con un 105,8 % del PIB, que aumentará al 106,2 % en 2025 y al 107,2 % en 2026.

Respecto al paro, el Banco de España prevé una ligera reducción respecto a las proyecciones presentadas el trimestre anterior, con una tasa de desempleo del 11,5 % en 2024, del 11,3 % en 2025 y del 11,2 % en 2026.

A largo plazo, se espera que la demanda interna sea el principal soporte de la actividad a lo largo del horizonte de proyección, favorecido por el crecimiento de las rentas reales, el aumento de la población y la mejora de la confianza de las familias. No obstante, consideran que el consumo per cápita no recuperará los niveles previos a la pandemia hasta 2025.

La inversión productiva y la inversión en vivienda también se recuperarán ligeramente a pesar de los altos niveles de incertidumbre y la política monetaria, todavía en niveles muy altos.

El regulador español ha advertido además de la debilidad de la inversión -concentrada principalmente en el sector privado, en los bienes de equipo, y en la realizada en empresas más jóvenes y de menor tamaño- en un contexto de despliegue de los fondos europeos. La entidad que hasta ayer presidía Pablo Hernández de Cos ha explicado que esta menor inversión, por debajo de los niveles prepandemia, se debe a la incertidumbre por las políticas económicas, así como los obstáculos regulatorios.

Este organismo ha señalado que, de acuerdo con sus encuestas sobre actividad empresarial, un 79 % de las empresas ni ha solicitado fondos europeos ni pretende hacerlo. Además, de las que sí lo han hecho, una cuarta parte de las compañías ha reconocido que habría acometido las inversiones aunque no hubiera recibido dichos fondos.

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