IFM quebró la confianza entre Criteria y los emiratíes y abre la puerta a la entrada del Gobierno en Naturgy
El fondo australiano ha sido el principal causante de que la operación no salga adelante, según fuentes de primera línea
El fondo australiano IFM, cuarto accionista de Naturgy con el 15 % de las acciones, ha sido el principal promotor de la pérdida de confianza entre CriteriaCaixa y el grupo emiratí TAQA que ha dado al traste con la toma de control conjunta de la energética española entre el holding de La Caixa y los árabes, según fuentes de primera línea conocedoras de la operación.
Según estas mismas fuentes, IFM tuvo un acuerdo con el anterior consejero delegado de Criteria para relevar al actual presidente de Naturgy, Francisco Reynés. El acuerdo se hizo a espaldas de otros directivos, y tuvo como consecuencia el despido fulminante del anterior consejero delegado en enero y el nombramiento del nuevo, Ángel Simón.
En los encuentros que TAQA tuvo con IFM, el fondo australiano sostuvo que Criteria había roto el acuerdo descrito y que no era un socio de fiar. Los emiratíes lo creyeron y apareció una cierta desconfianza. Durante un tiempo pareció que se arreglaba, pero finalmente los árabes plantearon modificar el MOU (Memorandum of Understanding: documento escrito firmado por los representantes de las entidades que comportan declaraciones de voluntad para actuar con un objetivo común). Criteria lo interpretó como una falta de confianza y rompió las relaciones.
El problema ahora es que no hay alternativa. El accionariado de Naturgy vuelve a su situación original, que era difícilmente gobernable. Criteria es el principal accionista con el 26,7 %. El segundo y tercer accionista -la sociedad Rioja, formada por el fondo británico CVC y Corporación Alba, con el 20,7 %, y el fondo estadounidense Global Infraestructure Partners (GIP), con el 20,6 %- quieren vender y no facilitan la puesta en marcha del plan estratégico a largo plazo que necesita la compañía. Y la relación entre Criteria y el cuarto accionista, IFM, no era buena, y después de esta situación, todo indica que será peor.
Como consecuencia de esta nueva dinámica, vuelve a abrirse la posibilidad de que el Gobierno entre en Naturgy. El fondo GIP, tercer accionista, fue comprado por el fondo BlackRock en enero. Al comprar GIP, BlackRock a priori se convertiría en el tercer accionista, pero el Gobierno le impondrá previsiblemente que venda entre un 13 % y un 15 % si autoriza la compra, según fuentes conocedoras de la operación, ya que el fondo tiene participaciones en el capital de otras energéticas españolas como Repsol, Iberdrola, Redeia, Enagas o Solaria. La puesta a la venta de ese porcentaje podría dar paso a la llegada del Gobierno, amparándose en que Naturgy es una empresa estratégica.
La energética española pierde de este modo la oportunidad de tener un accionariado más estable, con un socio industrial como el emiratí que encajaba a la perfección con Criteria. Por otra parte, tampoco estaba claro que los emiratíes hubieran querido que Reynés continuase al frente de la compañía, no porque no hubiera demostrado de sobra su valía profesional, sino porque ellos también hubieran querido mandar.
La Bolsa española ha acogido a la baja la ruptura de la operación. La acción de Naturgy está descendiendo en torno a un 12 % a lo largo del día.